Cuando nuestro amor florece

26 | Su esencia

2 de febrero de 2021

James

Desperté en una cama que no era la mía, al lado de una mujer que no era mi esposa y que era la niñera de mis hijos.

Cuando la enfrenté anoche no esperaba que las cosas se nos salieran de las manos, esperaba confrontarla y conocer el motivo por el que había estado distante de mí, pero, terminé cediendo ante lo que sentía y cayendo por ella.

Vi su cuerpo desnudo a mi lado, April dormía profundamente.

Una sonrisa se apoderó de mi rostro al contemplar su belleza, no obstante, mi ceño se frunció cuando noté que tenía un lunar cerca de su seno derecho. Tal vez para cualquier persona sería solo un lunar, pero, para mí significaba algo más.

Giselle también tenía un lugar exactamente igual a ese.

¿Es esta una simple coincidencia o hay algo que no estoy viendo?

Antes de que pudiese hundirme en un abismo de dudas y suposiciones, la vi moverse y abrir los ojos. Cuando vio que estaba con ella me mostró una sonrisa que me estremeció por completo.

Estoy jodidamente enamorado de ella y es apenas ahora que pude verlo.

«Antes de conocerte creí que estaba muerto, ahora me has pintado con tus colores y me has enseñado que aún estoy vivo.»

—Buenos días April...—murmuré intentando que mi rostro no delatara la felicidad que sentía en mi corazón.

—Buenos días James...—susurró con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Estaba a punto de decirle algo más cuando me interrumpió:

—Deberíamos levantarnos, los niños se despertarán pronto y no quiero que comiencen a buscarnos —ella sonrió mientras se enderezaba con una sonrisa en el rostro—. Si los niños nos encontraran a los dos en la misma cama, no sé todo el desastre que podría ser.

—Me encantaría quedarme todo el día contigo —confesé con anhelo—. Pero tienes razón en que, si ellos nos encuentran, todo será un desastre.

—La ideal me fascina, aunque sabes que no puede ser así por lo cual es mejor que nos apresuremos. Voy a tomar una ducha, hay que preparar a Rosalie para que vaya a la escuela.

—Me haré cargo de ella, no te preocupes, tómate tu tiempo —le dije y ella asintió mientras se levantaba de la cama con la sábana envuelta alrededor de su cuerpo y salía corriendo hacia el baño. Sonreí en silencio, creo que su presencia ha iluminado mi mundo.

Me vestí lo más pronto que pude y me encargué de levantar a mis hijos. Peiné a Rosalie y luego de verificar que todo estuviera bien con ella, hice que los niños desayunaran lo que los había preparado y me despedí de ellos en cuanto el chofer vino a recogerlas.

—¿Se fueron los niños ya? —April apareció vestida con una sonrisa en el rostro, me sorprendió darme cuenta de lo preciosa que era cuando no llevaba maquillaje.

Me estoy enamorando profundamente de ella, y no sé que tan peligroso puede llegar a ser este amor.

—Dean vino a recogerlos hace un minuto, iré a prepararme porque debo ir a trabajar.

—Está bien, pero, antes de que lo hagas hay algo que me gustaría preguntarte.

—Puedes preguntar lo que quieras, April, así que adelante.

—¿Qué estamos haciendo? Quiero decir, hasta antes de ayer mi único papel en tu vida era ser la niñera de tus hijos, sin embargo, hicimos que todo eso cambiara anoche y hoy te pregunto directamente si lo que pasó fue algo de una noche, si fue una equivocación y tengo que olvidarlo o si esto cambia algo en nuestra relación. Soy una persona muy seria y me gustaría saberlo porque estoy muy consciente de que le fui infiel a Jackson anoche y que además tú tienes una esposa, que, aunque digas que no la quieres y que no la soportas en lo absoluto, sigue siendo tu mujer. Anoche creo que nos dejamos llevar por la emoción del momento porque apenas nos conocemos y estamos haciendo algo indebido.

Suspiré al escuchar todo lo que tenía para decir.

—¿Me dejas hablar primero? Antes que pierdas el control y comiences a hacerte ideas que no son April, quiero ser muy claro contigo a partir de hoy.

—De acuerdo, sí, puedes hablar...—Tomó asiento en el sillón e imité su acción.

—No soy la clase de hombre al que le gusta jugar con las mujeres ¿Está bien? Las únicas mujeres con las que he estado en toda mi vida son Giselle y Priscilla, la primera porque la amaba y la segunda debido a que mi padre eligió que me casara con ella, puedes ver que no soy un mujeriego y que no juego con ninguna mujer. Acerca de mi situación actual, tengo que hacerme cargo del divorcio y de que Giselle no termine afectada por las tontas decisiones que toma mi esposa. Lo que sucedió entre tú y yo para mí no es nada pasajero, todo lo que te dije anoche era cierto lo que quiere decir que me gustas y que nada va a volver a ser lo mismo. Si tú sientes lo mismo y estás dispuesta a dejar a tu novio por mí, entonces a partir de este instante podemos comenzar una relación seria que tendría que mantenerse en secreto hasta separarme por completo de Priscilla.

April se quedó en silencio, quizá pensando en lo que le estaba proponiendo.

No le mentía en lo absoluto, ella me gustaba y mucho.

—¿Estás enamorado de mí? Porque si tú me quieres de la misma manera en la que yo lo hago, no dudaré dos veces en romper con Jackson.

—Si no estuviera enamorado de ti April no me habría acercado como lo hice anoche —confesé.

—De ser así, mi respuesta es un sí a tu propuesta. Podemos empezar a salir a partir de ahora, buscaré una manera de romper con Jackson sin que sea un problema y tú hazte cargo de tu divorcio con Priscilla. Quiero que nos cuidemos y que no dejemos que nos descubran porque en serio tu esposa parece odiarme desde ya, y si ahora soy una mosquita muerta para ella después seré la zorra que se acuesta con su esposo.

—Priscilla ya no vivirá aquí, pero, mi hermana sí hasta que mis padres vuelvan. Por ahora no seamos muy evidentes, hasta que pueda solucionar algunos temas que tengo pendientes.




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