Daniela Embarazada De Un Famoso [corrigiendo]

1. Daniela, La Asistente De Un Famoso.

Caminaba por un largo pasillo dirigiéndome hacia una puerta doble, tenía que hablar con Hian. 

Suspiré profundamente una vez ante la puerta, pensando en cómo decirle que dejaría mi trabajo por mi embarazo. 

Era la asistente de un famoso de mucho éxito, que todo lo que hacía lo convertía en un éxito. 

 

— Daniela. — Me llamé a mi misma, dándome ánimos antes de abrir la puerta y entrar. — Buenos días. — Saludé acercándome hasta un enorme ventanal para abrir las cortinas. 

 

— No. — Gruñó Hian desde la cama cubriéndose la cabeza con la almohada y sonreí. 

 

— Venga, levántate ya, son las seis de la mañana. — Me acerqué agarrando de sus manos la almohada que cubría su rostro. — Tenemos una importante reunión. 

 

— No es tan importante. — Se enojó dejando que le quitara la almohada de sus manos y le dediqué una sonrisa. 

Hian se incorporó en la cama que era de un tamaño enorme y bostezó mirándome. 

 

— Le pediré a María que te prepare el desayuno. — Le hice saber caminando hacia la puerta del armario. 

 

— Me gustaría tener tiempo para mí. — Masculló Hian acercándose hasta donde yo estaba. Me quedé mirándolo y sonreí sacando del armario la ropa que se pondría para la entrevista que daría en un importante programa. — ¿Tú desde cuándo no tienes tiempo para ti?

 

— Exactamente desde que empecé a trabajar para ti. — Respondí siendo sincera y Hian me puso mala cara. — Date un baño mientras yo me encargo de que todo esté listo. 

 

— Daniela, tenemos la misma edad, no seas tan... — Se quedó callado y caminé hacia la cama dejando la ropa que se pondría para la entrevista. 

 

— Soy su asistenta y no una amiga. — Le hablé mirándolo. Hian suspiró rascándose la cabeza y dando un gruñido. 

 

— No tienes que ser tan borde. — Respondió mientras se encaminaba hacia el baño. 

¿Cómo se tomaría que dejara mi puesto de trabajo? Suspiré de nuevo colocando la mano en mi vientre. No podría seguir trabajando tan duro estando embarazada, lo mejor sería dejarlo y que otra persona ocupara mi lugar. 

 

 

— Después de la entrevista tienes la prueba del vestuario del drama. — Le iba indicando lo que teníamos planeado para el día de hoy, mientras caminábamos por el pasillo para dirigirnos hasta el garaje del rascacielos donde Hian vivía. — Al mediodía tiene el almuerzo con su madre y en la tarde una sesión de fotos. 

 

— ¿Y algo más? — Preguntó Hian rodeado de guardaespaldas. 

 

— Ahora que lo dices, sí. — Respondí y Hian me miró con el rostro serio. — Su madre le ha preparado una cena con la joven Alejandra. 

 

— No me importa lo que mi madre me prepare. — Masculló. — Quiero que anules la cita. 

 

— Debería intentarlo, por lo menos para darle gusto a su madre. — Me atreví a aconsejarle. 

 

— Tú cumple con mi orden y punto. — Ordenó y cuando me dedicó otra mirada puse mala cara. — Te veo. 

 

— Está bien, como órdenes. — Respondí para no seguir con la conversación y continuamos caminando en silencio. 

 

— Hian rodeado de sus guardaespaldas. — Nos detuvimos al encontrarnos de cara con el actor Calvin Áñez, que también venía con sus guardaespaldas. — Hola, Daniela. — Me saludó y di un paso atrás, tenía la poca vergüenza de dirigirse a mí. 

 

— Cada vez que me encuentro contigo me entran náuseas. — Le respondió Hian que se dirigió después a mí. — Vámonos, tengo una entrevista importante. 

 

— Miserable. — Gruñó Calvin que se nos quedó mirando al pasar por su lado. — Daniela. — Me llamó y me paré mirándolo. 

 

— ¿Qué quieres? — Le pregunté y Calvin se acercó, indicándoles a sus guardaespaldas. 

 

— Dejarnos a solas. — Los guardaespaldas se marcharon dejándonos a solas y apretando la tablet contra mi pecho intenté relajarme. 

 

— ¿Qué quieres? — Le pregunté de nuevo y Calvin dio un paso hacia mí. 

 

— Quiero verte esta noche. — Pronunció mirándome de arriba a abajo. — Y que dejes de trabajar con él para estar a mi lado. 

 

— Olvidame ya. — Respondí queriendo irme, pero Calvin me agarró del brazo acercándome hasta él.

 

— No puedo olvidar que eres adorable. — Se dirigió a mí y acercó su boca a la mía. — Te follaría ahora mismo. 

 

— Eso no volverá a pasar. — Le respondí queriendo alejarme de él, pero Calvin me agarró más fuerte del brazo. 

 

— Pasará esta noche. — Se burló al tiempo que se alejó de mí, marchándose. 

 

— Daniela. — Me llamaron y al darme la vuelta vi a uno de los guardaespaldas de Hian. — ¿Va todo bien? — Me preguntó y le asentí con una sonrisa. No quería que Hian se enterara de los problemas que tenía con Calvin. 

El maldito Calvin era el padre del hijo que estaba esperando, eso me obligaba a dejar mi trabajo y volver a casa. 

 

— Sí, no se preocupe. — Le mentí y Martín me asintió mirando hacia donde Calvin se marchó. 

 

— Vamos entonces. Hian la está esperando en el vehículo. — Me habló y le asentí caminando, siendo seguida por el guardaespaldas. 

 

 

La cara de Hian era de puchero, siempre ponía una cara que me producía gracia. Aunque su seriedad era lo que realmente atraía a sus fans, como su belleza. No dejaré atrás que es un excelente actor y todo eso le ha abierto las puertas de la fama. 

Alejandra Alegó también estaba en la entrevista, algo que Hian no sabía. Si no, no hubiera querido hacerla y era excepcional esa entrevista para promocionar el nuevo drama donde los dos eran los protagonistas. 

Hian me dedicó por un momento su mirada y yo sonreí, cuando sonó mi teléfono móvil. 

 

— Martín, tengo que contestar. — Le avisé al guardaespaldas y cuando él me asintió, caminé hacia afuera de la sala contestando al teléfono. — ¿Sí? — Pregunté, ya que era un número desconocido. 



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En el texto hay: familia, romance, amor

Editado: 06.06.2021

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