«Me gustaría que te quedes por siempre a mi lado, mi corazón late al ritmo del tuyo y mi vida te pertenece. No hay nada que no haría por ti.»
James amaba con su vida a Giselle, tanto que para cuando ella cumplió dieciocho años alquiló una cafetería muy especial solo para las dos. Preparó un par de lienzos, pintura de varios colores y pinceles que los ayudarían a crear pequeñas obras de arte, que a fin de cuentas era la actividad que ella disfrutaba más haciendo.
—Todo esto lo he hecho por ti, así que feliz cumpleaños Gigi —le dijo en cuanto quitó sus manos de los ojos de la muchacha y le permitió ver la pequeña sorpresa que preparó con anterioridad.
—Bueno, debo comenzar agradeciéndote por todo esto —Giselle contuvo las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos al notar todo lo que él había organizado para ella—. Sabes mejor que nadie lo mucho que disfruto de un café caliente, cualquier postre y pintar con música tranquila. Realmente me conoces como nadie más lo hace.
—Y sé que soy afortunado de conocerte como nadie más lo hace, estoy muy orgulloso de ello y no debes agradecerme en lo absoluto porque he hecho todo esto para que seas feliz.
—Soy feliz siempre que estamos juntos, si estás a mi lado no necesito nada más —confesó viendola embelesada. Jamás creo que podía llegar a enamorarse tanto de él.
El amor de su vida siempre estuvo frente a sus ojos, durante toda su vida y apenas hace unos años se dieron cuenta de lo mucho que significaba para el otro.
Nada les importaba más que ver al otro, que saber sobre su bienestar y lo único que deseaban al final del día era volver a verse cada vez que se despedían.
El amor es impredecible, el amor es cósmico.
—Pronto me graduaré de la secundaria, comenzaré a estudiar y daré mi examen de admisión para la carrera de medicina humana —la jovencita le dijo mientras comenzaba a dibujar sobre su lienzo —. He estado esperando durante años para empezar la carrera de mis sueños y por fin ha llegado el día ¿No te parece que es grandioso?
—Es grandioso ver lo feliz que te pone, sé bien lo mucho que anhelas convertirte en una cirujana y quiero que sepas que confío en que lo lograrás.
—Gracias por eso James, gracias por siempre confiar en mí. Este además es tu último año en la universidad, pronto culminarás tus estudios y tendrás que trabajar como todo un adulto responsable...¿El tiempo ha pasado demasiado pronto cierto? —inquirió con nostalgia.
—Lo que sé es que ya no necesitarás de mis clases particulares para aprobar las materias de la secundaria.
—Y aunque no vayas a seguir siendo mi profesor particular, podemos seguir teniendo horas de estudio en conjunto —ella le propuso—. Obvio, si eso lo deseas tú también o de lo contrario podemos decirle adiós a estudiar juntos.
—Nunca le diría adiós a nuestras sesiones de estudio así que dalo por hecho —le respondió a su propuesta sin dudar dos veces al respecto—. ¿Irás a ver a tus padres en las vacaciones?
—Sí lo haré, de hecho a ellos les gustaría que estudiara medicina en Estados Unidos, pero, me he acostumbrado a mi vida en Londres por lo que me resultaría difícil.
—Deja que el tiempo lo resuelva todo, solo vive cada momento sin pensar en el mañana.
—Solo disfrutemos de esto que somos, disfrutemos de este amor que ha surgido y que ahora nos mantiene vivos.
—Te prometo que vamos a ser muy felices juntos Giselle, nuestra historia apenas comienza. Tenemos toda una vida para estar juntos y disfrutar de nuestra compañía.
—Toda una vida para reír y soñar, toda una vida para adorar este amor cósmico.
—¿Amor cósmico?
—Es así como le llamaré a esto que ha nacido entre tú y yo; un amor cósmico. Era una estrella muy solitaria antes de conocerte, desde que llegaste a mi mundo lo iluminaste con tu luz y ahora no podemos separarnos.
—Entonces este amor cósmico durará para siempre.
«Llegaste a mí como un rayo de esperanza, desde que te vi no pude ignorarte porque tu amor es cósmico para mí.»
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Editado: 19.11.2024