De la mafia al sexo opuesto / Tg

Capítulo 4: Recuerdos del futuro.

Lunes...


 

—¡Chicas despierten! Johanna, Nataly... rápido...—se escucha la voz de su madre en la habitación, para después retirarse.


 

—¡¿Qué pasó?!—despierta Johanna de prisa, algo somnolienta y confundida.


 

—Calma... aquí no corremos peligro de que nos arresten o ataquen... esta es otra realidad—ríe su hermana al ver como Johanna despierta asustada y de prisa.


 

—Es cierto, nos espera un largo día...—agrega Johanna mientras se levanta de la cama y se dirige al baño.


 

—Y vaya que lo será, muero de ganas por ir de nuevo a la secundaria...—contesta sarcásticamente mientras se levanta y conecta el teléfono a cargar.


 

—Oye, ¿y que ropa llevaremos?, ¿será uniforme o es con ropa cotidiana?—pregunta Nataly intrigada mientras camina y revisa en los cajones.


 

Johanna abre la puerta del baño y se asoma. —¿A caso ves un informe en la habitación o en los cajones? Obvio que es con vestimenta común—vuelve a cerrar la puerta.


 

—No es tan obvio, tonta—Nataly comienza a buscar ropa en los cajones para cambiarse.


 

Busca su outfit y lo deja sobre la cama, para después de darse una ducha, cambiarse. Un Jean oscuro, blusa de rayas, una chaqueta color azul claro y unos converse.


 


 


 

Después de unos minutos sale Johanna del baño, de acerca a la cama y ve el outfit de Nataly.


 

Ríe. —Oye, buen outfit. Parece que quieres lucir tu cuerpo, no te culpo, solo que me causa gracia imaginarme lo que éramos antes, y que somos ahora. Más tú, eras el típico macho que se impone a los demás, mírate ahora, siendo una chica... y muy linda, con esto atraerás la mirada de más de uno...—agrega Johanna entre risas mientras lleva una bata puesta y después se dirige a sus cajones para buscar ropa.


 

—Cállate ya, solo me adapto para no llamar la atención. Pareciera que me tienes envidia, hermanita—sonríe mientras toma una toalla y se prepara para dar una ducha.


 

Johanna no media palabra y solo le para el dedo mientras busca su ropa.


 

Nataly entra a ducharse mientras que Johanna toma lo que se pondrá. Jean color así claro, blusa color blanco con rayas y unos tenis blancos.


 


 


 


 

20 minutos después, ambas están cambiadas y están por bajar a desayunar.


 

—Debes maquillarte...—sugiere Johanna mientras está frente al espejo haciéndolo.


 

—Lo haré en el camino a la escuela, ya quiero comer...


 

Antes de que Nataly salga de la habitación Johanna la detiene. —Tomémonos una foto para Instagram...—toma su iPhone que esta sobre la mesa.


 

Nataly se sorprende un poco. —¿Qué? No. Además no estoy maquillada y pues, no—contesta Nataly girando la manija de la puerta.


 

—Antes de esto, éramos mejores amigos, ¿por qué ahora te portas así? Podemos ser mejores hermanas y adaptarnos por los años que estemos aquí—baja su teléfono y se voltea a guardar maquillaje.


 

—Tu misma lo dijiste, años... tengo miedo, a adaptarme tanto a esta vida, que no quiera volver—confiesa, negando con la cabeza.


 

—Tendrás que adaptarte y será natural. Además, creo que esta vida es mejor que la que teníamos, recuerda que tus padres y los míos fueron asesinados a causa de la mafia. Tal vez no fue del todo así pero en el fondo sabemos que es así... ¿Lo olvidaste?—responde Johanna mientras toma su mochila y su laptop.


 

Nataly no responde nada y solo baja la mirada, recordando.


 

Antes de que Johanna salga, Nataly la toma del brazo. —¿Pensaste lo mismo que yo cuando volvimos? ¿Si los verías de nuevo a ellos? A tus padres—pregunta intrigada.


 

—Sí, lo di por hecho, pero terminamos aquí... y creo que no es tan malo, es mejor que la vida que teníamos y es una segunda oportunidad—contesta Johanna mientras se zafa del jalón de su hermana.


 

Ambas bajan las escaleras y saludan a sus padres, se preparan para comer y después ir a la escuela.


 

—¿Están emocionadas por su primer día de escuela?—pregunta su padre.


 

—Algo... como siempre, el primer día no es tan alentador...—responde Johanna mientras bebe jugo.


 

—Siento como si nos hubiéramos ausentando de la escuela un largo tiempo....—agrega Nataly riendo.


 

Johanna voltea y capta el mensaje.


 

—Niñas, yo las llevaré, así que terminen su desayuno—agrega la madre mientras se sienta en la mesa con una actitud alegre.


 


 

...


 

—Bye, que les vaya bien, chicas—Paola se despide de sus hijas mientras las ve bajar.


 

—Nos vemos, luego—responden ambas al unísono.


 

Caminando se le nota pensativa a Nataly. —Oye, lo siento—Nataly abraza a su hermana.


 

—¿Por qué?—pregunta Johanna, confundida por las palabras y el abrazo de su madre.



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En el texto hay: mafia, brujas, magia

Editado: 04.11.2024

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