Dulces Sueños

Dulces sueños

No todos estos inicios empezarán por un "Había una vez"... a veces empezaré con un simple "Todo comenzó por" o "La vez que".

Es que cada persona tiene un comienzo diferente, así como también tiene un final.

Entonces, esta vez comienzo por un "buenos días" y terminaré con un "dulces sueños".

Nosotras, las mujeres, debemos ser fuertes de alma, pero también de brazos. Cuesta tener cargado a un niño mientras se huye de las bombas y de los hombres que traen la guerra. ¿Qué culpa tienen ellas? Simplemente parece un descuido, pero al fin de cuentas es un regalo del Padre Jesucristo.

Cada mañana en la que ellas regalan un "buenos días", se sacrifican miles de lágrimas en las noches. Y cada noche que las palabras "dulces sueños" salen de sus labios, se sacrifica todo un día de trabajo.

Y eso es solo para las que de verdad entienden el significado.

"Dulces sueños" es más que dos palabras; es un deseo para ver a ese niño o niña crecer y madurar con el tiempo de vida que le queda a esa mujer que siempre se convierte en nuestra guía de vida.

Hay un valioso tiempo entre el "buenos días" y el "dulces sueños"; que puede pagarse con canas y arrugas y aun así convertirse en madre, abuela, mujer y compañera de vida.

Qué mujer más única es esa que pronuncia las palabras mágicas "buenos días" y "dulces sueños", pero antes de darle un beso de buenas noches, le cuenta uno de estos cuentos.

Es cierto, estas palabras no son simples cuentos, son agradecimientos en forma de poesías, son un te quiero... y porque te quiero entonces te escribo para que entiendas que yo te diré "buenos días" y "dulces sueños".

Es que no quiero que pienses como esos hombres que quieren guerra, no quiero que olvides ni que tú mismo te lastimes.

Tanto mi ser desea que seas un verdadero hombre, que te escribo estos poemas aunque seas todavía pequeño de estatura, y tus manitas sean de niño todavía; aunque seas revoltoso y no entiendas el mundo todavía, te escribo para que tengas una guía.

Es que me da tanto miedo este mundo, que hiere con tan solo unas palabras. Imagínate quedarte como yo, y solo recordar una voz lejana que decía "buenos días" y "dulces sueños", y no entender lo que significaban esas palabras.

Y ahora que lo comprendo, quiero que tú también lo hagas.

Mujeres hay muchas, pero madres son muy pocas las que dicen entre lágrimas esas palabras.

Cariño, una madre entenderá el significado entre esas simples palabras.