✨ CAPITULO 64

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Todos estaban sentados en la mesa del comedor para la cena, Ángela estaba muy cansada y le dolía mucho la cabeza por el estrés del vuelo, pero no quería que su novio se enterara, después de estar un largo rato en la antesala viendo a Nikolais hablar muy fluido el Danés con su familia entre risas y charla solo optó por reír cuando ellos reían y callar cuando ellos callaban, Gabriel hacia lo mismo hasta que llegó el traductor y los hermanos empezaron hacerles preguntas al joven; por suerte habían avisado la hora de la cena para que no pasaran hacia ella, una porque casi no recordaba nada de lo que ellos iban a preguntar y dos estaba muy nerviosa.

—Bien —El rey se levantó de su silla—. Ya que está el traductor; cordialmente les doy la bienvenida a ambos —El traductor repitió lo que dijo el rey—. Realmente estoy muy feliz de conocerlos porque veo que mis hijos han estado muy felices desde que ustedes están con ellos, me lo han dejado saber en cada llamada que teníamos y viéndolos ahora, sé que son personas buenas, a la señora, a los niños. Bienvenida a la familia real —El traductor repitió.

—Muchas gracias —Dijeron ambos y el traductor lo repitió, la señora Mercedes afirmó con la cabeza cordial, se sentaron y la servidumbre empezó a servirle un poco de cada cosa.

—Nikolais no quiero estar en esta mesa, vine hacer algo aquí —Comentó la señora Mercedes, estaba al lado de Nikolais a la izquierda y Ángela a la derecha, las niñas habían llegado unos minutos después de avisar la cena y se habían quedado en la ante sala del palacio, recorriendo todos los pasillos, viendo los cuadros y estatuas hasta que entraron y se sentaron frente a la pareja y la señora Mercedes.

—Señora primero debe descansar, mañana le digo al señor Henderson el cocinero real que le permita la cocina para que usted haga lo que prefiera para la cena. Pero ahora concédeme está cena —La señora afirmó con la cabeza.

—Esta bien jóven alteza, lo haré.

—Señora Mercedes no tiene que hablarme así, sabe que puede decirme Nikolais —Dijo el jóven.

—Alteza real puede pasarme ese plato — Habló Ángela asiendo que Nikolais se volteara hacia ella de repente, se quedó fijamente mirándola parapléjico, nunca pensó que Ángela le diría así en su vida, recordando que cuando la conoció por primera vez no lo hizo—. ¿Qué pasa, dije algo malo?

—¿Por qué me llamas así?

—No lo sé —Ángela se sobresaltó.

—Una vez me ofendiste con poca cosa, pero esto me ha ofendido de verdad.

—Lo lamento no sé, no sé.

—Esta bien —Puso sus manos sosteniendo su rostro—. Soy tu novio y alteza real solo lo dice una persona que está debajo de mí, tu nunca estarás debajo de mí; eres mi futura esposa. Solo dime...

—Niko, Niko yo te puse ese nombre. Verdad? Eso creo.

—Sí, eso es! Ya estás acercando cariño.

—¿Qué rocordo?  —Preguntó Gabriel desde su silla.

—Es poca cosa, pero es suficiente —Dijo él, el traductor tradujo lo último que Nikolais había dicho. Ella sonrió nerviosa, realmente no estaba segura porque su hermana le había mencionado ese nombre.

—No seas tramposa Ángela —Comentó Darleni, el traductor empezó a traducir cada dicho que decían.

—Darleni ella fue quien me puso Niko.

—¿Por qué no recuerda tu nombre? Es tramposa.

—No estoy segura que sea el nombre que tengo en la mente, es muy raro —Comentó la chica—. Además quién me dijo que se llamaba alteza real fuiste tú, pero no mee dijiste que era un príncipe de verdad.

—Te engañé —Ambas niñas se echaron a reír.

—¿Cuál es el nombre Ángela?

—Luis. ¿Te llamas Luis? —Nikolais alineó su sonrisa hasta desaparecer de su boca.

—No, ese... No... qué —Nikolais miró a Gabriel.

—Fallaste la prueba; vez, eres una tramposa —Prosiguió Darlin, el ambiente se había tornado frío, pero Ángela no sabía porqué.

—Lo siento no sé lo que digo —Dijo ella volviendo su vista al plato, el traductor dejó de traducir.

—Voy a decir algo y quiero que lo traduzca para que el rey...

—Nikolais, aaj! Te llamas Nikolais por eso te puse Niko —El joven se volteó hacia ella y la abrazó.

—Si! Si! Si! —Le dió varios besos en la mejilla y en la frente—. ¿Hay algo más en tu mente?

—Mmm no, no. Aún no, pero ya viene.

—Alteza ¿Cuándo empiezo a traducir? —Cuestiono el traductor.

—Esta bien, hablaré en Danés —Dijo Nikolais, se levantó de la silla llamando la atención de todos—. Sé que estamos cenando, pero pueden seguir yo hablaré. Bien, es algo que es un poco difícil de digerir, mi padre el rey lo sabe y algunos de ustedes supongo, Ángela fue secuestrada. Y no fue por mi dinero como cualquier persona pensaría. Creo saber que solo fue algún tipo de maldad para que ella siguiera sufriendo. Su mejor amiga se la llevó a un hombre, el hombre que ella a mencionado. Realmente no quisiera que ella recordará nada de eso porque ese mismo hombre la violó —Nikolais hizo una pausa cruzando sus brazos—. Me hubiera gustado matarlo con mis propias manos, pero eso no era lo que el destino quería, saben.

—Lo siento mucho cariño —Comentó la reina.

—Ella ha pasado por mucho yo sé que ustedes han sido sincero y que quiere que ella sea parte de la familia y se lo agradezco, pero siempre creo que ella merece más, más de lo que yo podría darle. Le dije que era una princesa —Sonrió y la miró; Ángela sintió su corazón latir rápido, no sabía que estaba diciendo, pero se imaginaba que estaba hablando sobre ella cuando mencionó su nombre en una manera muy extraña—. Me respondió que si estaba loco porque no lo recordaba. Quiero que recuerde como nos conocimos, aquella primera vez cuando nuestra mirada se encontró y nos conectó hasta el día de hoy, quiero que recuerde las veces que le hice creer que me estaba persiguiendo, pero realmente era yo quien la perseguía. Quiero que recuerde las veces que me rechazó por no romper la relación que tenía con Francesca —Nikolais pauso mirando hacia la mesa—. Ya no seguiré dañando su cena, lo siento — Salió del comedor y se fue de aquella habitación, Ángela se levantó y se despidió del grupo.