Cuando nuestro amor florece

60 | Dejarte ir

20 de marzo de 2021

James

—¿Y qué piensas sobre tu nueva familia? ¿Te sientas cómoda con ellos? —le pregunté a Claire mientras comíamos en un restaurante de Nueva York. Le había invitado a salir conmigo para poder conversar más amenamente sin que los otros escucharan.

—Los Alderidge son una familia muy buena, se quieren mucho y siempre lo demuestran... Además, son divertidos y muy buenos dando consejos, lo único a lo que me cuesta acostumbrarme es a mi nuevo nombre. He vivido dieciséis años siendo Claire Windsor, y ahora de repente soy Amelie Alderidge, es complicado acostumbrarse a eso de un día para el otro.

—Puedes usar el nombre con el que te sientas cómoda, esa es tu decisión, a fin de cuentas —le indiqué con una sonrisa—. Sin importar cuál sea tu verdadero origen, siempre seguirás siendo mi hermanita a la que tanto quiero.

—Es lo mismo que me dijo Giselle, ahora veo que ustedes son mucho más parecidos de lo que esperaba —una sonrisa se adueñó de su rostro—. Debo imaginar que ahora que podrás volver a estar con ella libremente vas a ser el hombre más feliz del mundo.

—No dudes de eso, soy el hombre más feliz del mundo desde que supe que April era Giselle. Aunque al inicio me molestó un poco enterarme de que me había mentido, luego entendí sus razones y le vi el lado bueno a todo este asunto. Ahora solo debo terminar mi proceso de divorcio y explicarle a los niños la situación con Giselle, tal vez les cueste un poco entenderlo. Es un poco complejo para cualquiera en realidad al ver que Giselle y April siempre fueron la misma persona.

—Pero serán muy felices con una mujer como mi hermana siendo su madre, o al menos tomando el papel de...

—Voy a confesarte algo, espero que sepas guardar mi secreto mi pequeña Claire —murmuré.

—Siempre he guardado tus secretos a la perfección. Soy la persona más discreta del mundo.

—Una vez haya solucionado todos los problemas que tengo actualmente, planeo pedirle a Giselle que se case conmigo —le confesé.

Aquel era mi sueño más grande.

—¿Le pedirás que se case contigo? ¡Qué felicidad! —Empezó a aplaudir con emoción. —Quiero que me digas más detalles, cómo, cuándo y dónde...Tienes que hacerlo de la forma más romántica posible, debe ser como una historia de cuentos de hadas.

—No lo he pensado, solamente sé que quiero hacerlo —le expliqué—. Por supuesto que lo haré todo a su tiempo porque debo ayudarle con otras cosas primero, pero, lo terminaré haciendo, a fin de cuentas.

—Hay algo que realmente me preocupa hermanito...—de forma rápida cambió el tema de conversación.

—Sabes que puedes confiar en mí, si puedo ayudarte lo haré encantado —respondí terminando mi bebida.

—Sé que nuestros padres volverán muy pronto a Londres, siendo sincera no sé cómo se supone que voy a enfrentarlos. Luego de saber lo que hicieron, no tengo idea de cómo seguir tratando con ellos sin reprocharles nada de lo que me hicieron.

—Tengo que ayudar a Giselle a hacer que nuestros padres paguen, realmente han hecho cosas muy malas y no merecen seguir viviendo libremente por este mundo sin pagar.

—He hablado con Gigi al respecto, en serio todavía no puedo creer que nuestros padres sean capaces de tantas cosas malas. Pero bueno, qué podemos esperar si me robaron a mis verdaderos padres cuando apenas era una bebé.

—Creo que en algún punto de nuestra vida debemos soldar las cuentas que tenemos pendientes, ahora es momento de que ellos paguen todo lo que han hecho a lo largo de su vida.

—¿Te has puesto a pensar en cómo va a reaccionar Priscilla cuando sepa todo lo de Giselle? Querrá matarla, en sí siempre he creído que la odia mucho más de lo que las palabras pueden expresar.

—Tengo que proteger a Giselle de las manos de Priscilla eso lo sé bien, pues ella me amenazó con que si no le daba la mitad de mi fortuna iba a encontrar a Giselle y haría todo para destruirla. Incluso llegó a decirme que era capaz de matarla con sus propias manos, eso me tiene bastante preocupado, pero al final del día sé que debo cuidarla y protegerla de todo.

—¿Eso te dijo la tonta de Priscilla? —interrogó. —No te lo puedo creer, en serio que esa mujer no sabe lo que son los límites. Si se atreve a tocar a Giselle, te juro que soy capaz de desconocerme.

—No quiero que te preocupes por eso, en realidad es mi problema y veré como lo soluciono.

—Quiero saber qué va a pasar una vez tenga que volver a Londres... ¿Vas a volver conmigo y con Giselle o acaso planeas quedarte aquí? Solo quiero que sepas que no importa cual vaya a ser tu decisión, siempre vas a poder contar con mi apoyo.

—Volveré con ustedes a Londres y me quedaré allí mientras se resuelve todo lo que debe resolverse, sin embargo, debes saber que una vez que todo esté bien planeo volver a Estados Unidos y quedarme a vivir con mi verdadera familia. Te amo a ti, muchísimo, así como amo a Andrew, a Camila y a los niños, pero, los Alderidge son mi verdadera familia y nunca han convivido conmigo. De una manera u otra, he pasado toda mi corta vida a su lado, es momento y es justo que me quede con los Alderidge. No digo que vaya a ser para siempre, pero, sí será por un tiempo, en pocos años terminaré el colegio y debo decidir qué carrera estudiar...Tengo muchas cosas que decidir, mucho en que pensar, no obstante, mientras tanto voy a quedarme con la que es mi familia de sangre. Por supuesto, quiero visitarlos siempre que me sea posible.

—Entonces supongo que tengo que dejarte ir hermanita —me puse de pie para abrazarla con fuerza—. No verte a diario me afectará mucho, no pienso mentirte, pero, estás en lo correcto cuando dices que ellos son tu verdadera familia y que también merecen pasar tiempo contigo. Además tenemos toda una vida por delante para estar juntos, claro si el destino no tiene otros planes para nosotros.




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