Corazón Mentiroso

Capítulo 8

***

Sasha

Volví a sentir esa sensación que había olvidado desde que conseguí una libertad temporal para poder respirar el aire contaminado de las calles. Jamás sentí un miedo a lo desconocido hasta que tuve mi primera detención por haber estado en el lugar equivocado en esa noche lluviosa de invierno donde inició la peor pesadilla de mi vida

Por segunda ocasión fui esposado y arrojado a un coche patrulla bruscamente sin haber cometido ningún delito solamente intente defenderme de un viejo rabo verde que acosa a las señoritas en su recorrido cotidiano a sus actividades, ¿por qué debía pagar por un delito no cometido? El detective Heredia cometía un error en arrestarme por haberme defendido. 

Bajo la mirada y contempló el tapete lleno de pelusas para olvidarme un poco del desastre. 

—Marica, ¿Por qué siempre complicas el trabajo? —cuestionó el detective Heredia

Aprieto los dedos de mis manos por el coraje sentido. Me cansé de escuchar diariamente la palabra “marica”, un diminutivo usado para referirse a una persona que muestre un gusto por una persona de su mismo sexo y tiene caracteristicas afeminadas. 

Durante la adolescencia solía escucharla entre los pasillos de las aulas de clase para acosarme y hacerme sentir mal por la condición que padezco siendo un factor importante que me llevó a vestirme de mujer evitando las burlas y los insultos diarios que recibía. 

No respondí a su pregunta estupida al conocer mis derechos de detención tenía derecho a estar callado durante el traslado porque todo puede ser usado en mi contra.

—¿No vas a hablar? —volvió a cuestionar el detective—. Ese silencio expresa que quisiste golpear a ese hombre porque no quiso tener un acostón contigo.

Hijo de… tranquilo no debes expresarte mal ante un detective que solo busca destruirte sin un motivo. Espero que el señor Ashford pueda sacarme del problema que me he metido por intentar saber acerca de Salazar, quien se dedica a raptar muchachas desesperadas.

Ya imaginó el reporte que escribirá sobre la detención y el por qué debo regresar a la cárcel siendo una amenaza hacia los hombres heterosexuales que son unos pervertidos.

El coche patrulla se detuvo en la estación siendo el inicio de mi parte favorita porque seré procesado para estar encerrado en espera de mí abogado, quien hará un papeleo para sacarme de ese encerramiento injusto.

Por otra parte, el detective abre la puerta del coche haciendo bajar salvajemente y camino con dolor  hacia la entrada donde todas las miradas se posaron hacía mi persona pude sentir el desprecio y los comentarios que compartían entre el personal, los cuales puedo destacar fácilmente que son: “es niño o niña”, “debe ser un puto que está cambiando de sexo” y “delincuente y puto”; aquellas frases me lastiman por no tener aprobación de la sociedad.

—Espera ahí sentado —dijo Heredia

Acató su petición antes de ser golpeado. 

Heredia sigue su camino hacia una oficina seguramente tramitará un traslado a una prisión femenina. Maldita suerte que tengo desde el primer instante que puse un pie en este mundo.

Durante la espera pude sentir que las esposas me lastiman las muñecas que el dolor se volvió insoportable por el ajuste que tenían, así que buscó a un poli que pueda ayudarme con este problema.

—Disculpe, ¿puede aflojar un poco las esposas? —dije

—¿Qué desgraciado las ajusto? —preguntó el hombre

Leí su nombre en el gafete al parecer se trata del papá de César o eso creo porque compartían el apellido Ferrer.

—Fue el detective Jorge Heredia —repliqué, con seguridad.

No dejaré que Heredia perjudique mi vida mas y si tengo que arriesgar un poco para evitar sus abusos de autoridad haré lo que sea.

—Gracias por el dato me encargaré personalmente —dijo el hombre

—Gracias a usted.

El hombre se retira dejando las esposas flojas y deje de sentir dolor. Ojalá pueda darme la ayuda que tanto necesito en mejorar la atención de los servidores públicos porque soy tratado como un objeto sin valor.. 

No he tenido la oportunidad de pensar acerca de mi situación legal porque toda la atención a sido sobre Deborah con la idea de encontrarla y traerla de nuevo a casa ¿Qué pasa conmigo? Poco a poco me había olvidado de mi persona para concentrarme en otras cosas al no tener un equilibrio adecuado entre quererme a mí mismo y amar a otros.

Continúe recordando aquellos tiempos donde fui detenido por haber aceptado esa nueva oferta de trabajo dejando a un lado la venta de sustancias ilegales para mejorar las ganancias que obtenía y darme buenos lujos, sin embargo alguien debió tenderme una trampa para inculparme injustamente.

Nadie sabía que estaría en esa habitación a punto de vender una parte de mi cuerpo al mejor cliente que logre conseguir en esa esquina para conseguir un buen dinero para contratar a un detective privado que se encargará de buscar a Deborah, ya que, no confió en las autoridades locales.

De pronto, veo caminar al detective Heredia con un café en su mano ¿acaso no va primero su trabajo? Olvide que estamos en una ciudad ineficiente por el personal que no demuestra una productividad y entiendo que debemos alimentarnos, pero existía un horario para hacerlo.




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