Cuando nuestro amor florece

74 | Olvidar lo que fue

«Debes olvidar lo que fue, olvida tu historia con él. Aquel amor eterno que un día se juraron ha dejado de existir, no te sigas haciendo más daño al recordarlo.»
Giselle se miró con molestia frente al espejo. Estaba hecha un desastre, tenía los ojos rojos y unas ojeras del demonio, y, sobre todo, se había teñido el cabello pelirrojo en señal del duelo que estaba viviendo. Creyó que ir a la boda de su ex novio le ayudaría a entender que su historia había terminado, pero, ahora no podía dejar de crear escenarios ficticios en su mente donde ella era la protagonista.
Había faltado a la universidad por más de una semana así que por más que tuviera ganas de echarse a dormir por un par de días más le era imposible, o iba a pasar su límite de faltas.
Sin ganas se dirigió hacia el campus, y mientras escuchaba música en sus auriculares, se encontró con la ahora esposa del hombre que añoraba tener a su lado. Su expresión cambió por completo al tenerla en frente, pretendió pasar a su lado sin hacerle caso, pero Priscilla la tomó del brazo con fuerza.
Giselle se quedó mirándola en silencio, sintiéndose incapaz de decirle algo por lo que se quitó sus audífonos y la miró con furia. Pero Priscilla no iba a permitir que ese silencio la intimidara.
—Giselle, tengo que hablar contigo —dijo, su voz sonó más fría de lo que había planeado.
La más joven no se movió ni hizo intento alguno de girarse. Solo un ligero temblor en su mano delataba que había escuchado...
—No tienes nada que decirme, Priscilla —respondió sin volverse—. Tú y yo no debemos hablar de nada.
La mencionada respiró hondo, tratando de calmar la furia que le recorría las venas, pero fue imposible.
—Te lo voy a decir de una vez. No quiero que te acerques a él. No quiero que sigas con esa historia, con los recuerdos de ese amor. Olvídalo, Giselle.
La última palabra retumbó en los oídos de Giselle.
—No puedes pedirme eso —dijo consternada, su voz temblando levemente—. No puedes borrar lo que fue. No puedes hacer que mi historia con él desaparezca como si nunca hubiera existido. Dime que por lo menos eres consciente de que tu matrimonio está basado en simples mentiras, sabes bien que James no te ama como me ama a mí. Él solo se casó contigo porque su padre lo obligó.
Priscilla apretó los dientes, sintiendo cómo la ira crecía dentro de ella, pero se forzó a mantener la calma. Dio un paso más, acortando la distancia entre ambas.
—¿Historia?¡Es mi esposo, Giselle! Mi esposo. Y tú no tienes derecho a seguir aferrándote a él. Lo que vivieron, todo eso ya es pasado.
Giselle no dijo nada al principio, solo la observó con una intensidad que desbordaba la comprensión de Priscilla.
—Lo siento...Lo siento si eso te duele, pero mi amor por él no desaparece por más que tú lo desees. No sé si lo entiendes, pero yo no elijo a quién amar. No elegí amarlo a él, y no puedo simplemente olvidarlo. Y si hablamos de dolor, soy a la que más le duele todo esto.
—No te estoy pidiendo que lo olvides de un día para otro —dijo, casi entre dientes—. Te estoy pidiendo que te alejes. Que respetes lo que tenemos. Si alguna vez significaste algo para él, al menos ahora dale la oportunidad de ser feliz conmigo. ¡Deja que mi vida con él tenga la oportunidad de florecer sin que te interpongas!
Ella la observó en silencio, por un momento se calló y no le respondió.
—No me estoy interponiendo en nada —respondió suavemente—. Pero te haría bien recordar que el amor no se va cuando lo deseas. No siempre se borra con el tiempo. Y tal vez... tal vez nunca se apaga del todo. E insisto en que lo que ustedes tienen fue forzado, y no puedes culparme por eso.
Priscilla cerró los ojos, y por un momento sintió que el suelo se desvanecía
—Me estás matando —dijo Priscilla, con una mezcla de desesperación y furia—. Me estás destruyendo por dentro. Y no voy a quedarme aquí esperando que me lo sigas recordando.
—No soy yo quien te está destruyendo, Priscilla. Eres tú quien nos está destruyendo... ¿Por qué tuviste que aparecer a arruinarnos la vida? ¡Mierda! ¡Éramos tan felices antes de que aparecieras!
—Sin embargo, aparecí y lo que había entre ustedes dos, ya no puede ser. No entiendo qué les cuesta entenderlo. Nadie vive o muere de amor.
—Lo dirás tú que no sabes lo que es el amor Priscilla.
—No lo amo, quiero que eso lo tengas en claro, porque no podría enamorarme de alguien a quien apenas conozco y con el cual me casé por compromiso nada más. No obstante, tampoco planeo divorciarme y no me interesa lo que pase en nuestro hogar, pero sí lo que suceda fuera y no voy a permitir que nadie meta sus narices en lo que no les corresponde. Nuestros padres hicieron un gran trabajo al casarnos entre sí, es que estamos al mismo nivel económico y no es que tú no tengas posibilidades económicas, es solo que.
—Thomas Windsor me odia ya que no soy el tipo de mujer que él desearía para su hijo. No tienes que repetírmelo, me he aprendido ese tonto cuento de memoria.
—Deseo que el resto de personas piensen que mi matrimonio fue por amor. Quiero dar una buena impresión a todo el mundo, no planeo dañar mi reputación por una niñita.
—Deberías hablar de esto con el que llamas tu esposo, no a mí, si él me sigue amando...No hay nada que pueda hacer para cambiar sus sentimientos por mí, espero que eso te quede claro. Puedo ser joven, pero, no pienses que me hace falta madurar. Estoy harta de lidiar con este tema, solo quiero que mi vida vuelva a la normalidad.
Una normalidad que nunca volvería a existir. Su vida sin James se sentía como un horrible abismo sin salida.
Las palabras, como un eco lejano, se quedaron flotando en la habitación, más pesadas que cualquier objeto que pudiera caer del techo. Y aunque Priscilla quería gritar, quería que Giselle desapareciera de su vida de una vez por todas, algo en su pecho le decía que esta batalla, aún ganada, no traería la paz que tanto deseaba.
—Aléjate de él o te juro que voy a destruirte, recordarás mi nombre por el resto de tu vida. Olvídatede él porque ya no te quiere, ni siquiera le importas más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.