Tras leer todos los comentarios de felicitaciones, decido enviarle un mensaje.
“Éxitos en esta nueva etapa”
A los pocos minutos, me llama.
Desde que había llegado solo le había enviado mensajes a mi madre y a mi hermana mas chica. Así que aprovechamos para hablar un poco sobre lo que habían sido nuestros días.
Es solo un año mayor que yo, así que siempre fuimos muy unidos.
—He hablado con el tío y me dijo que si, la casa de la isla queda cerca de ese pueblo —me dice entusiasmado—. Creo que irá el fin de semana y luego pasará a dejarte la llave.
—¿En serio? Eso sería genial.
—Si, igual llámalo. Dice que quiere hablar contigo. Se quejó de que hace mucho no sabe de ti.
—Pero si he hablado con él antes de venir.
—Para él es mucho tiempo. Lo sabes.
Efectivamente, mi tío Gregorio ha ocupado el hueco que dejó mi padre después de abandonar medicina e ir hacia otros rumbos.
Recuerdo el día que terminé el curso e hicieron el acto. Mi padre no quiso saber nada, pero mi tío estuvo junto a mi madre, su hermana, y al resto de mi familia acompañándome en el festejo.
Apenas corto la llamada con mi hermano, llamo a mi tío.