Cuando nuestro amor florece

41 | Noche confidencial

«En la noche más oscura, nuestros cuerpos se volverán uno solo. Tus labios me susurrarán tus secretos en medio de nuestra noche confidencial.»

—Estoy agotada, pasar el día en la playa resultó ser más cansado de lo que creía —Giselle ingresó detrás de James a la habitación de hotel—. Este lugar es muy bonito, no dejaré de decir lo mismo, aunque venga muy seguido.

—Quería pasar tiempo contigo, finalmente tenemos vacaciones y podemos disfrutar de la compañía del otro —él señaló mientras se sentaba en la cama y observaba como ella comenzaba a quitarse el maquillaje.

—Sabes que para mí ha sido difícil todo este último tiempo, realmente no creí que podía llegar a caer en depresión en algún momento...Y ahora mírame, jodidamente desdichada...—De la nada, las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, él corrió a abrazarla para poder intentar calmarla. —Lo siento James, lo siento...Acabo de arruinar nuestro día tan perfecto.

—No, no, no, tranquila mi cielo...Tú no podrías arruinar nunca nada, lo que a mí me interesa es que tú estés bien. —La apretó con fuerza en sus brazos, verla así le partía el alma en mil pedazos. —Comamos algo y luego haremos que tomes tus pastillas para que puedas dormir.

—Sabes que estos días me cuesta demasiado dormir...El insomnio me está matando. —Contó con pesar.

—Entonces si no puedes dormir, encontraremos algo más que hacer, solo importa que te sientas bien.

—Con tu presencia es más que suficiente James, tenerte cerca lo es todo para mí...Incluso si ahora me pongo a llorar, no es tu culpa y no quiero causarte más preocupaciones de las que puedas sobrellevar.

—Te prometí que vamos a salir de esto juntos, no te voy a dejar sola ahora que más me necesitas. No tienes que preocuparte por mí en este momento, solo por ti misma. —Él la ayudó a llegar hasta la cama y la recostó con sumo cuidado—. Voy a cuidar de ti hoy, mañana y siempre. Te prometo que siempre vas a poder contar conmigo.

—A veces pienso que no te merezco, eres un hombre maravilloso y yo soy solo una niña que está terminando de crecer...No creo ser suficiente para ti.

—Todo lo que piensas en este momento es resultado de la depresión por la que estás atravesando, así que no le hagas caso a todas las ideas tontas que pasen por tu cabeza. Somos felices juntos y es lo que importa, deberías planear a dónde será nuestro próximo viaje.

—¿Qué a donde será nuestro próximo viaje? Quizá viajar a Japón sea una buena opción, a los dos nos gustan mucho los mangas y el anime, será un viaje que disfrutemos de principio a fin.

—Opino lo mismo que ti, un viaje a Japón nos vendrá bien a los dos sin lugar a dudas.

Ella asintió en silencio, a pesar de estar pasando por una etapa muy dura de su vida y sentirse muy triste la mayor parte del día, él siempre lograba hacerle olvidar sus problemas y sonreír por lo menos un momento. Quizá ese era el amor verdadero.

Por otro lado, él solo deseaba que ella estuviera bien. Si fuese capaz de darle el mundo a sus pies lo haría sin pensarlo dos veces, pensaba que si ella pudiese verlo desde sus ojos no dudaría de sí misma en ocasiones.

Si de algo no había duda alguna es de lo mucho que amaban al otro.

—Te amo —James confesó viéndola a los ojos—. Eres el amor de mi vida Giselle.

—Eres el amor de mi vida James Windsor, y hoy te elijo como el hombre con el que quiero pasar el resto de mis días —Giselle respondió mientras se acercaba a besarlo.

Él calló una respuesta con palabras, pero, se encargó de sostener su cintura y acercarla más a él al mismo tiempo que profundizaba el beso.

—Permíteme ver lo que hay dentro de tu corazón...Quiero ser la única que pueda amarte de esta forma. —Sonrió en medio de sus labios comenzando a desabrochar su camisa de lino con picardía.

—Déjame verte como nunca antes te he visto. Quítate tu máscara inocente, déjame ver lo que nadie más puede ver. —James susurró en su oído mientras sus manos tocaban su vientre. —Ámame libremente durante nuestra noche confidencial.

—Me aseguraré de amarte durante esta y el resto de noches de nuestra vida.

«Cuando dos corazones se han tocado no hay manera de volver atrás, la pócima del amor se ha instalado y es un virus difícil de eliminar.»




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