67 | Lo que quedó de la mentira

6 de abril

Giselle

Regresar al departamento de James significaba que todo en nuestra vida había cambiado para bien. Ahora Londres sería mi nueva casa, mi hogar estaría junto al gran amor de mi vida y comenzaríamos una nueva vida juntos. No podía esperar a experimentar aquello que debí haber vivido hace trece años.

Al entrar, lo primero que vi fue a Irene y a los niños, quienes lucían muy felices por vernos. Era evidente que habían extrañado a su tía y padre, y por supuesto, que también extrañaron a la mujer que ha sido su niñera desde hace un par de meses.

—Jayden, Rosalie...Los he extrañado muchísimo mis niños. —Sonreí al mismo tiempo que estrechaba a los pequeños entre mis brazos. —No imaginan lo feliz que me hace verlos una vez más.

—Se ve muy bonita con su nuevo estilo de look señorita April, aunque usted siempre ha sido muy linda...—Jayden me halagó.

—Gracias Jayden, pero, a partir de ahora me encantaría que me llamaran por mi verdadero nombre que es Giselle...Me gustaría explicarles todo, pues lo que menos deseo es causarles confusión así que empezaré por pedirles disculpas. Me siento muy avergonzada por haberles mentido a todos, pero, me duele el corazón de haberlo hecho con ustedes así que ruego que me disculpen. Haré lo que sea para poder remediar mis errores a partir de hoy.

—No Giselle, no te preocupes por explicarle a los niños. Hablaré con ellos en lo que hablas con Irene y Claire termina de recoger sus cosas.
James se llevó a los niños mucho antes de que pudiera darle una respuesta siquiera, Irene regresó a verme y dijo:

—No necesitas explicarme nada en lo absoluto, he hablado con el señor James acerca de esta situación y me ha dicho todo lo que debía escuchar. Sé que tienes tus razones y las respeto.

—Gracias Irene, lo aprecio mucho...Todo esto se estaba convirtiendo en un verdadero infierno para mí. Tener que fingir frente a todos ustedes que era otra persona...Tener que convertirme en una mentira.

—Insisto en que tus motivos son lo suficientemente fuertes como para que todos lo entendamos. No necesitas dar explicaciones y mucho menos pedir disculpas, lo importante es que ya se sabe la verdad y que no habrá más mentiras de por medio. Solo recuerda que esta es tu casa Giselle, siéntete cómoda. Sé que lograrás que el señor James sea muy feliz, lo he visto sufrir de cerca durante años y nada me llenará el alma más que verlo a tu lado.

—Todavía nos queda un largo camino por recorrer —admití en voz baja—. Esta nueva vida que tanto anhelamos comenzar apenas está iniciando.

—Aun si el camino sigue siendo muy largo, sé que juntos podrán superar todos los obstáculos que se les presenten.

—Mi primer obstáculo lleva por nombre Priscilla, quien me odia desde el primer día en que me conoció y el segundo son los Windsor, a quienes jamás les he agradado...

—Si te puedo dar un consejo, te diría que no te preocupes por lo que piensen los demás. A ti lo único que te debe importar es el amor que sientes por James y el amor que él siente por ti, mientras eso no cambie, el resto viene sobrando.

—Mi hermana debe volver a casa de sus supuestos padres esta noche, tendrá que seguir viviendo con ellos hasta que consigamos su tutela.

—Giselle tiene razón, debo volver a mi casa antes de la noche, mis padres regresarán hoy de sus vacaciones y se enojarán conmigo si saben que no he ido a casa desde que se fueron —Claire me sonrió.

—El regreso de tus padres representa un gran problema ¿Eres consciente de eso cierto? —Me atreví a decirle a la más joven.

—Lo sé a la perfección, pero, les mantendré al tanto de todo.

—De acuerdo. Ve a terminar de recoger tus maletas hermanita. —Le pedí y ella asintió, dejándome a solas con Irene. —Me preocupa dejar que regrese con los Windsor. Sé bastante bien que ha vivido con ellos durante toda su vida, al igual que sé que ella no se siente cómoda a su lado. Me asusta que ellos descubran que la llevamos a Estados Unidos y que ya conoce a su verdadera familia.

—No te preocupes Giselle...Aunque siendo honesta ¿Crees que ellos puedan enterarse de que ella ya sabe toda la verdad?

—Considero que no hay manera de que puedan enterarse, nadie de todos los que sabemos va a decir nada hasta que el caso esté un poco más avanzado. James va a hablar con su abogado para que nos dé una mejor asesoría sobre nuestro caso, espero que consigamos un avance lo más pronto posible.

—Tienen muchos asuntos legales de los cuales hacerse cargo; el divorcio del señor James con la señora Priscilla, la tutela de la señorita Claire y claro está, todo este asunto tan horrible en el que están involucrado los señores Windsor.

—Los señores Windsor como tú los llamas, no se merecen siquiera ser tratados con respeto. Quizás suene demasiado cruel, sin embargo, ya le han hecho suficiente daño a mi familia como para tener un poco de consideración con ellos.

—Insisto nuevamente en que no debes tenerles consideración ni explicar el motivo de cada una de tus palabras.

—Reencontrarme con todos ellos luego de estos años no será grato, sin duda. Y en cuanto Priscilla sepa que soy yo, de seguro me deseará la muerte y eso con suerte.

—Admito que ella nunca me agradó, es alguien demasiado superficial. No le importa nada más que las apariencias y el dinero, por supuesto.

—Esa es la razón por la que Thomas Windsor eligió a Priscilla Lexington como la mujer idónea para casarse con su hijo mayor.

—¿Nunca tuviste una relación buena con él? —Interrogó con curiosidad.

—Jamás quiso que nosotros dos estuviéramos juntos. Estoy segura que esta vez no será algo diferente, será mejor que me prepare para todo. Sé que esto se convertirá en el mismísimo infierno.

Este es un maldito desastre y todo es por mi culpa.