✨ CAPITULO 75

En la mañana Ángela despertó temprano sintiendo que la casa la daba vueltas y vueltas, miró por la ventana y se recostó de ella, Nikolais abrió los ojos y miró a su chica en ese estado, así que se levantó de inmediato. Caminó hacia ella y la abrazó por la espalda.

—Amor, buenos días. Ya terminaste de planear con Alisa ahora te toca planear conmigo.

—¿Qué hay que planear? —Dijo ella sin entender.

—Sobre nuestra boda, realmente la quieres en el palacio de Holstein o en el palacio de Schleswing dónde viviremos.

—Nunca he ido al palacio de Schleswing. Así que no podría decidirlo.

—Queda muy lejos de la ciudad, es el palacio que la familia escoge para ir de vacaciones, realmente es un paraíso, pero después de ahí siempre está solo con mi tía Yanet y su veinticinco sirvientes, varones.

—¿Todos hombres?

—Sí, pero no te preocupes es una anciana, los eligieron varones porque al estar muy cerca del bosque de hecho, el bosque queda detrás y hay una puerta a veces entran...

—Entonces no quiero vivir allí.

—Eso sucede porque solo hay veinticinco hombres, en caso de que nos mudemos para acompañar a mi tía abuela solo tenemos que contratar más empleados. Eso será bueno, ahora mismo en mis fábricas no tienen nuevas vacantes entonces abrir una nueva vía de empleo ayudara a muchas familias, sobre todo a los pueblerinos.

—Esta bien, contrata más personas entonces. ¿Cuántas habitaciones tiene? Sabés que, a pesar de todo hay que tenerles una a esos nuevos, supongo que será con dormida. Si es tan lejos como dices —Ángela se sentó en el mueble, Nikolais pensó que ya extrañaba está manera de Angela.

—Hay un pueblito cerca del palacio, literal ese lugar parece una especie de cuentas, el pueblito está en la entrada de Schleswing y el palacio está al final antes del bosque. El bosque y luego el mar. No recuerdo cuántas habitaciones tiene porque solo vamos de vacaciones, pero es más pequeño que Holstein.

—Bien, Holstein parece tener...

—Ochenta y tres habitaciones. Aparte del salón de fiestas que es inmenso, la cocina, la sala y la antesala, el comedor y la; si se puede contar, la galería. Hablando de esa galería. Hoy iremos para allá.

—¿A qué?

—Una cita, quiero avivar nuestra primera cita. Han pasado demasiadas cosas y necesito tener un momento romántico contigo.

—Mejor que el de anoche.

—Ah! Yo tenía sueño y tú estabas un poco congestionada por el cambio de hora.

—A noche pensé que estamos viejo —Nikolais sonrió, Ángela le dió un beso en la mejilla y se fue al baño, se ducho y se vistió con una ropa cómoda. Esperó que su novio terminará de vestirse y salieron juntos a la sala.

—¡Nikolais volviste! —Exclamó Alexander al verlo.

—Sí, a noche no estaban ningunos.

—Ángela querida —El joven le dió un beso en la mejilla, está observó un poco mejor al joven, era algo parecido a su novio un poco mayor, pero con un aire de juvenil—. A noche nos fuimos a mi graduación.

—Oh por Dios! Tu graduación me la perdí —Musito Nikolais decepcionado.

—No te preocupes, pero ya oficialmente soy un Doctor.

—Eso me alegra. Ángela es un doctor —Habló Nikolais

—Un doctor ¿Qué edad tiene? —Cuestionó Ángela sorprendida.

—Aaj, mucho —Respondió Alexander. Los tres se echaron a reír y pasaron al comedor para desayunar y se encontraron a la mayoría de sus hermanos y a los tres adolescentes, Ángela saludó a la familia una por una como lo había hecho Gabriel y por último le dió un abrazo a la reina con una sonrisa.

En la tarde Robin llevó al grupo al palacio de Holstein y los adolescentes se fueron a la playa con el grupo de adolescentes de la familia real, Ángela y Nikolais se quedaron varios minutos pescando en un pequeñito lago cerca del castillo hasta que vino uno de los criados a buscarlo diciéndole que ya estaba listo la galería para la tarde romántica que Nikolais había preparado para él y su novia, el marinero los llevo hasta la orilla para salir y se fueron caminando hasta llegar al castillo porque no quedaba tan lejos, Ángela se quitó las botas antes de entrar.

—¿Te gustó pescar? —Cuestionó él caminado a su lado para pasar del otro lado y así llegar a la galería.

—Me gusta, sí. Me gusta es divertido y los meses que asco, pero me gusta —Dijo ella mirando cada detalle de este palacio, saltó varias veces y corrió en cierto momento alejándose de Nikolais y tirándose al suelo para que él la alcanzará.

—En el palacio de Schleswing hay un lago mucho más grande que este. Con decirte que este palacio lo ponen en medio se hunde y no sé notará.

—¿No es peligroso?

—No, nadado ahí. Para nada es peligroso. Solo que tiene muchos peces y a veces te asustas cuando se te pegan. Pero más allá no ha pasado nada ningún incidente. Claro en tiempo de lluvia se vuelve algo escandaloso y no es bueno navegar en el en esos días.

—Esta bien, ¿Qué pasa? Hey y eso para que es

—Sabes la regla, cuando tengo una sorpresa para tí.

—Debo cerrar los ojos. Aunque ya sé que es.

—Pero no está de la misma manera que la última vez, así que será una sorpresa de todos modos—Nikolais le tapó los ojos con una tela y la llevó a paso lento hasta la galería, cuando estuvo frente a frente le quitó la tela.

—Dios! Nikolais que exagerado ¿Que se hará con todas esas flores? —Ángela empezó a caminar hacia el centro, había una alfombra tendida en el suelo, una canasta de frutas en el centro de la alfombra y otros tipos de comida.

—¿Exageré? Un poco sí, pero las flores se pueden volver a plantar las mayoría o ponerlas en el palacio. Ellos deciden —El joven le indicó sentarse y luego se sentó a su lado.

—No podremos comernos toda esta comida Nikolais, se desperdiciará.

—Lo sé, por eso les avisé a las niñas que cuando llegaran de la playa vinieran, pero supongo que eso no será ahora mientras tanto comamos nosotros —Ángela se echó a reír, observó todo a su alrededor maravillada, antes no tenia absolutamente nada y ahora solo tenía que abrir su boca y pedir, pero eso no le agradaba del todo, eso es bueno que lo tengas todo, pero no quería ser una mantenida que solo habría la boca para comer sin hacer nada, entonces recordó el título.