¿cuál Es Nuestra Razón?

Capítulo 1: Eres tú (1.3)

  La sala de descanso, una habitación bastante espaciosa que también funciona cómo comedor. Llena de mesas, sillas, un refrigerador, un microondas, una cafetera y también un televisor. Un lugar para que los trabajadores se relajen y coman. 

 

  Entré y divise a una persona, sentada tomando café. 

 

  —Hola Mateo, llegas temprano y– ¿tu ropa esta húmeda? 

 

  —Oh, hola Scarlet. Bueno veras es que me mojé cuándo venía entrando y– ¡Espera! ¿Qué haces aquí tan temprano? —Me sobresalte al finalmente percatarme de la persona tomando café. 

 

  Se trata de una amiga que trabaja en recursos humanos, Scarlet Tucker. Una mujer en sus treinta, morena, de pelo negro y liso que le llega a los hombros. 

 

  —¿Tan raro es? —Preguntó. 

 

  —Muy raro. —Dije mientras asentía con la cabeza. 

 

  La razón de mi sorpresa es que Scarlet es la trabajadora MAS IMPUNTUAL de esta empresa. En todos los años que tengo trabajando con ella no recuerdo un día que no haya llegado tarde a trabajar. 

 

  —Si, lo sé. La trabajadora mas impuntual llegando temprano. Tal vez el infierno también se este congelando ahora, jejeje. Aunque técnicamente, si estoy llegando tarde. Llegué unos minutos después de lo que tenia previsto.

 

  Mientras Scarlet hablaba, me senté a la mesa con ella. 

 

  —¿Enserio? Y ¿por qué necesitas estar tan temprano aquí?

 

  —No tengo otra opción —Se encogió de hombros—, las cosas han estado muy ocupadas en recursos humanos últimamente; despidos, contrataciones, pasantías, quejas de acoso anónimas. Y eso sin contar la ayuda que le estoy dando a un pequeño local en desarrollo que esta consiguiendo personal. Con todo el trabajo no tengo un momento libre y es estresante, por eso me he visto obligada a venir mas temprano para poder lidiar con todo. —Dijo exasperada. 

 

  Pude entenderla perfectamente. 

 

  —Te compadezco. Ya sabes, viví algo parecido cuando jubilaron al Sr. Edward. Tuve que pasar semanas trabajando solo hasta que encontraron un reemplazo. Fue agotador. 

 

  —Si, pero ahora tienes a Ana. Yo en cambio no he podido dar con un buen compañero todavía. Tengo a un pasante ayudandome pero no deja de ser difícil. Pude mantenerme un tiempo sin la Señora Teresa, ¡pero ya estoy en mi límite¡ —Le dio un golpe a la mesa— Ahhh... solo quisiera poder descansar más y poder pasar mas tiempo con mi lindo Isaac. Mi único descanso últimamente es cuando vengo a tomar café. En cuánto me termine esta taza tendré que irme... Ojalá no se acabara nunca. —Dijo mirando la taza con tristeza. 

 

  La Señora Teresa solía ser la compañera de Scarlet hasta hace poco. Pero la jubilaron antes de tiempo por problemas de salud, dejando a Scarlet sola en el puesto. En esta empresa, siempre hay al menos dos personas en un cargo para dividirse las tareas. Después de todo, nuestra función no es solo mantenernos a nosotros mismos sino también brindar apoyo en nuestras áreas de conocimiento a las personas, empresas, locales, etc. Que patrocinamos. 

 

  —...... —Después de escuchar las palabras de Scarlet me quedé callado. Con toda esa exposición me queda claro que esta muy disgustada. Probablemente nada que le diga la ayudara a mejorar su animo, así que simplemente no dire nada. ¿Palabras de conforte? Solo son mensajes mayormente vacios que no ayudan a resolver este tipo de problemas. 

 

  El silencio perduro unos segundos. Me levanté para agarrar el control del televisor y ver algo. A partir de ahí trataría de cambiar el tema de conversación. 

 

  —Que, ¿no vas a decir algo?

—Preguntó Scarlet, cuando me levanté. 

 

  —¿Ayudaría a que te sientas mejor o resolvería tus problemas que dijera algo ahora? 

 

  —Lo dudo, pero aún así sería bonito que lo hicieras. 

 

  «Lo siento, no soy fanático de este tipo de convencionalismos sociales poco fructíferos.»

 

  —Ok, que tal esto: Todo estará bien, debes ser fuerte. Tu puedes. Pronto llegará la persona indicada. —Dije con voz plana. 

 

  —Dejando de lado tu cinismo, no esta mal. 

 

  —Excelente. Bueno, seguiré en lo que estaba. —Tomé el control remoto y volví a sentarme.

 

  Encendí el televisor y comencé a cambiar los canales. De repente pensé en algo y me voltee para ver a Scarlet. 

 

  —Oye, respóndeme una cosa, ¿si estas al frente de recursos humanos, por qué te cuesta tanto encontrar un compañero? Es bastante irónico, ¿no crees?

 

—Es simple, no dejaré a cualquiera ser mi compañero. Necesitó a alguien qué sea capaz de seguir mi ritmo y cooperar funcionalmente conmigo. 

 

  —¿Eso mismo piensas sobre tus parejas románticas? Si es así, ahora entiendo porque sigues soltera. —Scarlet se caso una vez, pero actualmente esta divorciada. Por cierto, su "lindo Isaac" que menciono antes, es su hijo de 6 años. 

 

  —Cuidado Mateo, no deberías molestar a alguien que puede lanzarte café caliente. 

 

  —Sólo digo que no deberías ser tan exigente. 

 

  —Segunda advertencia. La tercera es la vencida. 

 

  —Ok, ok, no diré nada más.  —Conozco bien a Scarlet y se que no debo tomar sus amenazas a la ligera. 

 

  —Muy bien, así esta mejor. —Se calmó y siguió tomando su café. 

 

  Yo seguí cambiando canales hasta que llegué al de las noticias. Lo dejé.

 

  —Nos informan que la tormenta qque comenzó a primeras horas de la mañana ha estado provocándo daños en zonas residenciales. Vamos con Richard en el sitio para mas información. Adelante Richard. —Dijo una reportera a través del televisor. 

 

  La imagen cambio de la reportera en el estudio, a un hombre con un poncho amarillo tratando de no caerse por la brisa que lo enpuja. Puso el micrófono cerca de su cara y empezó a hablar. 




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