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Sasha
Aquella noche fue la última vez que la ví usando su mejor vestido y zapatillas para disfrutar la vida nocturna de la ciudad.
Me parecía increíble la forma en que una mujer pueda desaparecer en las calles transitadas por una multitud de personas que solamente se limitan a observar cómo son violentadas y se quedan sin hacer nada. Es doloroso que la sociedad acepte ciertas conductas del ser humano que van en contra de los derechos humanos dando argumentos que se han vuelto obsoletos con el pasar de los años.
Otra cuestión dolorosa son las autoridades de un país dando falsas esperanzas a los familiares de las víctimas sabiendo que no hacían su trabajo adecuadamente debido a la corrupción que existe adentro o simplemente mencionan las típicas frases “debe estar con su novio”, “es cómo iba vestida” y “es mayor de edad puede irse de casa cuando quiera”.
Nadie puede entender el dolor que viven los familiares de las víctimas hasta que un ser querido atraviesa por la misma situación; lamentablemente ese fue mi caso nunca logré entender la angustia ni tristeza hasta el momento en que mi hermana mayor desapareció sin dejar rastro.
Una impotencia me invadió cuando la policía me dio la espalda afirmando que ella puede fugarse de casa cuando se le diera la gana, pero, no me quede sentado esperando a que apareciera el cuerpo de Deborah sino me tome la tarea de investigar por cuenta propia, la cual me llevó a Nueva York.
El primer pensamientos que tuve fue ¿Cómo demonios Deborah llegó a Estados Unidos? Me parecía asombroso que en cuestión de días se encuentre en otro país para fines de explotación y sin dudarlo entregue la información averiguada al detective Heredia, quien no se arrepentía de encerrarme en una celda debido a que, cometí un delito aparentemente.
Sé que no soy un buen muchacho porque en el pasado he sido detenido por cargar sustancias ilegales y por pleitos callejeros dado a esto es posible que decidieron enjaularme para tenerme controlado y mantener la buena reputación de Heredia.
—Tienes visitas —dijo el funcionario
Escuchó el sonido de la puerta de hierro abriéndose para darme acceso a quince minutos de “libertad”, sin embargo me extrañaba que alguna persona decidiera visitarme, ya que, casi no tengo amigos en esta ciudad y la única amistad tenida está en España.
—¿Quién ha venido a visitarme? —pregunté
El funcionario hizo una mueca de disgusto.
—Su nuevo abogado —respondió
Menuda noticia. El anterior abogado que llevaba mi caso decidió jubilarse en el momento más crítico de la investigación, pero como vivimos en un país corrupto sería complicado conseguir una salida provisional.
Camino hacia la sección de visitas donde esta el nuevo abogado que tomará mi caso y ansiaba tener un rayito de luz en esta oscuridad que vivo constantemente desde la desaparición de su caso.
—Es un placer servirle en esta ocasión, soy Derek Ashford —dijo
¿Un abogado de oficio tan guapo y joven? Seguramente se trate de un pasante o estudiante universitario que debe cubrir horas de servicio comunitario para titularse, así que no debo hacerme falsas ilusiones.
—Bien, espero que sea el hombre adecuado para sacarme de aquí —repliqué, mientras encendía un cigarrillo.
—Estuve repasando su caso —comentó el abogado—. No existe una evidencia sólida que justifique su privación de la libertad en estos momentos.
Solté una carcajada.
El detective Heredia maquilló un informe policíaco relatando que fui detenido por venta de sustancias a menores de edad, lo cual no sirvo. Nunca vendería nada esa porquería a otras personas porque prefería consumirlas.
—Debe ser una puta broma —dije
Derek acomodó los papeles para mostrarme el reporte y las fotografías de la evidencia que fue encontrado en mis pertenencias. Me tomó un tiempo en observarlas y pude percatarme que la evidencia representa a otro caso que trabaja la policía local.
—¡Lo sabía! —exclamé de felicidad
—Aún no celebré su victoria —dijo Derek
Su expresión facial cambió brevemente a una de preocupación. Esto no me gusta al saber que todavía seguiré encerrado sabiendo que Deborah está en peligro y necesita de mi ayuda.
—En cualquier momento pueden hallar evidencia que fundamente su caso —dijo—. Por el momento solo preocúpate en ser una buena ciudadana porque he conseguido su libertad bajo condición.
Quedé en shock.
Todavía tengo una oportunidad para salvar a mi hermana del peligro que vive diariamente, niego el hecho que puede estar muerta en el extranjero, así que aprovecharé la oportunidad que me ha dado el destino después de tantas quejas lanzadas al universo.
—Gracias, ¿cuándo podré salir? —dije
—Señorita Carter, su salida está prevista dentro de dos horas —replicó Derek
Alzó una ceja extrañado por el término “señorita”, sin embargo pude comprender que hacía referencia a esa palabra debido a que, soy andrógino y usó vestimentas femeninas para evitar las burlas de los hombres en las calles, además mis papeles están registrados como si fuera una chica gracias a papá.