Agradezco a mi público después de las 2 horas de concierto, me doy la vuelta y bajo por las escaleras de metal y color gris.
—Jacob. Su auto está listo—avisa una de mis asistentes.
Asiento y sonrío mientras me apresuro para tomar mi smartphone y continuar mi camino. Tomo una chamarra y me cubro con el gorro mientras dos guardaespaldas me esperan a mitad de mi camino para llevarme al auto.
Esta noche fue especial, inolvidable; pero tengo una cita con una mujer. No una cita amorosa, una cita con una mujer... peculiar.
Llego a mi auto, subo y mi chofer sin mediar palabra sabe a dónde iremos. Me coloco el cinturón mientras bajo un poco la ventana y me coloco los audífonos para desconectarme de la realidad mientras vamos en la carretera.
Después de media hora, llegamos a una casa que he visitado de vez en cuando, aunque no tanto como lo haría un amigo, ya que no sé sí ella me considera su amigo.
Una casa con un aspecto antiguo, pero conservada. La mujer propietaria es una conocida, yo a veces le llamo amiga, pero no sé si hemos llegado a eso. Ella es una bruja.
Abro la puerta de color oscuro y de hierro, camino por el jardín que está iluminado por una lámpara de cada lado, luces que se recargan con el sol. Sigo el camino y llego a la puerta de color negro. Solo una lámpara que está ubicada al lado de la puerta, es la única que ilumina. Aquí siempre está oscuro, eso no es novedad. Toco 3 veces. —Soy, Jacob—aviso y alzo la voz para que me escuche.
Escucho que se acercan a la puerta, desbloquean el seguro y abren. Se deja ver una mujer de cabello oscuro y largo, cubierta con una túnica, aunque deja ver su piel blanca. —Ah, eres tú—exclama al verme. Hace un ademán para que ingrese.
—Buenas noches. Vengo para hablar de algo personal—manifiesto y camino directo a la sala, ya conozco el camino.
Su hogar está como siempre, rara vez añade algo o hace modificaciones. Siempre conserva un aspecto vintage.
Cierra la puerta y se dirige a mí. —Y bien, ¿de qué quieres hablar?—pregunta con una voz seria y mientras se sienta en su sofá.
Suspiro. —Acabo de terminar mi concierto, pero estaba pensando en lo que hablamos el otro día... necesito experimentar eso, y me vendrá bien para distraerme por al menos un día... y estar lejos de la vida de famoso—comentó mi idea mientras aún sigo de pie.
Ella sonríe. —Imaginé que dirías eso. Pero creo que solo una excusa, eso de "Estar lejos de la vida de famoso", quieres vivir un día como una chica... algo complejo, pero no imposible—responde com tranquilidad. —En todo este tiempo que tenemos conociéndonos, me has pedido cosas extrañas, deseos tuyos; y he cumplido. Hemos hecho tratos, pero esto es diferente, Jacob—agrega.
Suspiro mientras tomo asiento frente a ella. —¿Diferente por qué? Solo quiero vivir un día, un solo día... y es todo. Conviérteme en una chica—comienzo a reír.
Ella levanta sus cejas. —Eso sería aún más difícil, casi imposible. Solo digo que es diferente, por lo que se requiere. Si no te conociera... diría que eres una chica trans, llevas meses mostrando que quieres vivir como una chica—expresa mientras me ve.
Ruedo los ojos y rio. —Es por mi sueño, tuve un sueño... en el cual yo era una chica, ya te lo había dicho. Fue una experiencia... interesante—se me escapa una risa.
Ella me observa con seriedad. —Da igual. Te puedo ayudar. Pero es complejo, necesitas a una chica, con la cual intercambies de cuerpo. Ella debe estar 100% segura de querer intercambiar contigo, no puede ser contra su voluntad. Igual tu, debes estar dispuesto a cambiar tu cuerpo físico con el de ella..., durará un solo día, o el tiempo que quieran... deberás dejarle en claro, y sé que te hará caso, que no podrán decirle a nadie sobre su intercambio, ambos morirán si uno de los dos confiesa su secreto—me explica al ponerse de pie y caminar hacia su librero.
Asiento. —He estado hablando con algunas fanáticas mías. Ellas, o al menos con quien entablé una conversación, harían lo que fuera por mí, y más si se trata de vivir mi vida. Hay una chica rubia de 18 años, que me sigue desde muy joven... aceptará, lo sé—expresó tranquilidad. —Le avisaré y le explicaré lo que haremos, será extraño. Pero aceptará. Le diré que puede ser un día o una semana, aún no lo tengo claro...
Hojea uno de sus libros y después voltea a verme. —Es un buen plan, pero dependes de que no crea que estás loco... fuera de eso, cuando la tengas y esté dispuesta, ven a buscarme. Yo tendré todo listo—expresa con una sonrisa.
Me pongo de pie. —Sí. La chica es llama Anette Castañeda, una chica muy linda, y noble... lo cual la hace un poco inocente—comentó entre risas.
Ella escucha y sonríe, parece subestimarme. —Nunca te confíes de nadie—afirma.
Sonrió mientras me preparo para salir. —Calma, ella jamás sospecharía de mí... aceptará lo que sea que yo le diga, por más fantasioso que se escuche—guiño el ojo. —Gracias... nos vemos mañana—me despido y camino a la puerta. Mi chofer está esperándo, enciende el auto al verme salir del domicilio.
Suspiro. —Creo que será interesante vivir algo así—murmuró mientras suena la música en el auto.
Me ansia poner mi plan en marcha.
La relación que sostengo con la chica es algo peculiar, pues somos amigos, y verdaderamente es muy inocente, jamás vendría venir algo como lo que yo puedo hacer.
Tomo mi iPhone y desbloqueo para enviarle mensaje. Debo verla cuanto antes.
Anette19>3
Hace 1 hora.
Anette: ¡Oye! Miré tu concierto. Fue de lo mejor.. como siempre.
JacobVel99: ¡Hola! Gracias. No sabía si lo habías visto jaja.