Hermosos son...como los lirios del campo.
Había una vez... un pequeño saltamontes tan verde como el hermoso pasto, pero este saltamontes no podía saltar ni volar como todos los demás, porque no contaba con una de sus patitas, pues ésta se le había roto y caído.
Esto lo ponía tan triste, porque los demás saltamontes se burlaban de él por no tener su patita.
Pero este saltamontes era hermoso, más verde que los demás, más fuerte y más honesto.
Uno de los saltamontes que se burlaba de él estaba en apuros, y el saltamontes sin su patita no dudó en ayudarle. Porque no le importaba que se burlaran de él; él ayudaría a todos por igual.
El saltamontes sin su patita cayó al agua intentando ayudar al otro saltamontes y murió ahogado en cuestión de segundos. El otro saltamontes se quedó tan, pero tan triste, que les contó a todos que el saltamontes sin una de sus patitas le había salvado la vida y que, lamentablemente, en el proceso dio la suya.
Todos lo recordaron como un héroe, pero ninguno de ellos conoció con profundidad su interior.
¿Sabes lo que me enamora más? El interior, el acto, el sentimiento; la diferencia entre una persona y otra.
Quizás estos saltamontes no pudieron aprovecharlo con su amigo. ¿Pero tú? ¿Lo aprovechas?
Es tan hermoso ver con el corazón que me he enamorado más de una ocasión: las flores, el cielo, el verde de los árboles y los ojos llenos de sencillez de una persona.
Eso es lo que enamora.
Las palabras, los actos; todo lo que entregas con verdadero amor.
Sí, el interior es hermoso como los lirios del campo.
Hermosos son... como los lirios del campo.