¿Como debería empezar? Veamos, este capítulo de mi vida, ¿cuando empezó? Esta travesia que cambio mi vida por completo, ¿como inicio? Mmmm... ¡Ah! Bien, creo que ya lo tengo. Si, este es un buen punto de inicio. Comencemos.
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Lunes 7 de septiembre, año 2015. Son poco mas de las 5:00 am... y por alguna razón ya estoy despierto.
En un día de trabajo suelo levantarme a las 6:00 am, pero hoy sin querer me desperté mas temprano, y no tengo nada de sueño.
«Bueno, supongo que saldré mas temprano hoy de casa». Pensé.
No planeaba quedarme acostado con los ojos cerrados, o mirando al techo durante una hora, así que me incorporé en mi cama, restregue mis ojos y me puse de pie.
Caminé con pasos torpes hacía la puerta y salí de mi cuarto.
Primero que nada, fui al baño a atender mis necesidades.
Una vez que terminé, fui de vuelta a mi cuarto, apagué el aire acondicionado, ya que estaba haciendo algo de frio, y luego hice mi rutina diaria de ejercicio.
No soy muy entusiasta con el ejercicio, pero tampoco quiero ser un debilucho, por eso lo hago.
Mi rutina consiste en varios ejercicios principalmente aeróbicos, y de resistencia.
Cuando terminé, estaba un poco cansado y mi cuerpo caliente. Esperé y fui de nuevo al baño para ducharme.
Encendí el calentador de agua, y me di una ducha con agua tibia. Fue agradable y refrescante.
Cuando terminé me puse una toalla y fui a vestirme.
En mi trabajo no tenemos un uniforme fijo, pero en general la gente va formal o semi-formal.
En mi caso, hoy me puse un pantalón de vestir de color gris oscuro, zapatos casuales, una camisa de botón de manga larga color blanco y una corbata a rayas a juego con el pantalón. Luego, me peine. No me tomó mucho tiempo, soy de los que le gusta andar algo despeinados.
Ya vestido, fui a la cocina a preparar mi desayuno. Me puse un delantal y comencé a cocinar.
El desayuno es la comida mas importante del día, así que me aseguro de comer lo suficiente, pero también de forma equilibrada.
Terminé de comer, lave los platos y cepille mis dientes.
Saben, nunca entendí a esas personas que se cepillan antes de comer, es una práctica ineficiente la verdad. Digo, tus dientes volverán a quedar sucios después de que comas, dah.
Como sea, ya estaba listo para ir a trabajar. Podría quedarme un rato viendo televisión o haciendo cualquier otra cosa, pero prefiero no hacerlo.
Tomé mi maletín y salí de casa.
Cuando salí vi que el cielo estaba muy oscuro, como avecinando lluvia, por lo que me puse una chaqueta y tomé mi paraguas antes de partir. Por si acaso.
Entré en mi auto, lo encendí y comencé a conducir. Revisé mi reloj. Son las 6:34 am.
Como aún es temprano, no hay muchos autos circulando por lo que mi viaje hasta ahora es tranquilo y con poco tráfico. Pero la tranquilidad probablemente no dure mucho.
El cielo nublado me tiene inquieto. Densas nubes oscuras se extienden hasta donde alcanza mi vista. Parecen listas para desatar una fuerte lluvia en cualquier momento.
«Espero al menos poder llegar al trabajo antes de que comience a llover». Pensé mientras veía el oscuro cielo.
Como respondiendo a mis pensamientos, pero con ironía y burla, una gota de agua cayó en mi parabrisas, luego otra y otra.
«Debí suponerlo...»
A las gotas les tomó solo un momento multiplicarse de forma exponencial.
Las personas que iban por las aceras, rápidamente empezaron a correr buscando refugio de la fuerte lluvia que acaba de Comenzar.
Lo unico que se escucha ahora es el ruido del agua cayendo, el cual se mezcla con el aún mas fuerte ruido de los truenos. El cielo esta gris y opaco, solo los rayos que caen le dan por momentos vida a esta monocromática vista. El viento sopla fuerte, incluso se llevó los paraguas de algunas personas en cuanto estas los abrieron. Las calles estan resbalosas y es difícil conducir. Pero lo peor para mi es sin duda–
—Ughh, que frío... Odio esto.
—Dije mientras castañeaba los dientes.
Si, para mi, que soy friolero, sin duda lo peor es el tremendo frío que hace.
Es tal el frio que me siento como si no estuviera abrigado. Esto además de molesto, limita mis movimientos, ya que mi cuerpo se siente entumecido. Es como si fuera un animal de sangre fría. ¡No puede ser!
De hecho, a veces me sorprende lo baja que es mi resistencia al frío.
En fin. Continué conduciendo lo mejor que pude por las resbalosas calles, con mi parabrisas empañado y mi temperatura baja.