Amanda no quiere dejar pasar más el tiempo, cada día es peor, no pasa ningún barco por allí, ninguna avioneta, están en el inmenso mar que les rodea, sin más vida, que la de ellos, solo con el sonido del mar, que a veces incluso suena lejano para ella, aun así, se siente con fuerzas, para liberar a Melissa de las manos de Damián, al cual considera un loco sin sentimientos.
Ha preparado una botella de ginebra a la cual le ha echado, antibiótico, pastillas de dormir, y que ha conseguido del botiquín, que está en el armario del salón , aprovechando uno de los momentos en los que Damián se ha dormido a media noche, muy sigilosamente lo ha logrado, al mismo tiempo que coge enlatados y agua, y se los lleva al garaje acuático, donde se esconde, al menos ahí se siente segura , Damián no logra encontrarla, aunque ha bajado en varias ocasiones , pero ella se cobija en un lugar muy pequeño, estrecho , de difícil acceso , metiéndose por una ranura estrecha, oye los pasos de Damián muy cerca , lo escucha pasar , sus pasos son fuertes y firmes.
Amanda va a dejar la botella sobre el mueble bar, sabe que todas las noches, Damián se toma dos gin Tonic, camina hacia la proa, entonando la misma canción a gritos, pero a Amanda ya no le importa, no siente nada, ni tan siquiera le molesta, su vida es un infierno desde que apareció aquella tormenta, hundiendo su vida, ahogando su corazón en un baño de lágrimas, partiéndola el alma y haciéndola dura como una roca.
En su mente vive el recuerdo de David, piensa en él cada día, es una losa pesada, al mismo tiempo es serenidad al recordar sus ojos, su sonrisa, su gran corazón.
Amanda tiene planes para Damián, es dejarlo fuera de juego.
Son las once de la noche, como siempre Damián ha abusado y golpeado a Melissa, y se dirige al salón, siempre a cenar algo, después se toma los dos gin Tonic, y camina por el yate cantando, como un loco, no soporta no encontrar a Amanda y cada vez es más agresivo, su mente domina su cuerpo, y pierde totalmente el control.
Ella espera tranquilamente en el garaje acuático a que se tome las dos bebidas, le ha echado bastantes pastillas disolviéndolas en la ginebra, y espera que le hagan efecto pronto.
Ha preparado dos cuerdas gruesas, está esperando el momento...
Demian se ha tomado las dos bebidas y por fin al cabo de diez minutos a caído sobre el sillón, Amanda camina lentamente y despacio acercándose a él, comprueba que no se despierta dándole dos manotazos sobre los hombros.
Damián está completamente inmóvil, Amanda lo coloca boca abajo, y le pone los brazos sobre la espalda, atándoselos bien fuerte con una cuerda, luego le levanta las piernas hacia la espalda atándoselas a la altura de las manos, y atándole también los tobillos, y le coloca una mordaza sobre la boca.
Con todas sus fuerzas, lo tira al suelo y lo arrastra, hasta llevarlo a una especie de baúl que hay en el salón, y que antes a vaciado sacando los esponjosos cojines de su interior.
Introduce el cuerpo de Damián y lo deja dentro, ya no le molestará más, ha cerrado el baúl con un gran candado, y se ha colgado la llave al cuello.
Amanda vuelve a respirar, ahora va a recuperar a Melissa, por fin...