Capítulo 1: Eres tú (1.2)

  Fue un viaje complicado pero finalmente llegué a mi trabajo. 

  Conseguí un lugar para estacionar fácilmente ya que aún es temprano y casi nadie ha llegado. Y probablemente no lo hagan tampoco con esta tormenta.

  Bajé de mi auto con mi paraguas en las manos, pero en cuanto lo abrí, el viento me lo arrebató. No tuve mas opción que mojarme todo el camino del estacionamiento al edificio. 

  Corrí tan rapido como pude. Fueron varios metros pero finalmente entré al edificio. 

  Rápidamente me quite la chaqueta, la cuál ahora esta empapada y me quedé solo con la camisa, la cual también esta mojada. 

  Caminé hacia el escritorio de la recepción. Le voy a preguntar a la recepcionista donde puedo encontrar una toalla o algo para secarme.

  Angélica, la recepcionista, justo ahora esta haciendo algo en la computadora y no se ha percatado de mi presencia.

  —Buenos días Angélica. —La saludé.

  —Oh, ¿eres tu Mateo? Buenos días, llegas tempra– ¡Oh por favor, mirate como estas, pareces un perro mojado! —Su reacción fue como si hubiera visto un fantasma. Casi se cae de su asiento.

  —Si, lo se ¿Sabes donde hay una toalla o algo con que secarme?

  —Por supuesto. Te buscare una ahora mismo, no tardo. —Se levantó de su asiento y salió de su escritorio.

  —Oh, no tienes que molestarte. puedo buscarlas yo mismo si me dices donde están. —Angélica esta trabajando asi que no quiero molestarla demasiado.

  —Nada de eso querido, la buscare yo, insisto. Es mas, dame tu chaqueta también y así la pongo a secar por ti. Extendió sus manos para tomar la chaqueta.

  —...¿No vas a desistir por mas que insista, verdad?

  —¿Tu que crees cariño? —Me miró con una ceja levantada y una sonrisa.

  —OK, tu ganas. Muchas gracias. —Finalmente le entregué mi chaqueta. 

  No quería que dejara de hacer su trabajo por mi, pero bueno, así es ella. Siempre insiste en ayudar.

  —Ni lo menciones querido, ya regreso. —Me mostró una amable sonrisa. Acto seguido caminó hacia las escaleras. La observé hasta que se perdió de vista. 

  Por alguna razón, Angélica siempre usa las escaleras a pesar de que hay un elevador a la misma distancia de su escritorio. Debe tener sus razones, pero no se cuales son.

  Bueno, no importa. Para ti que lees, ella es Angélica Albino, la recepcionista. Una señora algo mayor, de piel rosácea, y mejillas regordetas. Una persona muy cariñosa y atenta con todos. Tambien es bastante hábil con la tecnología para su edad. Y es una gran fanática de los gorros, gorras, sombreros y otros accesorios para la cabeza de ese estilo. Siempre lleva uno puesto.

  Ya que Angélica me hizo el favor de buscar algo para secarme, me puse cómodo como pude para esperarla. Estoy mojado así que no puedo sentarme en los muebles de la recepción.

  Esperé, pero poco a poco empecé a perder la calma.

  Verán, la recepción normalmente tiene una temperatura templada bastante agradable, pero debido a que estoy mojado...

  —¡Rayos, que frío! Angélica, no tardes. 

  Sentía frio. Mucho.

  —Uff, ¿por qué seré tan friolero? Esto es horrible.

  Aun temblando, pensé en olvidar el tema del frio con algo. Lo primero que se me ocurrió fue revisar mi teléfono. Pero justo cuando iba a sacarlo recordé: «Espera, mi teléfono esta en mi bolsillo... Y no es a prueba de agua».

  Me quedé de piedra por un momento.

  En cuanto reaccioné, saqué mi teléfono de mi bolsillo rápidamente, lo encendí y prendió sin problemas. Estaba un poco mojado, pero bien.

  —Ahhhh —Respiré aliviado.

  Tomé un pañuelo del escritorio de Angélica y sequé el teléfono. Acto siguiente, comencé a revisar mis notificaciones recientes.

  La primera que abrí es de una página de noticias a nivel mundial que sigo. La noticia habla sobre la reciente oficialización de una nueva religión. Aunque parece más algo de carácter sectario.

  De cualquier forma, esta noticia atrajo mi atención. Comencé a pensar sobre esta: «nueva religión, ¿eh? Parece que los humanos enserio disfrutamos crear deidades. Es tan tonto, ¿por qué 'eso' permite que ocurran cosas así? ¿Qué valor hay en inventar seres súper naturales, darles un trasfondo y atribuirles el origen, razón, propósito, etc. de las cosas? Bueno, no es que me importe mucho realmente ya que soy ateo. Que caso tiene pensar en religión sino soy religioso, si no creo en nada... Espera, ¿realmente es eso correcto? ¿No creo en nada? Es decir, la confianza de l@s religios@s esta en sus dioses y en sus creencias. Pero, mi confianza ¿donde esta? Mmm.... Supongo que en los hechos irrefutables y la lógica. Eso quiere decir que... ¿tambien soy un creyente?... ¡Pero claro! ¡Ahora lo entiendo! esta es otra de esas cosas que los seres humanos tenemos en común, pero que no hacemos de la misma forma. Los seres humanos creamos dioses e inventamos reglas acerca de como seguirlos para mantener el orden, tratar de entender las cosas inexplicables en nuestras vidas y tener esperanza. Hasta los ateos que no creemos en deidades, ponemos nuestras esperanzas en la ciencia y la lógica. Es decir que los seres humanos compartimos el deseo de entender lo que pasa a nuestro alrededor, y los que no pueden o no quieren hacerlo, en su lugar evitan pensar en ello y se aferran a cosas ficticias, lo cual de algún modo los hace estar en paz con la incertidumbre, o al menos le da un significado flojo a esta.

  Oh vaya, entonces ¿sera esto también parte del gran plan de 'eso'? ¿Permitir que las masas hagan tales cosas para que no entren en pánico sobre su finito entendimiento? ¿Pero entonces porque no solo se aseguró de que hubiera un concenso a nivel mundial sobre lo que creemos? Quizás... ¿no le conviene? ¿Sera que no quiere ser descubierto y por eso confundio a las masas para que fueran en pos de cosas distintas? Si, probablemente sea eso. Algo así como la torre de Babel, porque sabe que si todos los humanos trabajáramos juntos para descubrir quien o qué, es él, podríamos hacerlo.