Cuando nuestro amor florece

45 | Solo importas tú

4 de marzo de 2021

James

—Gracias por estar presentes en el cumpleaños número trece de Jayden, significa mucho para él tener a sus abuelos aquí —les agradecí a Daniel y Jade Lexington, los padres de Priscilla, mientras los invitaba a pasar.

—Mi hija no vendrá, lo siento mucho —Jade era amable, todo lo contrario, a comparación de mi todavía esposa.

—También lo lamento, está trabajando en la empresa, pero no ha ido a casa en unos días, está viviendo sola por ahora —Daniel me indicó, él era un poco extraño, mejor dicho, era una persona de muy pocas palabras.

—No tienen que disculparse por el comportamiento de Priscilla, ustedes no son los responsables de ello. Además, pronto vamos a divorciarnos, si puedo ser del todo honesto lo único que me importan son mis hijos y pelearé por obtener su custodia. Haré todo lo que sea necesario para que ellos se queden a mi lado, incluso si eso significa que deba llegar hasta las últimas instancias. Quiero que mis hijos se queden a mi lado.

—Apoyamos que los niños se queden contigo James, al fin y al cabo, has sabido cuidar de ellos mucho mejor que nuestra hija durante toda su vida, así que no nos negamos a que tengas su custodia total. Lo que sí nos gustaría es que nos permitas salir con los niños en ocasiones, venir a visitarlos, llevarlos a casa...Simplemente seguir en contacto con ellos, queremos seguir siendo sus abuelos, aunque no mantengan mucho contacto con la madre.

—Les agradezco por apoyar mis decisiones, a partir de ahora me haré cargo de mis niños al cien por ciento —les aseguré con una sonrisa en el rostro. Y ustedes no se perderán ni una sola etapa de los niños, siempre estarán allí para apoyarlos.

—Lo harás bien, no te preocupes demasiado. Ahora me retiraré para ver a mis preciosos nietos. —vociferó la mujer, y junto con su marido, desaparecieron de mi vista.

—Qué bueno que hayan venido... ¿Son los Lexington cierto? —April vino a mi lado.

—Sí, me han dicho que desean seguir teniendo contacto con mis hijos. Me alegra mucho que al menos ellos quieran a los niños, ya que Priscilla se hace la desentendida en ese tema.

—Hoy deja de pensar en las cosas negativas y concéntrate en disfrutar el cumpleaños de Jayden, el que él sea feliz debe hacernos felices a todos —me recordó y asentí, siempre tenía las palabras adecuadas para mí y es por eso que me he enamorado profundamente de ella.

Nunca creí que podía volver a amar a alguien después de Giselle y hoy amo con locura a April.

—Tu hijo es todo un pequeño hombrecito ahora...—April me susurró al mismo tiempo que observábamos como él hablaba con sus compañeros y amigos del colegio—. Es increíble lo rápido que crecen los niños, incluso yo que lo conozco este poco tiempo, puedo ver como sigue creciendo cada día más. El tiempo pasa volando.

—Y es por eso que quiero compartir cada momento con ellos, no quiero perderme ni un solo momento de su vida.

—¿Pueden venir un momento a la cocina? —Andrew nos preguntó.

—Claro, vamos ahora mismo —mi novia se adelantó a responder.

En cuanto llegamos a la cocina, vimos que Camila y Claire también se encontraban en el mismo lugar.

—Quise reunirlos aquí por un momento debido a que mi hermosa Camila y yo tenemos algo para decirles —empezó a relatar, lo veía feliz por lo que supuse que se trataba de algo positivo.

—Bueno, en ese caso, los escuchamos.

—Camila está embarazada de seis semanas —Andrew nos comentó con felicidad.

—¡Felicidades! ¡Qué alegría! —April fue la primera en felicitarlos, sin duda había reaccionado mucho más rápido que yo. —Un bebé siempre trae mucha felicidad.

—Camila, hermanito, no pueden imaginar lo contento que estoy por ustedes ahora —les dije.

—Me encantará tener un nuevo sobrinito, felicitaciones a los dos —Claire mencionó mientras bebía un poco de coca cola.

—Gracias a todos por alegrarse tanto por nosotros, significa mucho para mí —Camila agradeció.

—Y aprovechando que es momento de confesiones, tenemos algo que decirles —solté de repente sin siquiera darle tiempo a April para reaccionar. —April y yo estamos saliendo.

—¡Lo sabía! —Claire gritó con emoción.

—¿No te lo dije? —Andrew le susurró a su esposa.

—Lo sé, tendré que pagar la apuesta ahora.

—Esperen un momento... ¿Estaban apostando acerca de nosotros? —Mi novia soltó una risa.

—Han tenido una mirada de complicidad desde que se conocieron, solo un tonto no vería la forma en que se miran y como sonríen cuando el otro entra...La química que existe entre ustedes es algo imposible de no ver.

—Me siento muy feliz por ustedes dos, espero que puedan seguir estando juntos y compartir muchos más momentos bonitos al lado del otro.

—Gracias por alegrarse por nosotros, me encargaré de cuidar a James y cuidaré a los niños también.

Las chicas se pusieron a hablar entre ellas, es increíble ver que puedan llevarse bien entre ellas.

—Quiero hablar contigo en privado —mi hermano se acercó a murmurar en mí oído—. Chicas, nos ausentaremos por un momento.

—¡Está bien, no hay problema!

—¿Pensaste en lo que vas a hacer a partir de ahora? —Andrew cuestionó apenas nos encerramos en mi estudio. —Ya conoces la dirección de Giselle, lo más coherente sería que la vayas a ver.

—¿Quieres que vaya a verla de repente? ¿No te parece que sería asustarla? No nos hemos visto durante años y pues, ir a verla de forma tan repentina, sin duda la asustaría mucho.

—Entonces busca la forma de contactarte con ella antes de ir a visitarla en persona, no puedes permitir que este asunto siga escalando...Tenemos que ganar tiempo, no nos conviene que Priscilla la encuentre o se reúna con ella primero, la verdad es que tomando en cuenta todo lo que ha pasado la creo capaz de todo.

—Tengo su número y su correo electrónico, voy a enviarle un correo para no invadir por completo su privacidad, y espero que desee reunirse conmigo apenas lo lea.




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