Ambas asienten y toman sus cosas, intercambian miradas y avanzan. El director hace un ademán para que ambas salgan y ven afuera a dos oficiales esperando afuera del salón.
Ambas salen caminando normalmente. Afuera del salón los oficiales las saluda y les piden que continúen hacia la salida.
—¿Qué pasa?—susurra Johana.
—Estoy tan confundida como tú... es mucha seguras para un simple arresto...—ve a su alrededor y hay más oficiales en la entrada.
—Suban por favor—un oficial abre la puerta del auto.
Johanna se detiene antes de subir. —¿Quiere decirnos que está sucediendo? ¿Por qué nos arrestan? Nuestro padre es policía—pregunta.
—Ya sabemos quien es tu padre, por eso toda esta seguridad. Quieren interrogarlas en la estación, por eso nos enviaron para escoltarlas, suban, allá les explicarán que sucede—responde el oficial mientras esperas a que ambas suban.
Johanna y Nataly intercambian miradas y después suben al auto, arranca y se dirigen a la estación de policía, inquietas por la situación.
—¿Ahora que habremos hecho?—pregunta Nataly, con sarcasmo.
Johanna ríe. —Ya no me quiero imaginas que nos espera...
Después de unos minutos llegan a la estación, los oficiales abren la puerta y ambas bajan con sus mochilas, su padre las espera cruzando la puerta.
—Deben venir conmigo, necesito mostrarles algo...—dice Alberto mientras invita a las dos a subir por las escaleras.
Suben y recorren el pasillo hasta llegar a la oficina de su padre, entran y ven algunas fotos y videos siendo reproducido en la laptop y en la computadora.
—¿Ya nos puedes decir qué pasa? Ya fue demasiado misterio y suspenso...—Johanna cierra la puerta.
—Tu conoces a este chico, ¿no?—coloca una foto en la mesa.
Johanna toma la foto. —Es Jacob... ¿por que?
—Yo también lo reconocí, sabía que era un amigo tuyo y era el mismo chico al que intenté correr de la casa cuando fue a visitarte, y este chico fue encontrado muerto...—responde Alberto mientras muestra las fotos.
Johanna suspira y deja escapar una lagrima.
—Es triste lo de tu amigo, pero aquí tenemos un problema, el cuerpo fue encontrado cerca de nuestra casa, los vecinos dijeron que frecuentaba mucho nuestra casa, así que las ustedes son sospechosas, no estoy diciendo que ustedes lo hayan hecho, pero esta es una situación delicada, díganme información que sepan sobre esto... ¿algún enemigo que el tuviera?—interroga.
—Dudo que tuviera enemigos, ¿no fue un asalto?—inquiere Nataly.
—No, consejeras su cartera y teléfono, además, recibió múltiples apuñaladas, un simple asalto no se hace de esa forma, tuvo que ser un asesinato planeado...
Johanna comienza a recordar el día de ayer, recuerda la visita de Ángel.
—La visita de...
Su padre la interrumpe. —Lo sé, Johanna. No es una coincidencia pero no hay cámaras que comprueben que Ángel lo haya hecho, lo interrogaré y veré qué información me da, también creo que haya sido el, pero cuando lo encontramos no tenía posesión de cuchillos o navajas—Alberto niega con la cabeza.
—Deben interrogarlo, y así sabremos la verdad...—dice Johanna.
Alberto sale de la oficina y se dirige al interrogatorio, donde tienen a Ángel.
Se sienta frente a él. —Bien, hijo. Te lo preguntaré una vez, ¿tú lo mataste?—muestras las fotos en la mesa. —Eras el único que estaba ahí, además, minutos después llegaste a casa de mis hijas...
—Sí, si lo hice, ¿qué más da? De igual forma estoy jodido, invadí la casa de un policía, agredí a una chica y además estoy vinculado a tráficos de drogas... agregaré un logro más a mi expedienté—ríe y avientas las fotos sobre la mesa.
—Con esto aseguraras unas vacaciones eternas en prison... ¿por qué lo mataste?—inquiere después de retirar las fotos.
—Por que podía, por eso lo hice...—suspira. —Él estaba detrás de una chica a la que yo quería... Johanna le prestabas mucha atención y era obvio que le gustaba, decidí quitarlo del camino, fue sencillo ya que lo tomé por sorpresa, le di varias apuñaladas, pasaría por su cuerpo más tarde, tal vez en la noche, y así lo ocultaría—responde sonriendo.
—¿Y tú hermano tiene algo que ver en todo esto?—
Ángel frunce el ceño. —Actúe solo, ni mi hermano o familia tienen algo que ver con esto... ya confesé que lo maté, así que dígame.¿que puede ser peor?—dice colocando sus manos esposadas sobre la mesa.
Alberto se levanta y abre la puerta.
—Si to no puedo tenerla, ¡nadie la tendrá!—grita Ángel, antes de ver salir a Alberto.
Se dirige con unos oficiales y hace unas llamadas.
Minutos después se dirige con sus hijas, ven al mismo tiempo llegar a la familia de Ángel, sus padres solamente.
—El confesó que lo mato, el mato a Jacob. Por envidia y por una mujer, o sea tu—mira a Johanna. —No te sientas culpable, ven para acá—la abraza.