Corazón Mentiroso

Capítulo 31

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Jonathan

La música se puede escuchar fuera de aquel cabaret. Nunca pensé frecuentar estos establecimientos, pero una soledad me invadía durante las noches largas en la habitación, extraño sentir su calidez y su cuerpo rozando el mío, siempre pensé que el amor era un sentimiento estupido que no duraba sino se desvanecía con el pasar del tiempo.

La ruptura con Sebastián fue dolorosa que no logro sacarlo de mi corazón. Cada noche pienso en los hermosos recuerdos que tuvimos durante nuestra adolescencia y los últimos días que estuvimos juntos. Extraño tener mi vida anterior en tierras mexicanas, pero gracias a mi estupido padre, quien decidió robar el negocio familiar me encuentro viviendo una realidad que aborrezco, nunca quise seguir el camino Ross, hubiese preferido quedarme sin nada a lado de Sebastián, ambos lograríamos salir adelante y continuar una relación de años, ahora solamente quedan los recuerdos que fueron parte.

Sebastián me demostró lo contrario cuando regresó a México. El amor puede sobrevivir las peores batallas y continuar intacto dependiendo de ambas partes sin perderse en el camino. Desafortunadamente, en el recorrido me perdí tomando otras decisiones que fueron afectando la relación tenida con él.

No culpo a nadie por el fracaso sino a mi padre y el destino que tuve. El trabajo me fue consumiendo dejando a un lado todos los aspectos de la vida que llevo, deje de salir con amigos, familia y novio para concentrarme en la cervecería que inaugure en unos meses aún faltan ciertos detalles legales para iniciar operaciones.

A pesar del desastre, conseguí varios aprendizajes del nuevo rumbo que ha tomado mi vida en España:

  1. Aprendí que el primer amor es único y no vuelve a repetirse las mismas emociones.
  2. Las nuevas relaciones sentimentales son diferentes a la primera.
  3. Los padres deciden el rumbo que tendrá tu vida personal.

Todos aprendimos varias lecciones de cada persona que forma parte de nuestra vida. Y en mi jodida existencia entendí que no volveré a tener una historia de amor mágica sino todo lo contrario porque mi padre ha tirado todo por la borda dejando en un camino sin salida.

Ingreso al establecimiento mirando hacia ambos lados. Evitar ser captado por la prensa española, es suficiente los rumores que corren gracias a la inmadurez de César para afrontar las situaciones de su vida.

El aroma a perfume femenino invade mi olfato, me gusta la fragancia que usan las chicas en su trabajo. Acomodo mi chaqueta y me aventuro por los escalones observando a las diferentes bailarinas en las mesas acompañadas de un cliente, esta noche la disfrutare olvidando todos los problemas.

Busco un asiento para comenzar la velada. Nadie sabe que frecuenta un cabaret cada viernes por la noche después de sacrificar mi tiempo diseñando el negocio que emprenderé, merezco una distracción y no hay mejor manera de invertir en alcohol y follar.

—¿Necesitas compañía, cielo? —preguntó una mujer que lucía un vestido rojo corto y escotado

Mi mirada se enfoca en su pronunciado escote. Desde la ruptura pude conocerme a fondo sin problemas, me percaté que mi orientación no iba directamente a una homosexualidad sino a una pansexualidad, un tema complejo que después mencionaré porque está noche solamente será de la mujer con vestido rojo y mía.

—Si, me encantaría —dije picaramente

Extiendo mi brazo y la chica se sostiene. Recorrimos varias mesas hasta llegar cerca de la barra, la ventaja del cabaret nadie critica lo que haces porque permité tener relaciones sexuales a simple vista y todos somos libres aquí. Siento que estoy en un paraíso después de tener mi soltería. 

—Me eres familiar, ¿no nos hemos visto antes? —preguntó la chica

 —Posiblemente, soy cliente frecuente —respondí, mientras tomaba asiento.

Un bartender se acerca para tomar nuestro pedido de dos tequilas, le invitó un trago a la chica que será mi acompañante en la perdición que cometeré. La chica merece un trato digno, debe ser complicado estar cada noche soportando diversos tipos de clientes y algunos pueden volverse violentos.

—¿Cuál es tu nombre? El mió es Deborah —dijo la chica

¿Deborah? Es conocido el nombre, ¿será Deborah Carter? Escuche por medio de Carter que su hermana había desaparecido en circunstancias extrañas y la policía no le brindó su apoyo.

—¿Eres Deborah Carter? —cuestioné

La chica se asustó cuando pronuncié su nombre completo. Y miró a su alrededor para asegurarse que nadie nos viera.

—Eres Jonathan, ¿cierto? —preguntó curiosamente

—Sí, y no has respondido la pregunta —repliqué

—Por supuesto.

Carajo, tengo enfrente a Deborah Carter, ¿qué se supone que haga? Ahora mi noche lujuriosa con la hermana de mi ex novio, vale puedo con esto he tenido problemas peores, así que improvisaré antes de tener un grave problema.

—Haremos esto, seguiremos la rutina de cliente y chica, ¿vale? —dije

—Si —dijo

El bartender nos hizo entrega de dos caballitos de tequila. Deborah y yo hicimos un pequeño brindis prometiendo libertad en cuestión de horas, pienso liberarla del infierno que ha vivido durante años a pesar de que ponga en riesgo mi propia vida, sé que si sucede una tragedia Ross la policía hará todo lo posible por hallar la verdad al ser una persona influyente.




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