Capítulo 48

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Carter

—Nunca pensé que estarían cara a cara —replicó Mauricio

César dejó de beber su té de lavanda para acomodarse en el sofá. Se veía agotado y cansado a comparación del día anterior; al parecer su enfermedad es verdadera creía que era un cuento creado para disminuir los insultos y hacerlo ver cómo un muchacho educado.

—¿Qué puedo decir? —preguntó César—. La vida da vueltas, un día estamos arriba y otro abajo sobreviviendo.

—Bien, Jennifer hablemos después de crecimiento personal —dijo Mauricio

—Yo tampoco veía este momento —confesé

Al encontrarme en una encrucijada me hace cuestionar el por qué suceden varios acontecimientos que me provocan estrés y jamás creí ser apoyado por César, un joven problemático ante los ojos de la sociedad. 

—El punto de haberlos reunido es porque cada uno tiene una habilidad que ayudará  a avanzar en el caso —comentó Mauricio

—Ajá, ¿Cómo voy a contribuir a tu caso? —argumento César

Un buen argumento, César no es útil en la investigación hecha por la policía de Kiwiah sino un obstáculo percibido en el camino para cumplir el objetivo que tengo en mente.

—Lo mismo pregunto —dije

Mauricio dejó de estar entusiasmado con el aporte dado y se volvió un poco serio mostrando un ligero miedo hacia nosotros. A César no parece interesarle el cambio repentino de humor de su padre, al contrario yo estoy nervioso al no tener conocimiento de lo que trama.

—En otras palabras, César será la persona que te ayudará a declarar en la corte —contestó Mauricio—, solo debes aceptar sus consejos, así todo saldrá bien.

El joven mentiroso se convirtió en maestro, sus prácticas engañosas han dado resultados a su favor y podrá transmitirlas a sus alumnos que vayan apareciendo en su camino, y yo seré el primer conejillo de indias en el proceso para conocer los resultados deseados. 

Me incomoda ser un experimento, pero debo aceptar la ayuda proporcionada para avanzar en este problema. No soporto sentirme angustiado sufriendo cada noche pensando en qué momento llegará la libertad deseada, así que trabajaré duro para conseguirla.

—Ok, hagámoslo —respondí, sin dudarlo.

El director Ferrer nos muestra un expediente repleto de papeles y recibos, quedó extrañado al no esperar esto, ¿acaso está relacionado a mi caso? Puede tener un sentido que sea un fólder con una información excesiva de cada delito cometido en el pasado, aunque de reojo notó que hay un nombre escrito ⟪César Alexander Ferrer Ross⟫, al menos no tengo una larga trayectoria en los delitos.

Aún no estoy sorprendido por el amplió historial, sabía que Ferrer Jr, es un hijo de perra frente a las personas que lo rodean por tener un trato grosero e injusto con sus actitudes.

—Usaremos el expediente de César, cómo base —dijo Mauricio—. Daremos un repaso de los testimonios dados en la corte.

Abrió el expediente en una hoja titulada "accidente en calle lunar #2980" un problema sonado entre las personas por sentir el miedo de ser atacados por un maníaco suelto en las calles.

Los papeles son declaraciones y reporte de delitos cometidos por César, estoy asombrado por la cantidad de detenciones que ha tenido a su corta edad, jamás pensé que sería un caso grave en todos los niveles de la vida.

—Hablaré del caso doscientos uno —dijo Mauricio

—Soy un hermoso desastre —murmuró César

César no está tomando esto con seriedad, parece divertirse con escuchar sus actos hechos, y no entiendo que pasa por su mente enferma. 

—La noche del 31 de octubre del año 2011, César invadió propiedad privada con el fin de atrapar a un monstruo devorador de niños que andaba suelto —comentó Mauricio

Increíble, Santiago estaba enamorado de un loco maníaco. De ningún modo pensé que César fuera una persona conflictiva mentalmente había escuchado comentarios del deterioro emocional padecido.

—Mi cabeza es un carrusel girando en círculos cada día —bromeó César

—¿Qué pasó después? —argumenté

Intentó cambiar el rumbo de la conversación a una forma seria sin caer en bromas siendo un distractor en la resolución del conflicto que pasó. César puede comportarse inmaduramente olvidando su lado adulto al ser un niño pequeño que deben controlar a diario.

—A César se le ocurrió la brillante idea de crear un personaje ficticio llamado el chico de fuego —continúo Mauricio—. Robo un aerosol y un encendedor creando un lanzallamas por segunda ocasión.

⟫El chico de fuego tenía un lanzallamas cómo arma, con el escenario creado por su mente entró a la casa gritando que en el segundo piso habitaba un monstruo devorador de niños, afortunadamente nadie salió herido esa noche de brujas.

Estúpido César estuvo a punto de asesinar a un inocente durante un episodio de drogas que tuvo. 

—Su excusa fue que Jonathan Ross lo retó a hacerlo —terminó Mauricio—, ¿Cuéntanos cómo escapaste de la ley?

Magnificó culpando a un hombre inocente de los delitos hechos que se niega a reconocer sus errores cometidos. Al contrario, César no tiene las palabras para continuar la conversación, es entendible por ser un hijo de perra con las personas y no debe de saber qué decir.