CorazÓn Restaurado

CAPÍTULO 3

—Explícate mejor —dijo el joven doctor confundido.

—Pues que con ello me amenazaron para que sea yo la que se inseminara —contestó más segura —prácticamente, todos estos años, me tenían en sus manos, por eso era tan comedida y miedosa.

—Oh Dios mío — exclamó sorprendido.

—Que puedo decirte, mi familia no es la más ejemplar que hacen ver a toda la sociedad —explica con desdén —yo debí mudarme sola desde que cumplí la mayoría de edad, pero estaba tan manipulado por ellos, que no lo veía necesario.

—Lo siento —se disculpa —en lo que estuvimos juntos no me di cuenta de nada —reflexiona —con razón le hicieron la jugarreta a mi primo, en verdad nunca han sido de fiar.

—Cuando te fuiste para la milicia y ser un médico de combate, lo cual cabe destacar, que me dejaste sin pensartelo dos veces —le recordó, podría decirse que le reprocho, el iba a decir algo, pero no dejo —no digas nada, ya eso pasó hace muchos años, solo que ahora puedo expresarme sin miedo —dijo sintiéndose segura —al mes descubrí que estaba embarazada, y antes de que me reproches el porque no te llamé —expresó la joven mirándolo a los ojos —pero mi personalidad en ese tiempo era manipulable y cometí el error de decírselo a mi hermana, creyendo que ella me ayudaría —sacudi la cabeza recordando lo incredula que fue esa situación —creia que asi conseguiria un acercamiento con ella, pero lo que hizo fue contarselo a mi padre —ella miro a punto invisible en la pared —fue la primera vez que me pegó, me insultó, sus palabras calaron tan hondo en mi corazón, que me produjo una depresión —ella se limpia una lagrima que salió sin previo aviso —los meses del embarazo no los recuerdo, no se ni como no tuve un aborto, lo unico que si me acuerdo eran las pataditas que me daba, eran fuertes —recuerda con ilusión —el parto fue complicado, tuves muchos problemas, en los cuales estuve fuera de mi realidad por tres días, para cuando estuve consciente mi hija ya no estaba —ella volvió a mirar a Erick —ellos alegaron que la habia dado en adopción, que habia dado mi consentimiento para que se levara acabo.

—Así que en base a ese secreto ellos te han manipulado a que hagas lo que quieran —concluyó el joven —¿Amenazan con hacerle daño a la niña? ¿Sabes quien la adoptó? —preguntó con impaciencia, queriendo saber todo.

—No se nada de ella, ni siquiera dejaron que le pusiera nombre —contestó —he investigado su paradero, pero se me ha hecho imposible encontrarla —o no hice el suficiente esfuerzo, pensó Lya —me amenazaban con decirtelo, alegando que el ocultarte ese enorme secreto la sociedad dejara de verme como “la niña buena de la familia” —hizo las comillas con sus manos.

—Y con eso hicieron que participaras al engaño a mi primo —concluyó.

—Exacto, porque a ellos les beneficiaba la unión de las dos familias, pero mi hermana es esteril y ellos no podían perder esa oportunidad.

—Hay que contarle todo a Lucien, él podrá entenderlo y buscará una solución —dijo con esperanza —y con respecto a nuestra hija, hay que encontrarla —propuso con seguridad —yo me encargaré de eso.

—Gracias por escucharme y entenderme, pero no estoy segura que Lucien lo comprenda.

 




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