Una de las chicas que estaba en medio de la conversación del principe con la cocinera Mercedes fue enviada a buscar a Ángela mientras estos se pasaban a la parte delantera de la sala.
—¿Quién es Ángela? —Vocifero la jovencita cuando estuvo en la puerta. Ángela levantó la cabeza de su plato y comió la última cucharada.
—Yo, que sucede? —Preguntó poniendo el plato en la mesa. Limpió sus manos en el delantal que tenía puesto y miró Adalia la cuál achino los ojos con curiosidad.
—No lo sé pero venga y averigüe —Contestó la chica que la había llamado.
—Seguro es para rerpochar lo que hiciste hace rato —Comento Adalia alzando una eja. Ángela suspiró angustiada, ya no podría aguantar una vergüenza más sobre está situación, salió de la cocina y vio al principe sentado en la sala, estaba en el mueble. El corazón de la chica empezó a latir fuertemente cuando sus ojos se encontraron. Se detuvo al lado de la señora Mercedes mirando hacia el señor Nelson esquivando la mirada de Nikolais.
—Dijo la señora Mercedes que fue usted quién hizo el sancocho tan rico que acabamos de comer —Habló el señor Nelson, el principe estaba en silencio mirando hacía una esquina como si tratara de ignorar la presencia de la chica.
—Lo siento mucho —Dijo llamando la atención de todos, también la de Nikolais—. No quise hacerlo sentir incómodo, no fue mi intención.
—¿De que estás hablando Ángela? —La señora Mercedes le susurro en el oído.
—Sobre lo que pasó está tarde —Respondio por igual.
—Ángela —La voz del principe se escuchó áspera, arregló su camiseta como si estuviera mal puesta pero realmente no tenía nada, y se acomodó en el asiento antes de volver hablar—. Fui yo quien te mandó a llamar, es por...
—El sancocho.
—Si —El joven afirmó con la cabeza a la vez que decía que sí. Alisa estudio el comportamiento de Nikolais delante de ella, literalmente perdía todo los estribos y ni decir la confianza. ¿El imponente Nikolis delante de una mujer tartamudeando? Eso no pasó cuando estuvo por primera vez delante de Francesca, una risita se escapó de su boca y se levantó de golpe sobresaltando al joven que de por sí ya estaba nervioso.
—¡A mí me encantó, la verdad que eres una verdadera cocinera! Necesitamos una mujer como tú en el palacio —Dijo pasando al lado de ella.
—Oh, muchas gracias no me lo esperaba, solo seguí instrucciones... —La señora Mercedes le metió un pizoteon asiendo que Ángela callara.
—Ella es la mejor —Respondio la señora—. En todo créame. Hasta como madre.
—¿Es madre? —Cuestiono Francesca—. No entiendo por qué toda la atención de está llendo a una cocinera—Volvió hablar pero esta vez en danés, Nikolais respiró profundo, realmente no sabía que le estaba pasando pero no le había agradado el comentario de su novia.
—Sus dos hermanas, están aquí; ella las está criando como una madre soltera — Continuó la señora Mercedes, está mujer estaba buscando todo para impresionar al joven con Ángela aunque en el fondo sabía que este tenía algo que lo llamaba hacia la chica.
—Eres una mujer ejemplar, con todo lo que te ha pasado y sigues aquí; te admiro —Prosiguió el señor Nelson, la señora Mercedes cantó victoria en sus adentro cuando vio la mirada enojada de Francesca. El joven Nikolais seguía con la mirada en ese punto de la sala.
—Quieren llamar tu atención de todas las maneras, es un complot Nikolais —Volvio a comentar Francesca.
—Habla en español así todo el mundo entenderá —Dijo la señora Mercedes cruzándose de brazos Alisa se echó a reír y miró a Ángela, la agarró de la mano derecha y la jaló.
—Quiero conocer a tus hermanas.
—Si —Respondio la joven a la princesa, miró por última vez a Nikolais y otra vez sus miradas chocaron.
—Te felicito por la comida —Soltó sin más—. Estoy seguro que fue el mejor plato de la noche —Dicho aquello el joven se levantó del asiento y le depositó un beso en la mejilla Ángela dejándola paralizada, no la miró pero el simple hecho de tenerlo tan cerca y sentir sus labios en su mejilla causó una revuelta en su cuerpo, el joven se despidió del señor Nelson y se fue. Francesca se puso roja como un tomate mientras que, de Alisa salió otra sonrisita triunfadora, la señora Mercedes y el señor Nelson se quedaron atónitos con la escena, Francesca se levantó cuando Alisa y Ángela se fueron hacia la habitación donde estaban sus hermanas.
—Muchas gracias por todo, me retiro; a veces mi novio no sabe a quien es que debe felicitar verdaderamente —Dicho esto salió del frente del señor Nelson y la señora Mercedes, ambos se miraron pensando lo mismo "Está celosa" y no me importa, lo último lo pensó la señora Mercedes.
Ángela sentía que su corazón iba a salirse por su boca, miraba debes en cuando a la princesa mientras está hablaba de como le parecía tan bonito el país, pensó que la princesa notaría sus latidos pero sacudió su cabeza sabiendo que eso era imposible. Tocó la puerta de sus hermanas pero nadie abrió así que entró deprisa, las niñas estaban envueltas en sábanas dormidas.
—Dios mío, tengo que ir a buscarle algo de comer —Topó a las niñas y se levantaron soñolientas—. Ella es una princesa de verdad.
—En serio? —Darlin se levantó de la cama mirando a la chica—. Wow es verdad.
Alisa le parecía una mujer muy hermosa, Cabello castaño largo hasta la cintura ojos claros verdosos al igual que su hermano y su piel de porcelana, sus uñas bien cuidada, su cuerpo perfecto verla a ella era ver una muñeca Barbie o tal vez algo mejor.
—Mucho gusto —Alisa le alargó el brazo y saludó primero a Darleni y luego a Darlin Ángela salió deprisa a buscarle algo de comer a sus hermanas dejándola con Alisa.
—El gusto es de nosotras, es la primera vez que vemos a una princesa de verdad.
—Es verdad, no pensé que pasaría —Respondió Darleni, La joven alteza se sentó al lado de las niñas y estás se quedaron admirando cada detalle de ella.
—Ustedes serán princesas también.
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Editado: 10.08.2022