Cuando las luces se apaguen (terminado)

CAPÍTULO VEINTITRÉS – DAILA

 

CAPÍTULO VEINTITRÉS – DAILA

“ELEVEN”

 

Cada día que paso con Min ho, mi corazón está latiendo rápido, no lo entiendo.

Cada día que no paro con él, mi mente lo recuerda y rio al pensar en sus palabras.

Cada día que tengo una pesadilla, sus palabras se sitúan en mi mente.

O cada día que recaigo lo recuerdo como la luz que me impulsa a superar de una oscuridad que creé desde pequeña.

Y después de ello, cuando lo veo de nuevo, lo veo tan guapo que… pienso que me gusta más él que mis anteriores novios.

Ahora, me encuentro en la cocina preparando unos cereales, mientras que él está preparando huevos y tostadas. Hablamos seguido y aprendo de él, ya no recuerdo muy bien como era allá pero me gusta estar aquí, con él.

Salgo con el plato de cereal y me voy hacia su cuarto, su mamá me dio permiso que puedo hacer lo que sea con su hijo, que merecía estar con él porque era un buen chico. Los otros días, su padre, estaba festejando que su hijo no fuera gay. Me dio rareza pero lo ignoré.

Es bueno que no recuerde a Celia y sus palabras hirientes, todo lo estoy dejando al pasado gracias a Min ho, Silvia, Taeyang y los demás de la universidad.

Se abre la puerta, mostrando a una Silvia asustada… se sienta a mi costado y dice, —Besé a Taeyang sin querer, dios mío. Esto no, yo no soy de… ¡Diablos!

Ni siquiera yo he besado a Min ho… ni lo pienses. Eso es malo, somos amigos que fingimos ser novios… sí, eso somos.

—¿Con Taeyang? ¿No qué lo odiabas? —pregunto confundida, el otro día vino molesta que él la hizo sentir como una fácil y no le gustó.

—Lo odio y lo amo. ¿Eso es amor?

—No sé, hay muchos tipos de amor… ¿te gusta?

—Sí, mucho, no sabes cuanto

Eso me recuerda a Jake, sus palabras eran muy lindas. Siempre lo voy a recordar como un buen tipo que me ayudó pero no funcionó.

—Vaya…

—Ese beso… nos llevo a la otra cosa, en su casa. Dios, estaba ebria, él también. Esto me recuerda a una película de amor. Tú sabes que de una noche, me voy con otro chico, pues con él no es lo mismo. Quiero seguir con él…

—Te gusta mucho, ya veo.

Se abre la puerta, mostrando a un Min ho tranquilo, con una toalla de mano en su hombro, se ve tan guapo, tan increíble como está….

—¿De qué hablan? —pregunta él, curioso, —Lo siento, pero sentí que había chisme de mujeres y quise intervenir, tengo que hablar a solas con Daila..

—Oh sí, conversen. Yo tengo que irme a un lugar, tengo que aclarar algo con alguien —se voltea y se va por la puerta, Min ho cierra con el pestillo y me mira sonriente

—¿Por qué cierras con seguro?

—Porque… quiero hablar contigo pero pienso que vas a huir. ¿Cómo estás?

—Bien, dejé algunos pensamientos en el camino. Pero estoy bien.

—¿Estás preparada? —dice de pronto

—¿Qué?

—¿Recuerdas lo que te dije de mi caso? —se arrodilla al frente mío, —A mí me apoyó Taeyang, yo fui el factor de levantarme de ese vacío pero necesitaba a otra persona más profesional. Daila, yo sé que puedes sola, pero aun así, necesitas a alguien profesional que te ayude en algo serio.

Sé a donde se iba, no, simplemente le tengo miedo. Contar lo que pasó con Celia y las demás, no, eso no. Me levanto de pronto dejando a Min ho arrodillado. Muevo la cabeza a ambos lados negándome.

—Daila…

Mi mente me recuerda las cosas feas, las cosas que posiblemente va pasar.

¿Lo viste? No te quiere, Daila.

Eres un bicho sucio.

Piensa que estás loca.

Estás enferma, Daila. Bicho sucio para la basura

Estoy negando a todos lados. Me encuentro arrodillada en mi mente, mientras que sombras oscuras se muestran como Celia y los otros.

¿Por qué no mueres de una vez?

Bicho raro del cumpleaños aburrido

Estoy decepcionado de ti, pronto saldrás de esto.

Hija, no pasa nada. Puedes irte a Los Ángeles… vete que ya no quiero verte.

Eres un diamante puro, no dejes que te digan cosas bonitas, ya muere.

Sé que puedes sola, pero quiero que seas una loca.

¿Por qué ella es nuestra amiga? Da asco

¿Por qué no pruebas en coquetear a los profesores?

¿Por qué otra vez, hija? Ya te dije que no lo hicieras

Eres fea, muy fea

Basura es tu segundo nombre.

Lloro por dentro diciendo que se callen, me tapo los oídos, cuando exploto y grito —por dentro —estoy harta de escuchar lo mismo de ellos, cada cosa bonita se convierte en algo feo. Cada cosa fea se convierte en palabras hirientes, siempre es lo mismo, yo llorando mientras los otros más altos que yo, se rien de lo miserable que soy.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.