CAPÍTULO CINCO – MIN HO

CAPÍTULO CINCO – MIN HO

“Die For You”

El avión anuncia que llegamos a Los Ángeles y no tengo idea que voy a hacer, llamo a Taeyung y me dice lo tonto que soy, que su nombre era Daila y corta para enviarme un mensaje.

D1912A:

D = D

1 = A

9 = I

12 = L

A = A

Será por eso que no tienes pareja. Le pedí ayuda a un amigo y su localidad es por Los Ángeles, calle **** 12** y su número 9********

Daila… bonito nombre.

☆♡☆♡☆♡

Respiro hondo tratando de quitar los nervios que tengo. Será algo fácil, le diré que quiero ayudarla y me dejará, fin. Si puedo.

Es una chica… que todavía no la conoces bien… Min ho

Quito el pensamiento y me atrevo a tocar dos veces la puerta. Al abrir me encuentro con un señor en pijama, me pongo tenso al instante.

—¿Busca a alguien?

Sí, a una chica llamada Daila…. ¿será su padre? ¿Taeyung se habrá equivocado de dirección? ¿O tal vez yo?

No sé qué decir, me quedo pensando qué decir al señor del frente, cuando escucho una voz de una chica. Bonita voz.

—Señor, ¿quién es? —pregunta la chica de cabello rojo. ¿Será Daila?

—Te busco, digo, tengo que hablar contigo —digo nervioso

—¿A mí? ¿Qué pasa? —dice normal, al frente del señor. Se ve tan segura

Al momento de abrir la boca, se escucha un grito adentro, el señor sale corriendo hacia el sonido.

—¿Necesitas algo? No tenemos tiempo

—¿Eres Daila? —pregunto. Tengo que salir de dudas

—No… ¿y tú…?

—Min ho. Digo, Jake.

Al decirle, su rostro cambia a sorpresa. ¿Me conoce?

—Jake… de…

—Flindi

—¡Dios santo! ¡Pero sí que eres muy guapo!

Lo sé, aun así, no tengo pareja porque tengo una maldición.

—¿Me dejas entrar? —pregunto nervioso

—No. Daila no puede verte —se queda callada por un segundo y aclara, —Digo, D1912A

—Ya sé que se llama Daila desde que vine aquí. Te pregunte…

—Oh cierto, dios, eres genio

—¿Qué? —respondo sin pensarlo

—Daila dijo que la persona que sepa su usuario lo llamaría genio, así en el mundo no se encuentra a personas tan inteligentes. ¿Podría esperar un rato?

—Ok.

¿No piensas decir nada, Min ho? ¡Taeyung, tu mejor amigo, es un genio, no tú!

Pasan unos minutos que parecen horas cuando por fin abre la puerta la pelirroja con una sonrisa en la cara, —Sorprendela, muchacho. Sé bueno con ella, sino yo misma haré miserable tu vida.

Sí que esta chica me da miedo.

Me adentro a la casa, es amplia y cómoda. Nada como mi casa, que es amplia y solitaria, sin vida. Observo al señor en la cocina y luego una habitación semiabierta.

—Por aquí —me guía ella, —Ah cierto, me llamo Silvia. No me meteré contigo pero allí tú

—Vale, gracias

Cierro la puerta detrás de mí observando al cuerpo sentada en la cama, con la cabeza abajo.

—Hola Daila —digo quitando el silencio denso que hay, ella levanta la vista y me la encuentro que tiene los ojos rojos. Lloró mucho. Al observarme se queda extraña, tal vez no sabe quién soy, —Soy Min ho y…

—No quiero ayuda social, fuera.

—No soy… ayuda social.

Mis mismas palabras. El mismo tono. Ahora entiendo a la otra persona, aunque no la conociera, me lastima verla así. Tal vez para los que la conocen, sea peor el dolor de verla débil.

—¿Y entonces quién eres? ¡Fuera!

—Soy Min ho. Digo, soy Jake de Flindi —al decirlo, se queda con la palabra en la boca. Tal vez no esperaba verme pero ya no tiene opción, —Estoy seguro que quiero ayudarte, tus palabras…

—¿Cómo supiste mi dirección? ¿Por qué estás aquí? —pregunta confundida, abrazando una almohada a su cuerpo

—Yo… me preocupé, necesitaba que estés bien y vine aquí.

—De seguro ya me conocías. ¿Sabes que es malo mentir que uno es de otro país para ligar a tu vecina?

Ligar… ¿a mi vecina? Dios, qué equivocada está.

—Soy de Corea y como me ves, tengo veinte años. Y tengo las maletas fuera con mi pasaporte. A lo que venía, es que me preocupé por ti, quiero ayudarte. Me quedaré una semana aquí, así que no estás sola.