Cuando nuestro amor florece

28 | Ella quiere conocerlos

2 de febrero de 2021

Giselle

—¿Cómo te fue en el colegio? —le cuestioné a Claire apenas le abrí la puerta.

—Es bastante aburrido si puedo ser honesta, pero, dentro de eso todo bien —respondió con una sonrisa en el rostro, luego de entrar se recostó en el sillón—. ¿Dónde está Irene? Siempre es ella quien me recibe.

—La madre de Irene está enferma por lo que ella se ha tomado unos días para poder cuidar de ella, hasta que regrese me aseguraré de cumplir con todas sus funciones. Los niños deben estar por llegar, apenas lo hagan vamos a almorzar —Le expliqué. —¿Tienes mucha tarea por hacer?

—Tengo que resolver una tarea extensa de matemáticas, pero, me gusta hacerlo por lo que me entretengo con ello...Aunque eso no me importa demasiado ahora que me doy cuenta de algo.

—¿Qué pasa? —inquirí con una sonrisa de oreja a oreja.

Quizá todas las acciones de mi presente terminarán por arruinar el futuro que está por venir, no obstante, quiero disfrutar todo lo que pueda de este precioso presente que parece ser muy prometedor.

—Te veo bastante feliz... ¿Hay un motivo detrás de eso? —Comenzó a molestarme.

—Me gusta mucho estar aquí —fue lo único que le supe decir—. Los niños me hacen sentir viva, estar con ellos me hace ser feliz. Puede que ese sea el motivo de mi alegría.

—¿Es eso o porque compartes con mi hermano también? —enarcó la ceja. Bueno esta jovencita no tiene ni un pelo de tonta al menos. —April si algún día llegas a salir con mi hermano prometo que voy a ser la persona más feliz debido a que eres una gran mujer y mi querido James merece a alguien maravilloso como él a su lado...Andrew estuvo comentándome que Priscilla tuvo una discusión contigo la otra noche mientras venía a abandonar a sus hijos.

—Tuve una discusión con ella, solo que no fue la gran cosa. Es una mujer complicada, no pienso negarlo, y no estoy de acuerdo con que se haya ido de casa porque sí. No comprendo del todo lo que la motivó a dejar a los niños así, ni siquiera lo pensó dos veces...

—Me duele decirlo, pero la verdad es que a Priscilla nada le importan los niños, va a divorciarse de mi hermanito en cuanto halle la manera adecuada de obligarlo a darle una buena cantidad de dinero.

—¿Lo único que pide es dinero? ¿Ella no pertenece a una buena familia acaso? Su ambición es tan grande que a este punto no sé que pensar sobre ella, realmente no parece ser una buena persona o al menos eso es lo que creo luego de convivir muy poco con ella.

No entiendo para que estoy preguntando todo esto cuando conozco esta historia a la perfección, aun así, hay otros detalles que me gustarían conocer, detalles que han tenido lugar a lo largo de estos años que no he estado presente en la vida de James.

—Priscilla es una Lexington, su familia tiene una empresa de bienes raíces y a decir verdad tienen mucho dinero. Ella es hija única y pues, sus padres la acostumbraron a cumplirle cualquier capricho que tuviera y ahora es una berrinchuda de lo peor. Y no es que tú te hayas hecho una idea errónea de ella, la verdad es que incluso quienes la conocemos más creemos lo mismo que tú. Solo mis padres, o bueno quienes me adoptaron, han logrado tener una buena relación con ella.

—¿Ella no te agrada ni un poquito cierto? —me burlé sentándome a su lado, me encantaba pasar tiempo con ella. Después de todo ella es mi hermana de sangre.

—¿Ya no es evidente? Priscilla jamás me ha agradado.

—¿Tus padres se llevan bien con ella? —en todo caso ahora que estaba hablando con ella aprovechando que confiaba en mí.

—Priscilla y mis padres son el mismo tipo de persona, solo les importa el dinero y nada más. A veces me pregunto cual fue la razón por la que me adoptaron si ni siquiera me prestan atención, si tener hijos no les interesaba o interesa tanto no había motivo para adoptarme...Creo que ni siquiera me aman, no les importo.

Me rompió el corazón tener que escuchar como ella se sentía. Si ella hubiese formado parte de nuestra familia jamás la habríamos hecho sentir de esta manera.

—Cariño, no hay manera de la cual puedas asegurar que tus padres no te aman. Simplemente existen personas a las que le es díficil mostrar sus sentimientos, quizá es eso querida.

—Tal vez lo dices porque a ti tus padres te demostraron amor...Por cierto, me encantaría saber un poco más sobre ti si no te molesta.

—No me molesta que quieras saber más sobre mí, al contrario...¿Qué es lo que deseas saber exactamente? —le pregunté con una sonrisa.

—¿Cómo es tu familia?

—Mi familia no es muy grande en realidad, tengo solo a mis padres y a mi hermana menor —contesté tratando de no dar detalles que no fueran necesarios, después de todo tenía que recordar que estaba fingiendo ser otra persona que no era.

—¿Ellos son amorosos contigo? ¿Cómo te llevas con ellos?

—Mis padres no son de la clase de personas que te abrazan o dicen te amo con frecuencia, pero, siempre han estado allí para mí y me han demostrado su cariño a través de las buenas acciones que han hecho por mí. Mi hermana también ha sido muy buena conmigo, en realidad no puedo quejarme de la familia que tengo porque honestamente los amo con el alma.

Los amo tanto que he tenido que venir hasta aquí a hacer justicia por ellos.

No hay nada que no haría por ellos.

—Tu familia es muy distinta a la mía entonces —confesó con pesar—. James es un gran hermano al igual que Andrew, siempre se han preocupado por mí incluso más que mis padres...Pero sé que ellos saben que mamá y papá son malas personas, eso me deprime un poco.

—Tus padres pueden ser malas personas y todo lo que quieras, pero, tú puedes hacer la diferencia. Cuando seas un poco más grande y vayas a tener una familia, asegúrate que la tuya esté llena de amor y de ser una gran madre, aunque estoy segura de que va a ser así.

—¿Me permites pedirte algo más April?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.