Cuando las luces se apaguen (terminado)

CAPÍTULO TREINTA Y OCHO– HA-NEUL

 

CAPÍTULO TREINTA Y OCHO – HA-NEUL

“Polaroid Love”

 

Cuando le dije lo guapo que es Min ho era verdad. Si lo hubiera conocido antes, me hubiera enamorado de él…. Aunque lo veía más como un amigo je.

Conocí a Lee Hyun en mi departamento, es mi vecino. ¡Dios de hombre! Es muy guapo que caí de rodillas cuando lo ví. Como explicarlo, si esto fuera una película, la canción sería Polaroid Love de ENHYPEN y el género sería una comedia romántica.

Pasamos desde errores tontos hasta los amores tan ardientes, pero no quiero dar detalles. Hacerlo lo hace un poco raro. Sigo, como explico mi amor por él si es perfecto.

 

POV 

KIM MIN HO

 

La primavera anunció su salida. Temprano hubo un arcoiris que le dije a Daila que lo observara, dijo que era tan hermoso y opiné lo mismo.

Ahora era de noche, le tomaba unas cuantas fotos y ella reía en ellos. Era tan hermosa y hermoso el momento que si fuera un sueño, por favor nunca me despierten.  Daila llevaba una rosa en la mano y yo tenía la cámara, nos encontrábamos en el pasto echados mirando el cielo, estaba nervioso porque era el momento perfecto. Lo tenía pensado hace tiempo que era por fin el momento.

No habría nada malo ¿no? No habría nada que ella pueda llorar. Cuando le conté a mis padres y a sus padres, se emocionaron, me dijo que iba ser valiente para dar otro paso en la relación, pero estaba más nervioso allí.

—Daila…

—¿Sí? —dijo ella

—Tengo que decirte algo.

—Yo también. Algo importante.

—Ok, dilo —dije, mi petición puede esperar unos minutos

—Ok, vale. Traje una caja de luz de bengala, hay que prenderla.

Obedecí y prendí dos luces de bengala, a su costado tenía el diario que anotaba y la rosa en una hoja. El día se hizo más oscuro y quedaba a la vista aquellas luces chispeantes entre ambos. Ella habló.

—Traje esto porque es muy importante para nosotros, es como sello de ambos. Cuando las luces se apaguen, hay que pedir ayuda…. Pues yo quiero decirte que —mira hacia un lado de la mochila y quedo en blanco. No, no, no. —¿Te quieres casar conmigo, Min ho? —pregunta nerviosa y al mismo tiempo contenta

—No

—¿Por qué? Pensé que querías casarte conmigo…

—No, sí quiero pero no de esa forma —digo decepcionado. Le muestro la caja y Daila queda en blanco, —Yo pensaba decirte eso.

—¡Ay dios! ¡Nada paso aquí! ¿Qué te estaba diciendo? Haz como si no hubieras escuchado nada ¿vale? Yo no sé nada. Mejor dime, que querías decirme —dijo haciendose la tonta, reí y obedecí.

—Daila. La  chica que no confiaba en ella misma, la chica que me enamoré sabiendo que ella el primer día dijo que no lo hiciera, la chica que me hizo sentir celos por primera vez, la chica que fue mi amiga y mi novia…. Daila, ¿quieres casarte conmigo?

—¡Sí! ¡Claro que sí, Min ho! —dijo ya cuando la luz se apagó.

 

 

 

 

 

 

 

 




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