—¿Vienes de muy lejos? —se me ocurre preguntar antes de tomar otro sándwich.
La pregunta da pie a que me hable de él. Y lo agradezco. Sus palabras invaden el ambiente y me atrapan.
Me cuenta que vive la capital, bastante lejos de aquí y cerca del mar. Haber vivido allí fue lo que lo motivó a querer ser guardavidas.
—¿Qué se siente vivir tu sueño?
Mi pregunta le roba una sonrisa sincera. Y empieza a responder sin poder apartarse de ella.
—Es raro, ¿sabes? Me ha costado bastante llegar a esto.
Entonces su sonrisa se borra.
—Hubo un tiempo en el que pensé que sería imposible… Pasado oscuro.
Me intriga saber más, pero antes de que pueda hacer otra pregunta, apunta hacia mi.
—¿Y qué hay de ti?