Cuando el destino llama

Capítulo 8

Nos tomó un poco de tiempo explicarle a Jaqueline la situación y por supuesto, hacer que nos creyera. Ginger tuvo que crear una ilusión “rápida” como evidencia de la historia. Los primeros 17 minutos fueron de incesante llanto desesperado, luego vino una secuencia de enojo injustificado hacia mí y finalmente la aceptación.

Salí de la casa para respirar un poco y me senté en los escalones. La noche era fría pero a mí me sentaba muy bien, dirigí mi vista al cielo y vi las estrellas brillar con intensidad. Creo que nunca había visto un cielo tan estrellado en mi vida, mi atención se centró en dos luceros en lo alto del cielo.

-Dos lunas ¿ah? –Dije ya sin sorprenderme-. Supongo que ahora sí es seguro que no estoy en Ellicot City.

-¿Ya te hiciste a la idea tú también? –Nycolai salió de la casa con una taza de lo que parecía café, porque el olor llegó hasta mis fosas nasales.

-Tómalo. –Dijo sentándose a un lado mío y ofreciéndome la taza de café-. Esa amiga tuya es muy….

-¿Difícil? –Completé su frase.

-Iba a decir que es diferente a ti. No parece que ustedes se lleven bien.

Ahogué una carcajada, por supuesto que no nos llevábamos bien, éramos como el agua y el aceite. Pero eso ya no importaba, al menos no en este mundo. Las palmas de  mis manos estaban cálidas debido al contenido de la taza, podía ver el vapor de éste subiendo y formando espirales en el ambiente para luego desaparecer.

-No somos las más grandes amigas, eso es seguro. –Comenté y le di un sorbo al café.

-No parecía muy conforme con la situación en la que se encuentra. Por la forma en la que te habló antes.

-Ya estoy acostumbrada a que me hable asi, pero hoy no me encuentro con ánimos de discutir con ella. Ha sido un largo dia y han pasado muchas cosas.- Bebí otro poco-. Además, quiera o no, tendrá que acostumbrarse a estar aquí, al menos hasta que encontremos una manera de regresar a nuestro mundo.

Nycolai no parecía muy convencido por lo que acababa de decir, pero no dijo nada con respecto a Jaqueline de nuevo. Al contrario, se centró en el tema más importante de ahora.

-Solo hay un modo de volver. –Dijo mirando al campo-. Si realmente eres la Novalión, podrás regresar a tu mundo una vez hayas completado la misión que la diosa te ha encomendado.

-¿La misión que me fue encomendada?- Repetí.- En realidad no me queda del todo claro, pero,  ¿es la de salvar a su clan del rey no?

-En teoría si, Charioce busca deshacerse de nosotros por una estúpida venganza suya y no se detendrá hasta que el último miembro del clan haya muerto. Es por eso que tú estás aquí.

-Ginger me habló de eso antes, algo sobre que no hay luz sin oscuridad. –Di el último sorbo a la taza de café.

-El clan de la sombra no se llama asi por que suene genial el nombre. Es porque toda su gente tiene la manipulación de las tinieblas. Sin nosotros la oscuridad se extendería sin control alguno. Las personas que habitamos esta villa somos las únicas que se interponen entre el mundo como se conoce y una oscuridad absoluta.  Solo ese ignorante rey no quiere darse cuenta de ello. –Hizo una mueca desagradable. No sabía que decir, no podía imaginar el cómo se sentiría ser perseguido simplemente por el linaje de nacimiento.

Todas estas personas eran inocentes y su existencia era completamente necesaria en este mundo, y ahora estaban en un gran peligro. Eso me hizo enojar asi que me puse de pie de manera un tanto brusca.

-Ya lo había dicho antes, pero ahora estoy 100% segura. Ustedes están en problemas  por culpa de ese hombre y si cumple su cometido todos los seres de este mundo también lo estarán, asi que, voy a ayudarlos. Solo dime que hacer.

Nycolai esbozó una sonrisa en respuesta a lo que acaba de decir, nos miramos un par de segundos, la verdad es que sonriendo él realmente parecía alguien agradable. Nadie pensaría que es un poco grosero.  Jaqueline salió de la casa, aún tenía sus ojos un poco irritados por haber llorado, al menos ya se había limpiado el maquillaje escurrido de la cara, de lo contrario tremendo susto me hubiera metido al verla salir  de ese modo en medio de la noche.

-Am… Camile ¿Puedo hablar contigo un momento? – Su pregunta sí que me sorprendió, que ella tratara de hablar conmigo era toda una hazaña, sin embargo, se veía decaída como si estuviera apenada o algo asi. Nycolai se puso de pie y entró en la casa dándonos algo de privacidad.

-¿Sucede algo? –Pregunté. Se acercó a mí con la mirada baja, esa forma de actuar empezaba a preocuparme un poco. –Oye Jaqueline ¿estás bien?

-Yo… lo siento. –Dijo por fin y me abrazó de manera inmediata. Yo me quedé perpleja-.Por la manera en que te hablé antes –Continuó.- Sé que no es tu culpa que estemos aquí. Además salvaste mi vida antes y no te lo agradecí. Muchas gracias.

-No fue nada. –Dije y la aparté lentamente, este era un aspecto que jamás había visto en ella. Pero eso no importaba ahora, tanto ella como con Evan, debíamos estar unidos ahora más que nunca.

-Con lo que habían dicho antes… ¿de verdad tenemos que pelear contra un rey?

- Ustedes no, yo. –Dije con seriedad y la rubia me observó sorprendida. Ya no dijo nada más.

Entramos en la casa de nuevo. Evan, Ginger y Nycolai estaban sentados en la mesa hablando sobre lo que creo que debíamos hacer a continuación. Pero guardaron silencio en cuanto nos vieron entrar.

-Es suficiente.  –Dijo Nycolai poniéndose de pie.- Debemos descansar por hoy.

No podía estar más de acuerdo con eso, este había sido un día de locos. Lo único que quería ahora era descansar un poco y dormir en una cómoda cama. Ginger nos llevó a una habitación en la segunda planta, la cama no era muy grande y estaba cubierta de pieles y lana al buen estilo medieval. Noté como Jaqueline hizo una mueca desagradable ante la habitación y arqueé los ojos, ya me esperaba esa reacción de su parte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.