Me reuní con Ness y Sam. Necesitaba desahogarme, pero en ese momento era tan complicado de explicar:
-Ey Alex, ¿ha pasado algo?.
-No dormí bien anoche.
-¿Por qué no vamos a ver si están los chicos de ayer?.-comenta Sam.
-No están.-contesté.
-Y tú, ¿Cómo lo sabes?.
-Llevo aquí toda la mañana y no los he visto ¡te sirve!.-contesté con brusquedad.
-Quería verlos. Estuvo bien, ¿no crees?.
-Sam ¿Te gusta el que baila?.-pregunto.
-Sí Alex, no estaba mal.
-Mis padres me van a mandar a otro país. No puedo meterme en más líos.
-Bueno, yo no he dicho que tú lo hagas.-Sam ríe.
-Siempre discutís por lo mismo.-se queja Ness.-Si Sam se quiere enrollar con esos tíos, que lo haga. En cuanto a ti, Alex, afloja un poco.-tenía razón.
Llegamos a la cafetería a tomar un helado, nos sentamos en una mesa junto a la gran vidriera, viendo a través de ella el ir y venir de la gente. Sam tenía la curiosa manía de pedir al camarero que decidiera por ella mientras coquetea, de pronto gritó «hoy es mi día de suerte pequeñas mías» y sale disparada hacía el exterior. La seguimos con la mirada tan rápidamente que parecía hacerlo ciento ochenta grados, viendo pasar a la pandilla de Crash montados en sus tablas de skate. Retiro la mirada:
-La ignorará.-comenta Ness.
-Yo no estaría tan segura.-trato de animarme.
-¿En serio te caen tan mal , Alex?.-pregunta Ness.
-No.
-Sé que ha habido piques pero sanamente.
-Lo sé.
-¿No te lo estarás tomando como algo personal?.
-No, ya me disculpé.
-¿Cuándo?.-me rasco la cabeza.
Un minuto de conversación me había bastado para resumirlo:
-Tienes un mal día, lo entiendo.
-No quiero que piensen que todas somos como Sam.
-No tienen ningún motivo para que piensen eso. Relájate.
-Bueno, ya me voy. Hoy voy a salir a comer con Nath y Khol.
-Te acompaño.
Mientras abono la cuenta, Ness sale para despedirse, lo que Sam aprovecha para presentarla de manera formal. Vanessa se incorpora a la conversación, tanto que parecía haberse olvidado de que la estaba esperando. Me marcho.
Ya por la tarde, Ness me llama, pero solo escucho una algarabía imposible:
-Ness, no me digas que aun estáis con....
-Sí, Alex.-a lo que otra voz contesta:
-Cuando queráis nos la podéis presentar.-a lo que Sam contesta:
-Ya la conocéis. Es la chica con la que tuvisteis el problema ayer.-la escucho reír.
-¡Ah!, ya. Ayer, hoy, y siempre tendré problemas con ella. Me cae como una patada en el estómago. Es una arrogante.
-¿Qué imbécil ha dicho eso, Ness?.-carraspea antes de contestar.
-Crash. No te lo tomes a mal, ya sabes. La amabilidad no es tu punto fuerte, Al.
Me ofusco tan rápido que deseo arrancarle las entrañas con mis uñas. Vanessa los interrumpe:
-Ya basta. No os metáis en mi conversación.
-¿Cómo qué hoy también?.-protesta Sam.-Ella no nos ha dicho nada.
«¿Se puede saber qué narices la importa a esa entrometida lo que yo hiciera?» los deteste todos.
-¿Se puede saber qué narices pasa?.-pregunto.
-No pasa nada.
-Después hablamos. Así es imposible.-me quejo y cuelgo.
Me vuelve a llamar. Me cuenta que han quedado con ellos en la pista de Skate en la noche, «Lo que faltaba... ahora una cita» me dije, la cosa no pintaba bien:
-¿Sabes? Tyler dijo que no tenía nada que hacer ahí. No quería ir. Ricky le suplicó porque le gusta Sam. Ella no escuchó nada de esa conversación ¿entiendes?.
-¿Y?.
-No debe enterarse. El pobre de Tyler aceptó de no muy buena gana.-Respiré tranquila.
-Lo siento por Sam.
-Quizás tenga novia.
«¿Novia?, ¿Quién ha hablado de novia?, nadie por lo tanto eso no podía ser posible». Eso esperaba. Me cabreaba el hecho de pensarlo y no debía ser así.
-En realidad no me apetece ir. Y soportar las histerias de Sam cuando se de cuenta de que el breaker pasa de ella.-comenta desganada Ness.
Al otro lado de la ciudad de donde daría lugar aquella cita estaba yo, víctima de la tarde más aburrida... no podía sacarme de la cabeza todo lo acontecido. ¿Qué podía hacer para curarme de esa afluencia de sentimientos negativos?. La solución estaba en la cocina. Cogí una gran tarrina de helado, de esas que cuando empiezas a comer no te das cuenta de que te lo has terminado. Con él en las manos me dirigí a mi dormitorio, cerré la puerta, puse música y me tumbé en la cama, boca abajo. La intención era que subiera mi autoestima, apenas lo saboreo.
Vanessa volvió a llamar, para tratar de convencerme de que la acompañase. Decidida salí para ir al encuentro de ella y Sam, esta podría ser una buena ocasión. Llegamos justo a tiempo de impedir que nuestra amiga hiciera el ridículo de su vida:
-¿Se puede saber donde vas así?. Hemos quedado en un parque, con unos chicos que no tienen nada que ver con nosotras, dicho sea.-se mofa Ness.
-Yo tengo mucho estilo, Crash caerá rendido a mis encantos. Los llevaremos al Sephora. Quiero llamar la atención de él como sea.-abrimos los ojos como platos. Ese pub no era apropiado para... suspiro.
-¿Al Sephora? ¿de verdad?.-sonríe. No entendí su intención pero no me gustaba. Ness se cruza de brazos molesta.
-¿Sabes que van a hacer el ridículo ellos allí, verdad?.-Sam se encoje de hombros como si no la importase.
#394 en Joven Adulto
#1146 en Novela contemporánea
amistad amor ilusion tristeza dolor, amistad amor odio y promesas rotas, amistad amor odio y traición
Editado: 18.05.2025