En una región montañosa de Perú, en la hermosa ciudad de Huancayo situada en el Valle del Mantaro, vivía una bella mujer que se llamaba Dana. Eran momentos algo convulsionados por problemas internos en el Perú, sin embargo, existían ejemplos de empresas que se edificaban a costa de grandes esfuerzos a pesar de la aguda crisis en que estaba sumergida el Perú. La empresa 'Hilos Fernández' era ejemplo de dichas empresas.
Dana vivía en la imponente casa propiedad de la familia Fernández; a cuya sombra no faltaba nada.
El papá de Dana, el Sr. Víctor, era una persona muy ocupada, dedicaba su tiempo a la organización de su empresa...
El capítulo 1 comienza con las líneas de arriba y tiene la siguiente reflexión.
El Amor de Dios
Dana y Alexander se habían enamorado tenían claro que todo lo que sentían era un afecto muy tierno, sentían claramente que aquello que sentían edificaba, inspiraba, motivaba, entonces, sentían amor.
El amor es algo complejo, entre los hombres; pero Dios nos da las pautas.
1 Corintios 13, 4 – 6
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.