Cuando baje el sol de enero (estaciones #1)

11. Dependiente de ti

Cuando Lorena llegó a casa aquella tarde, se sentía más feliz que en muchas semanas. En honor a la verdad, el entrenamiento de aquella mañana y el pique amistoso con Beni habían tenido un efecto casi mágico sobre su ánimo, tanto que había llegado a olvidar la absurda pesadilla de la noche anterior. De hecho, ahora que temía volver a Zaragoza el fin de semana siguiente, casi se sentía valiente para hacerlo. Como le había dicho su madre al llevarla a Madrid, apenas eran tres semanas desde que se vieron por última vez, pero Lorena no podía más que maravillarse de lo rápido que volaba el tiempo. En su fuero interno, tenía que reconocer que la mayoría de sus miedos al llegar se habían revelado infundados, aunque tampoco quería confiarse; sobre todo en ciertos aspectos de su vida a los que no ayudaba del todo la aparición de dos ojos verdosos en su mente cada dos por tres. Sentándose ante el portátil, Lorena meneó la cabeza con cierta diversión.

«Es solo un buen amigo», se recordó por enésima vez mientras abría el blog como por inercia.

Hacía días que no lo tocaba, en honor a la verdad, pero era un impulso que pocas veces podía reprimir, sobre todo cuando estaba de buen humor. Esta vez, para su alivio, el hecho de ver fotos de su yegua Mégara y de ella de meses pasados no le provocó tanta desazón como un tiempo atrás; pero lo que le hizo aletear el corazón con una curiosa alegría fue ver la notificación en la esquina superior derecha.

“benidraws94@hotmail.com te ha seguido”

De inmediato, Lorena cogió el móvil y abrió la conversación con Beni en Whatsapp:

Lorena:

Hey!

Gracias por seguirme en el blog :-)

Eres un encanto

Beni:

Hey!

Nada, ya ves :-D

La verdad es que me ha llamado la atención nada más entrar, lo tienes muy bien montado

Aunque el tema es japonés para mí, te lo confieso xD pero aunque sea por el apoyo moral ahí estoy

Lorena:

Jajaja

No hay problema, se agradece igual ^_^

Y gracias por el halago, la verdad es que intento tenerlo lo más limpio posible para que se vea lo importante

Blogger 101

Beni:

Sí que está conseguido, sí

Como manía, te diré que quizá de diseño visual le daría un par de retoques, pero es cosa de deformación propia xD

Lorena torció apenas el gesto, tratando de no molestarse por algo que a todas luces era un comentario personal.

Lorena:

Bueno, quizá deberíamos sentarnos un día y mirarlo

Me encantaría escuchar tus ideas

La joven esperó la respuesta con el alma algo en vilo, sin saber si había sido demasiado severa. Para su alivio, Beni contestó enseguida:

Beni:

A ver, que quede claro que yo de código web no tengo ni repajolera idea

Pero si quieres lo vemos un día, claro que sí :-) por mí encantado

Lorena:

Vale

La joven se relajó casi sin pretenderlo. Por supuesto, Beni no tenía mala intención. ¿Cómo podía siquiera pensarlo? Si lo veía de manera fría, Lorena tenía que admitir que era un chico encantador y sin ningún tipo de malicia, por lo poco que lo conocía. En ese momento, recordó que no le había preguntado algo importante:

Lorena:

Por cierto, el jueves vienes a casa al final?

Beni:

Claro!

Sigue habiendo plan de ver de Juego de Tronos, no?

Lorena sonrió. No es que ninguno de ellos fuese especialmente «friqui» por norma, no más que la media; pero la adaptación de la saga del escritor americano George R. R. Martin era una de esas pocas excepciones a la regla en la que casi todos ellos, incluyendo a Hernán y a Marcos, coincidían en su interés y curiosidad por verla. Así, al llegar, Lorena se había enterado de que algún día querían hacer una sesión para ponerse todos al día con la última temporada que había salido.

Lorena:

Sí, eso tengo entendido

Beni:

Genial

Pues ahí estaré

Lorena contuvo un gesto encantado al leerlo, reprochándose acto seguido su emoción cuando su mente comenzó a anticipar de forma inconsciente ese momento. No podía pensar así en él, no era sano y no sería justo para ninguno de los dos. Aun así, ni viéndolo durante el resto de la semana en el gimnasio ni tratando de focalizarse en otras actividades, consiguió evitar el incómodo pensamiento de que, quisiera o no, Beni empezaba a interesarle más de lo que jamás querría admitir.

En concreto, ese jueves a las ocho de la tarde, Lorena se encontraba arreglándose frente al espejo cuando sonó el timbre de la puerta y la joven notó que el corazón le daba un vuelco. Por enésima vez en esos últimos días, se recordó que no quería salir con nadie hasta que no superase del todo el recuerdo de la traición de Víctor, algo que consideraba que aún no había sucedido. Además, cada vez que las mariposas volvían, se recordaba que era el mejor amigo de Fran y no quería romper ese vínculo entre ellos dos. Sin embargo, aunque ella hubiera querido hacerlo, alguien se había adelantado a abrir cuando ella salió del dormitorio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.