Cuando nuestro amor florece

35 | Un amor como el nuestro

«El amor que existe entre tú y yo es tan grande que no existe distancia que nos separe. Podríamos incluso estar a una galaxia de distancia, nuestras estrellas siempre volverán a encontrarse.»

—¡Acaban de llegar los resultados de mi examen de admisión! —Giselle cerró la puerta de su habitación y le gritó a James a través del teléfono.

—¿Entonces ya los abriste? Si todavía no lo has hecho, hazlo pronto o me matarás de nerviosismo —él rió del otro lado.

—Espera, espera...—se mordió el labio en cuanto abría con rapidez el sobre que contenía los resultados—. Necesito unos segundos antes de abrir el sobre.

—Respira un poco, solo no me hagas esperar demasiado porque me matarás de los nervios —Y a pesar que era así, James estaba muy seguro de que ella había pasado ese examen.

Durante meses se dedicó a estudiar, pasaba día y noche investigando un poco más para poder aprenderlo y él sabía que todo el esfuerzo de ella había dado en el proceso.

En cuanto abrió el sobre y leyó los resultados, su corazón brincó de alegría dentro de su pecho.

—¡Lo logré! ¡Aprobé el examen! —Gritó con emoción. —Creo que voy a fallecer de felicidad, logré entrar con uno de los mejores puntajes.

—Felicidades Giselle, aunque estaba más que seguro de que lograrías entrar —confirmó.

El cuerpo de la chica se relajó al saber que lo había logrado.

—Ahora inicia una nueva etapa de tu vida, una que habías estado esperando por mucho tiempo y te seguiré acompañando en cada etapa de tu vida. Te lo prometo.

—Gracias por todo, te lo digo en serio —la alegría se extendió a lo largo de su cuerpo mientras relajaba los músculos—. Estaba muy nerviosa por el examen, no pienso negar que fue bastante complejo y a pesar que confío en mis capacidades intelectuales, a veces solo me da un poco de miedo no llegar a ser suficiente. Tal vez es normal que dude de mí misma, a todos les pasa supongo.

—Eres brillante Giselle, no deberías dudar de ello ni por un segundo —exclamó con un poco de pesar, odiaba cuando ella dudaba de sí misma—. Hemos trabajado en tu confianza en ti misma durante años, así que quiero que a partir de hoy no vuelvas a dudar de lo capaz que eres. Siempre lo haces todo bien y si es que llegas a equivocarte, buscas la manera de solucionar ese error. Eres asombrosa mi amor, y quiero que no lo olvides nunca.

—Gracias, de nuevo, muchas gracias...Eres la más importante en mi vida y eso jamás va a cambiar, ahora tengo que cumplir con el proceso de matrícula. En cuanto me den la fecha para mi cita en la universidad te lo haré saber.

—Quiero ser quien te acompañe así que dímelo, por favor —sonrió del otro lado, estaba genuinamente emocionado y orgulloso del amor de su vida—. La vida es tan bonita a tu lado, tu momento de brillar ha llegado y al fin vas a estudiar esa carrera que te ha apasionado por años. Soy un novio orgulloso en este mismo instante. Y por cierto, recuerda una vez más lo mucho que te amo, con cada pequeña célula de mi cuerpo.

—También te amo James —murmuré con una sonrisa en el rostro—. Gracias por todo, hoy y siempre. Te amo con cada pequeña parte de mi ser.

—Siempre haré todo lo que pueda para apoyarte —contestó con tranquilidad—. Ahora debes decirles a tus tíos, padres y hermana que has aprobado el examen. Cuando les hayas dicho y estés desocupada, vuelve a llamarme y organizaremos alguna cita a un lugar bonito para celebrar este nuevo logro en tu vida.

—Sí, está bien, voy a colgarte para poder hablar con ellos ¿De acuerdo? Muchas gracias por siempre alegrarte tanto en verdad por todas las cosas buenas que me pasan y acompañarme a llorar cuando he sido herida. Eres el mejor novio de todo el mundo y no podría quererte aun más de lo que te amo James.

Él esbozó una sonrisa tonta escuchando sus palabras y ella se sonrojó al comprobar que cada vez se enamoraba más de él. Ambos se amaban con locura, no habría nada en el mundo que podría separarlos porque su amor por el otro era más grande con el pasar de los años.

—Hablamos después mi cielo.

—Hablamos después corazón.

—Adiós Giselle.

—Adiós James.

Ella colgó el teléfono y colocó sus manos sobre sus mejillas, siempre que hablaba con él se ponía igual de nerviosa como cuando supo que sus sentimientos eran correspondidos.

En todo el mundo, nunca podría existir un amor tan genuino, transparente y hermoso como el que existía entre ambos.

«Un amor como el nuestro no puede morir jamás porque fuimos hechos para el otro, somos perfectamente imperfectos y sin el otro, no podríamos sobrevivir en este mundo lleno de oscuridad.»

«Un amor como el nuestro es el único horizonte al que quiero mirar por el resto de mi vida.»




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