Cuando nuestro amor florece

25 | Ceder ante lo que sentimos

1 de febrero de 2021

Giselle

Claire llevaba durmiendo en casa de James unos días y seguramente lo haría hasta que sus padres regresaran de China, sin embargo, esta noche planeaba quedarse en casa de una amiga.

—No voy a negar que jugar baloncesto con ustedes me ha hecho muy feliz —les dije a los niños con una sonrisa en el rostro, llevaba a Rosalie de la mano izquierda mientras que Jayden caminaba a nuestro lado.

—Señorita April, en verdad usted se ha convertido en una madre para nosotros. Todo el día está a nuestro lado acompañándonos y además, es linda y amable...¿No le gustaría convertirse en nuestra mamá? —Al oír lo que dijo la más pequeña juro que casi me da un infarto.

Estos días no he podido evitar remontarme al pasado, recordar cada momento que viví con el amor de mi vida...Por aquel motivo es que he tenido que alejarme de James, porque no dejo de pensar en él y si le permito que continúe acercándose a mí, sé que voy a terminar en su cama y enamorada de él.

Al escuchar lo que la niña me dijo, no pude evitar pensar en que habría deseado que James se conviertiera en mi esposo y en el padre de mis hijos.

—Oh, no puedo hacer eso...Tal vez ahora no lo entiendas bien porque eres pequeña, pero, tu papi está con mamá y no estaría bien que interverga en eso. —Le di una sonrisa, esperando que ya no insistiera en lo mismo.

—Mamá no quiere a papá, y papá no quiere a mamá, pero, usted es muy amable y bonita. Por favor, por favor, por favor...—Rosalie empezó a dar pequeños saltos.

—Rosalie detente, estás incomodando a la señorita April —Jayden le regañó.

—No, está bien, Rosalie es bastante pequeña como para entenderlo —le sonreí al mayor—. ¿Quieren ir por un helado o quizás waffles sea una mejor opción?

—¡Waffles! ¡Waffles! —Rosalie celebró, suspiré con alivio al darme cuenta que se había olvidado del tema.

—¿Y tú Jayden? ¿Prefieres waffles o un helado?

—También me gustaría comer waffles.

—Vamos por esos waffles...

Llevé a los niños a una crepería, luego de regreso a casa para que pudieran cenar. Y una vez el reloj dio las ocho y media de la noche, los acompañé a acostarse.

Me encontraba en la sala, sentada en uno de los muebles principales usando mi teléfono cuando Irene me interrumpió.

—Mi madre enfermó por lo que me tomaré unos días de descanso para cuidar de ella, espero no le moleste tener que hacerse cargo de los quehaceres de la casa en lo que no estoy. El señor James ya está enterado así que no le tomará por sorpresa mi ausencia.

—No te preocupes Irene, no me causa ninguna molestia. Espero honestamente que tu madre mejore y tómate todo el tiempo necesario para cuidar de ella —le sonreí, la mujer era muy amable y cálida—. Te deseo buena suerte, hasta luego.

—Hasta luego señorita April. Cuida de esta familia mientras regreso por favor.

—Los cuidaré, no te preocupes.

Vi como se abandonó el departamento, pensé en correr a revisar el escritorio de James, pero, evidentemente él vendría pronto por lo que decidí no hacerlo y evitar levantar sospechas. Al inicio, cuando apenas llegué a Londres, creí que iba a tener que averiguar por mis propios medios cualquier cosa, y a pesar que no he llegado a tener contacto alguno con los señores Windsor, lo que he descubierto por James, Andrew y Claire es más que suficiente.

Estuve hablando por teléfono con mi hermana durante un tiempo, tuve que colgar cuando escuché la puerta. Seguí usando el teléfono celular hasta escuchar aquella voz del hombre que me vuelve loca:

—Buenas noches April...—susurró con esa voz tan sexy que me ponía los pelos de punta.

—Buenas noches señor Windsor —le respondí sintiendo que mis piernas temblaban, esperé que pasara hasta llegar a su dormitorio o a su escritorio, pero, el corazón se me cayó al suelo cuando se sentó a mí lado—. ¿Necesita que lo ayude en algo?

—Hay muchas cosas en las que necesito de tu ayuda...Señorita April, no me gusta que usted esté tan distante de mí.

Me mantengo lejos de ti porque me vuelves loca.

—Creí que lo que usted necesitaba era que me distancie de usted —le dije mientras dejaba mi teléfono de lado y volteaba a verlo, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza al notar la forma en que me estaba mirando.

Este hombre va a acabar conmigo.

—¿Te pedí que te distancies de mí? —Me preguntó colocando una de sus manos sobre mi pierna.

El aire se me estaba acabando.

—Usted no me lo pidió, señor Windsor...—se me cortó la voz, su mano dibujaba líneas imaginarias en mis piernas.

—No hagas lo que no te pido entonces —respondió llevando su mano a mi mejilla. Joder va a besarme.— Creo que hay un asunto pendiente entre los dos.

—Creo que sí...—murmuré con nerviosismo.

Sin darme tiempo a acostumbrarme a su cercanía, se acercó a besarme con fiereza. El aire se atascó en mis pulmones mientras le seguía el ritmo del beso, mordió mi labio con pasión sacándome un pequeño gemido.

Besarlo de esta forma solo es una manera de confirmar todo lo que siento por él.

Me besaba como si el mundo se fuera a terminar, colocó una de sus manos sobre mi espalda y yo lo tomé por el cuello.

Él cruzó la línea que estaba evitando pasar, y ahora que lo ha hecho, ya no existe nada que me detenga. Lamento estarle haciendo esto a Jackson, pero, me es inevitable no ceder ante las emociones que James me hace sentir.

Nos separamos por un segundo, con un poco de valentía volví a acercarme para besarlo con la misma pasión. Me sorprendió al tomarme por la cintura con fuerza.

Parece que esta situación va a seguir escalando, lo único que deseo es que él se haga cargo de mí esta noche. No sé si esto va a ser cosa de una noche o si lo que sentimos puede ir mucho más allá, al final no me importa en lo absoluto, solo quiero permitirme sentir junto a él.

—¿Quieres que vayamos a la habitación? —me preguntó cuando al fin nos separamos, con nerviosismo apenas pude asentir.




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