Corazones Congelados

Capítulo 7

Liam

¿Qué hora era?

Liam no tenía ni idea. Primero, porque había dejado su reloj digital en casa. Segundo, porque su mente borracha estaba demasiado entretenida en su propio caos como para preocuparse por algo tan trivial como el tiempo.

La fiesta en casa de Nathan estaba en su punto máximo. El lugar, una mansión de tres pisos en los barrios ricos, vibraba con la música, las luces de colores y la cantidad absurda de adolescentes repartidos por cada rincón. La piscina estaba repleta de cuerpos en estado de ebriedad, algunos nadando, otros simplemente se besaban como si no hubiera un mañana.

Liam estaba sentado en un sofá con un vaso rojo en la mano, una cuba libre. No era fanático del ron, pero fue lo primero que encontró al llegar. A su lado, Malik observaba todo con una expresión de aburrimiento, mientras que Apolo bailaba con una chica del equipo femenino… Sabrina, creía recordar que se llamaba.

Pero lo único que Liam había hecho en toda la noche era pensar en Tatiana.

¿Cómo se sentiría ahora?

¿Maya realmente le estaba haciendo la vida imposible?

¿Seguiría enojada con él?

¿Querría entrenar con él el lunes?

¿Qué demonios podía hacer para que lo perdonara?

—¡Capi, buen partido! —chilló una chica.

Las luces intermitentes no le permitieron ver quién era, pero aun así levantó su vaso y gritó un "¡gracias!" demasiado borracho.

Había gente del equipo, del equipo femenino y una cantidad ridícula de desconocidos que se habían colado en la fiesta. Liam había perdido la noción de quién estaba con quién y hacía cuánto tiempo.

Sabía que Nur había estado bailando con Landon cuando llegaron, luego con sus amigas del equipo y, en algún punto, una chica de pelo morado se le había acercado y ahora estaban bailando demasiado juntos. Malik no lo había notado, pero Liam sí. Lo había visto todo como si estuviera viendo una película en cámara lenta, porque él no se había movido del maldito sofá desde que llegó.

Y esa sensación pegajosa en su pecho… bueno, no sabía qué era, pero no le gustaba.

Mientras tanto, Apolo estaba en un nivel completamente diferente de borrachera. Su vaso rojo apestaba a vodka, pero en algún momento de la noche decidió que ya no necesitaba el vaso y ahora bebía directamente de una botella a medio terminar. Y Landon se había perdido por ahí cuando Nur había comenzado a bailar con sus amigas.

—Creo que debemos llamar a Landon para irnos —murmuró Malik, con el ceño fruncido, justo cuando Apolo regresó con el descaro personificado. Tenía la botella en una mano y bebía sin preocuparse por nada.

—¿Irnos? ¡No! —dijo Apolo, arrastrando las palabras—. ¡Baila conmigo, Malikito!

—Ni un jodido baile. Vas a sentarte y a beber agua —respondió Malik, intentando arrebatarle la botella.

Pero Apolo, a pesar de estar borracho, fue lo suficientemente rápido como para apartarla.

—Hoy no. Hoy… hoy déjame desahogarme con el alcohol.

—¿Qué coño te pasa? —preguntó Malik, sin rodeos.

Apolo apretó la mandíbula y dio un trago largo antes de responder.

—Mamá iba a venir. Papá también —soltó, su voz sonando extrañamente vacía—. Dijeron que iban a venir a verme, ¿sabes desde cuándo no los veo? Seis meses. Seis putos meses. Y no vinieron. Ni siquiera mandaron una disculpa. Su maldita secretaria escribió un mensaje diciendo que estaban ocupados.

—Apolo… —Malik intentó intervenir.

—No… no quiero lástima, ¿vale? No la quiero.

Sus ojos se pusieron vidriosos y bebió de nuevo, alejándose con pasos torpes.

—Voy por él —dijo Malik, poniéndose de pie—. Llama a Landon.

Le dio un golpe en el brazo a Liam para sacarlo de su trance.

—Dios, otro borracho más… ¡Llama a Landon!

—¡Ya voy, ya voy! —gruñó Liam. Terminó su trago de un solo golpe y sacó su teléfono, pero la pantalla se veía borrosa.

Se rió. No estaba seguro de por qué, pero se rió.

Buscó el número de Landon, pero antes de marcar, alguien se dejó caer en el sofá a su lado.

Landon tenía los tres primeros botones de la camisa desabrochados, el cabello revuelto y una expresión de ensueño. Por la oscuridad no lo notó al principio, pero cuando lo miró mejor, se dio cuenta del chupetón en su cuello.

—¡Ugh! No digas nada —soltó Liam, sintiendo que no quería saber los detalles.

—No lo iba a hacer —respondió Landon, sonrojado.

Liam volvió la mirada hacia la pista de baile justo a tiempo para ver a Nur besándose con la chica misteriosa.

—¿Debemos preocuparnos? —preguntó Liam.

—Nah, dejala vivir el momento —respondió Landon, claramente más sobrio que él.

—¿Qué iba a hacer? —preguntó Liam de repente, sintiendo que se le escapaba algo.

—Llamar a alguien, según tu pantalla.

—¡Ah, sí! A Malik.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.