57 | El dolor que trae la consciencia

18 de marzo de 2021

James

Todo estaba a punto de cambiar, para bien o para mal.

Lo único que deseo es que al final de esto, las pequeñas piezas del rompecabezas acaban de juntarse hasta que cada una esté en el lugar que le corresponde.

"Te amo con cada pequeña parte de mi ser, lo único que quiero hacer en toda mi vida es amarte."

Toqué el timbre de la casa de Giselle sabiendo bien todo lo que iba a hallar del otro lado.

La verdad estaba esperándome allí, justo detrás de una simple puerta.

Sé que Giselle ha estado pretendiendo ser Giselle todo este tiempo, y que quizá haya cambiado su imagen para intentar engañarme una vez más.

No estoy molesto con ella por haberme mentido, no podría estarlo si sé que tuvo que hacerlo para vengarse de mi familia por todo el daño que le hizo, si tuvo que hacerlo para recuperar a Claire. Imagino que en este momento ella ya conoce toda la verdad, o quizá no, solo sé que estoy a punto de saberlo todo.

Me he estado preparando por trece años para volver a encontrarme con Giselle, con esa mujer a la que he amado con locura una vez más.

La puerta se abrió de pronto alertándome:

—Señor Alderidge —saludé, ha pasado tanto desde la última vez que lo vi.

—James Windsor, no esperaba volver a verte —respondió con total honestidad—. ¿Qué te trae por aquí?

—Hay varios motivos por los cuales el día de hoy estoy aquí, pero, principalmente se debe a que he estado en contacto con Giselle los últimos días y he venido a verla. Ella lo sabe, así que si me permite me encantaría poder reunirme con ella.

—¿Vienes a ver a Giselle? Creo suponer para qué, sigue por favor.

—Aunque antes me gustaría hablar con usted y con su esposa, espero puedan darme esa oportunidad.

—Por supuesto que sí James, sigue por favor —me invitó a pasar, acepté gustoso.

No me sorprendió en lo absoluto la enorme y lujosa casa que poseían pues siempre fueron personas de teneres, supongo que eso no ha dejado de ser así todo el tiempo.

—¿Cómo es que apareces luego de todos estos años James? Estoy seguro que a mi hija le habría encantado que vinieras a verla antes, sé que ella te quería y te sigue queriendo mucho.

—La vida señor, a veces no podemos hacer lo que en realidad deseamos. He tenido una vida complicada los últimos años, y si me permite serle del todo honesto...

—Eres bien recibido en esta casa James, quiero que lo tengas en claro, así que sí, por supuesto que puedes ser honesto.

—Su hija es el gran amor de mi vida —me atreví a confesarle mientras lo miraba a los ojos—. He estado enamorado de ella casi toda mi vida y la perdí en cuanto mis padres me obligaron a casarme con Priscilla Lexington, una mujer a la que nunca pude llegar a querer por su manera de ser. La cosa es que, después de estos trece años que no he visto a Giselle, me he enterado de muchas cosas que son inaceptables a mí parecer y quiero ponerlo todo en su lugar.

—Entonces debo suponer que, estás dispuesto a hacer todo lo que no hiciste hace trece años.

—En efecto, es aquel mi propósito. Me enteré de lo que hicieron mis padres con su hija Amelie, no imagina lo avergonzado y culpable que me siento. Hace muy poco mi hermano y yo nos enteramos de esto, es inaceptable y haré lo que ustedes necesiten para tener a Amelie cerca...Si quieren su custodia legal, estaré de su lado en el juzgado y haré todo lo que pueda hacer, aunque claro eso nunca podrá hacer que recuperen todos los años que han perdido a su lado, pero, aun así, estoy aquí para ayudar e intentar remediar los horribles errores cometidos por mis padres. Mi única condición, si estoy en lugar de ponerlas, es que me permitan a mí y a mi hermano seguir teniendo contacto con Claire, quiero decir Amelie, visitarla y llevarla con nosotros de vez en cuando.

—Agradezco que puedas reconocer el daño que nos hizo tu familia —fue lo poco que pudo decirme—. Y agradezco que estés aquí hablando de esto, no es tu culpa y no quiero que te sientas culpable por algo que tú no hiciste. Es nada más culpa de tus padres, tú y Andrew no sabían nada de eso. Ya veremos cómo vamos a solucionar el tema de Claire, así que no debes preocuparte realmente por eso, preocúpate en solucionar todo lo que debas solucionar con Giselle. Si quieres puedo acompañarte hasta su habitación, para que puedan tener mayor privacidad al momento de hablar.

—Siendo sincero me siento nervioso por reencontrarme con ella.

—Puedo entender la manera en que te sientes, tomando en cuenta que no se han visto por trece años. No solo han cambiado físicamente, sino que también ya no son los mismos...Esta vez todo es diferente para ambos, y si me atrevo a preguntarte, quisiera saber qué es lo que buscas con mi hija. Si esta vez te encuentras dispuesto a entregarte a ella al cien por ciento debo suponer es porque has puesto las cosas en su lugar antes de venir a irrumpir en su vida.

—Mi proceso de divorcio está a punto de finiquitarse, tengo dos hijos y voy a quedarme con ellos. Si a Giselle no le molesta, quisiera tener una relación seria con ella, esa relación que tanto debimos tener años atrás.

—Si eso es lo que quieres, está bien, ve a hablar con ella. Te deseo suerte.

—Gracias por recibirme señor, de verdad se lo agradezco muchísimo.

—No agradezcas James, siempre has sido un buen hombre a diferencia de tus padres y es algo que siempre sabré resaltar.

—Iré a hablar con su hija, espero que a partir de hoy podamos solucionar todo lo que ha quedado en el aire.

—Ya verás que sí.

Me despedí de él con una sonrisa, preparándome para lo que el destino tenía para mí.

Cada escalón que subía representaba para mí cada momento vivido a su lado, mientras más me acercaba al final mi ritmo cardíaco se aceleraba con más fuerza.

Subí hasta el pasillo en donde se encontraban varias puertas, no me sorprendió ver en una de ellas su nombre enmarcado en madera y pintado de una peculiar pintura con brillos, a ella siempre le gustaron las cosas novedosas. No aguanté más y toqué dos veces con desespero.