Finalmente llega el viernes, un día en el que ambas habían acordado verse con Damián y Karen para ver la nueva temporada de Riverdale, también se enteran que después de que Ángel se declarase culpable y aceptara los cargos, fue sentenciado a 50 años de prison, añadiendo cargos de homicidio, invasión a propiedad privada, acoso, agresión física, portar arma y estar vinculado a ventas de drogas. Inmediatamente fue traslado a prisión.
Mientras tanto, del otro lado de la cuidad, Nataly y Johanna esperan a sus amigos. Después de un rato escuchan tocar el timbre de la puerta principal.
—Vaya, llegaron pronto...—dice Nataly, al ver a Damián y Karen en la puerta.
Después pasan y se sorprenden al ver a Christian sentado en la sala. Saludan a las chicas y las abrazan, en especial a Johanna, ya que la ven algo apagada.
Después Karen y Damián fijan sus miradas en Christian.
—Es un primo, lo estamos cuidando por un tiempo—Johanna lo presenta con una sonrisa.
—Es como su hijo...—agrega Nataly en tono de burla. Los chicos ríen.
—Oigan y cambiando de tema... ha sido todo un show el caso de ustedes, una visita de un chico y se transformó en un infierno... ya toda la escuela habla del tema, y en las noticias también lo hablaron...—dice Karen mientras se sienta en la sala.
—Sí... por eso no pudimos ir a la escuela, estábamos ocupadas, pero ya sabemos la cantidad de preguntas que harán el lunes... —responde Johanna mientras toma el teléfono para llamar a la pizzería.
—Sí, oye, y lamentamos lo de Jacob...
—Gracias, siéntense mientras llamo a la pizzería—se aparta y se dirige a la cocina.
Mientras esperan, platican con Christian que esta jugando en el teléfono, Nataly charla con Karen y Damián, mientras que Johanna vuelve.
—Algunos insinuaron que ustedes habían matado a Jacob, yo inmediatamente dije que jamás, que ustedes jamás harían algo así—Damián niega con la cabeza.
—Si lo sé, eso decían porque estuvo en nuestra casa tiempo atrás de que el fuera asesinado, y pues los chismes se esparcieron como siempre...—responde Nataly.
Johanna regresa de la cocina y se sienta, enlaza la tv y envía el capítulo de la serie.
—Creo que ya basta sobre el tema de Ángel y Jacob, al menos por un rato...—dice mientras voltea a ver a Nataly después a Damián y Karen.
Todos asienten y comienzan a ver la serie, bromean y cambian de tema, intentan olvidar lo sucedido, después de un rato llegan las pizzas y de inmediato Nataly se levanta para recibir al chico en la puerta, le paga y este le entrega las pizzas, rápidamente las lleva a la sala y siguen mirando la serie.
Pasadas unas horas, llega Paola, saluda y llama a Johanna, le pide que suba a su habitación. Asiente y sube las escaleras, lentamente y pensando en muchas cosas, llega a la habitación.
—¿Qué pasa, mamá?—pregunta mientras entra a la habitación.
—Ven, siéntante, ¿cómo estás?—hace un ademán.
Johanna entra lentamente y se sienta a un lado de ella. —Estoy bien, si te refieres a lo de Jacob. Aunque aún es triste recordarlo, tenía poco tiempo... conociéndolo...
—¿Poco tiempo? Pensé que eran muy amigos en la escuela, de hace tiempo...—inquiere la madre.
—¡Sí!, ¡Si! Claro... es solo que me refería a... que tenía poco tiempo conociéndolo más a fondo... ¿sabes? O sea....—responde Johanna, pero es interrumpida por su madre.
—Calma... tu sola te confundes... te entiendo. Y si hay de lo que quieras hablar, podemos hablarlo, aquí estaré... una platica entra chicas...—la abraza.
Johanna sonríe tímidamente al escuchar lo ultimo.
—Gracias, mamá. Pero esta bien, estoy triste pero la vida sigue, a veces suceden estas cosas, y lo bueno es que Ángel ya está pagando... ¿es lo importante, no?—Johanna sonríe.
Su madre asiente. Charlan un rato y después sale de la habitación.
—Oye, hija. Se me olvidó decirte que buscaré unas cosas en tu habitación, no encuentro unas zapatillas mías...—grita mientras ve como Johanna se va corriendo.
—¡Claro, mami!
Baja y se dirige al refrigerador por algo de helado, después se dirige con la chicos y continúa mirando la serie con ellos. Pasando 15 minutos escuchando un grito proveniente de su habitación.
—¡Pichardo!—grita la madre desde la habitación de ambas.
Karen y Damian solo voltean a ver las chicas, sabiendo que algo pasará.
Ambas intercambian miradas. —Carajo... eso no suena bien...—dice Johanna.
—¿A quien de las dos nos hablará?—pregunta Nataly en voz baja.
—¡Las dos!—grita Paola.
Nataly suspira y se levanta del sofá.
—Ahorita regresamos chicos...—dice Johanna con una sonrisa, mientras se levanta y sube las escaleras.
—No se que pueda ser peor que lo que hemos vivido, así que no me preguntas que nos aguarda...si es que me ibas a preguntar...—dice Johanna mientras ambas caminan por el pasillo.