Capítulo 40

Carter

Ser víctima de secuestro es una experiencia que no quiero revivir al producir emociones malas en cada pensamiento y acción que hago en casa; he ingresado a un programa orientado a la protección de testigos para cuidar mi seguridad e integridad después de haber padecido una violencia inexplicable que hay en el mundo, pero una parte de mí piensa que no estoy seguro bajo cuatro paredes.

Intenté mantenerme calmado alejando los pensamientos y durante la estancia con Jonathan en su apartamento estaba fingiendo encontrarme estable emocionalmente, pero no es así, soy un desastre porque no dejo de pensar en el accidente del cabaret ni el amargo recuerdo de las noches que papá solía atormentarme.

Revivir experiencias del pasado provocan un efecto negativo en mi persona y arruina todo lo que he construido, mientras me mantenía alejado de todos los problemas. No puedo quejarme del todo porque sabía que en cualquier segundo aparecían el sufrimiento que estuve ignorando y superando a lo largo de los años.

Solo me queda una alternativa: ser fuerte.

Es complicado conocer todo lo que he vivido sin detenerme a encerrarme en una habitación a ahogar las penas, mientras abrazo una almohada. Nunca le di importancia a los sentimientos creyendo que solo bloquean nuestras mentes para tomar decisiones y seguir el camino que tenemos esta vida, pero de acuerdo con la psicóloga asignada es importante dedicarse un tiempo a solas para reflexionar sobre los cambios en la vida.

—¿Todo está bien? —preguntó Deb, golpea la puerta fuertemente para hacerse escuchar.

Casi no he hablado con Deborah después de nuestro regreso a unas vidas aparentemente normales. Aún me parece asombroso habernos encontrado en dichas condiciones y estar unidos conociendo las circunstancias.

—Sí, Deb —replique—. Sólo necesito un espacio para descansar.

—Eso mencionaste hace un mes, Carter —comentó Deborah—. Hable con la psicóloga, me ha pedido que debes salir de la habitación a convivir, no puedes estar encerrado viviendo de esta manera.

—No es una opción, es la única manera de seguir viviendo.

Siento un miedo irracional en atravesar aquella puerta, ¿Que tal aparezca Marcos? No quiero imaginarme la tragedia que habría en la casa de protección de testigos; sé que la policía está protegiendo las entradas para evitar otra tragedia, pero tengo miedo de repetir la misma historia.

Cubro mi cuerpo con una sábana para no sentir una corriente de aire frío que atravesaba por la ventana solo quiero dormirme y no pensar en todo la trágica historia que estoy destino a vivir. 

Me cansé de ser una víctima en una historia donde no puedo conseguir la felicidad, ¿Qué está pasando conmigo? He perdido las fuerzas para luchar y ser valiente solamente quiero ahogarme en un abismo. Han pasado momentos buenos dentro de la oscuridad como el rescate de Deborah y conseguir una libertad, pero aún siento un dolor dentro de mí.

La psicóloga asegura que es estrés post traumático al estar viviendo una mierda desde el primer día que puse un pie en este mundo jodido, estuve hablando sobre los abusos de papá, el maltrato recibido en las calles por la condición y el nuevo abismo desbloqueado dichos tres problemas terminaron destrozando el corazón. 

La única solución a estos problemas consiste en un seguimiento en terapia y despejar la mente, pero no quiero atravesar esa puerta sólo quiero estar recostado perdiendo horas valiosa de la vida.

Escuché tocar la puerta por quinta ocasión en el día, debe ser Deborah, quien tiene el coraje suficiente para sacarme de la cama. Estando recostado en la cama perdía la noción del tiempo que deje darle importancia solo me concentraba en estar a salvo y recibiendo una comida por día.

—Deborah, ya me harte —expresé—. Quiero estar solo ahogándome en esta habitación hasta mi muerte.

Un silencio escuché cuando hablé fuerte. 

—Señorita Carter, soy Derek —dijo

Siento un golpe en el estómago; seguramente Deborah envió al señor Ashford para convencerme en salir de la prisión mental en que me he sometido, pero es la mejor solución que hallé a todos mis problemas.

—Quiero hablar con usted —pidió—, no eres la única afectada por el abismo que estamos viviendo, mi vida se convirtió en una basura sin sentido y podemos compartir experiencias.

Solté una carcajada.

—¿Es un grupo de apoyo? —cuestioné

—No, vealo cómo una cita —respondió Derek

Un rubor apareció en mi rostro. 

Aún no puedo darme el lujo de tener una cita con el señor Ashford debió a la condición mental en que me encuentro después de haber caído al abismo, sin embargo recuerdo a Santiago con cada experiencia que vive a lado de su crush, él no ha perdido la esperanza de que todo vuelva a la normalidad y puedo deducir que César se ha vuelto un guerrero en superar cada rumor creado porque otro muchacho ya hubiese intentado arrebatarse lo valioso que tenemos.

¿Quién lo diría? Sasha Carter teniendo un ejemplo pésimo de una persona enferma debo darle sus méritos de seguir luchando. Todos pasamos pésimos momentos en algún punto de nuestras vidas que nos dejamos caer a una oscuridad sin salida ahogándonos con nuestros pensamientos lastimosos, la única salida es encontrando la luz para liberarnos.