Nataly: Tú ven y ya...
La llamada termina y de inmediato le arrebatan el teléfono, le piden que se siente en una silla que está en la habitación.
Nataly suspira y se sienta, el hombre se acerca a ella.
—¿Me dirás cómo te llamas? Creo que es lo mínimo que puedo recibir antes que me ejecuten...—dice Nataly mientras el hombre toma una silla y se sienta frente a ella. Otros 2 hombres están en la habitación armados, abren la puerta y puede ver algunos en la sala, también están armados.
—Soy Ed. Ya sabemos tu nombre para que no te molestes en presentarte. No fue tan fácil encontrarte y esperar que estuvieras sola. Lástima que mi cliente te quiere muerta... pero igual podemos divertirnos antes de que te asesinemos...—le toca un mechón de su cabello y ella se intenta apartar.
—Será feminicidio, además debes estar muy loco para cometer algo así en contra de las hijas de un policía...—responde Nataly intentando evitar que la siga tocando.
—Eso no importa, cuando alguien quiere hacer un trabajo rápido y eficaz, me buscan a mí. La policía no será problema, encontrarán sus cuerpos semanas o meses después... por ahora vamos a divertirnos tú y yo...—truena los dedos y los hombres que están en la habitación se preparan para salir de inmediato.
—Avísenme cuando la hermana esté aquí, asegúrense que entre a la casa, yo estaré atendiendo otros asuntos—agrega antes que uno de los hombres cierre la puerta.
—Espera, espera... créeme que no querrás hacer eso, te meterás en serios problemas...—dice Nataly mientras se levanta y retrocede para tropezar y caer sobre la cama.
—No estás en posición de exigir nada, y mucho menos de amenazar...—el hombre se levanta de la silla.
El hombre se abalanza sobre ella, dejándola boca arriba y él encima de ella, sujetando sus manos contra la cama.
—Maldito enfermo... hijo de perra...—le grita Nataly antes de escupirle.
—Me lo han dicho muchas veces, para mi ya son muestras de cariño, bombón...—le comienza a desabrochar su blusa y rápidamente se la quita.
Nataly ya no opone resistencia, el tiempo se congela por unos segundos y recuerda algo de su pasado siendo chico, siendo Daniel.
Febrero 2018...
—¡Daniel para!—grita Alexa, una amiga cercana a Daniel.
—Solo será rápido... vamos... tú también quieres hacerlo...—le dice mientras está encima de ella, después comienza a besar su cuello.
Ella se resiste e intenta levantarse pero el alcohol le impide mantener el equilibrio y levantarse...
—¡Por favor!—ruega Alexa pero Daniel hace caso omiso.
...
Nataly vuelve a la realidad y solo siente un tirón cuando Ed le tira de su Jean y la deja completamente en ropa interior. Unas lágrimas se le escapan al recordar el pasado y volver de nuevo al presente donde vive la situación que el alguna vez provocó contra una chica.
Minutos después comienzan a tocar la puerta, cada vez con más insistencia.
Ed se levanta rápidamente y abre la puerta, con molestia por haberlo interrumpido. —¿Qué sucede?—pregunta al hombre que estaba tocando la puerta.
—La chica esta aquí, afuera de la privada... pero...
—¡¿Pero qué?!—pregunta Ed exaltado mientras escucha ruido detrás de él, ve a Nataly deslizándose de un lado al otro de la cama para tomar unas tijeras que estaban sobre una mesa.
—La chica viene con policías, tenemos que salir por el patio...—responde el hombre mientras saca su arma.
Ed voltea y esquiva las tijeras que Nataly intentó enterrarle, el otro hombre entra rápidamente y le apunta a Nataly.
—No la mates, la necesitaremos...—interrumpe Ed mientras intenta levantarse.
El hombre voltea a la puerta principal porque escucha disparos y Nataly le tira el arma para después lanzarlo sobre Ed, con su blusa en la mano intenta correr de los dos hombres, al estar en la sala se encuentra con varios hombres, algunos observando por la ventana. Nataly ve unas escaleras y rápidamente sube, algunos van detrás de ella pero rápidamente entra a una habitación y se encierra, abre la ventana y ve a Johanna viniendo con varios oficiales.
Mientras intentan abrir la puerta sale por la ventana y cae, rápidamente se levanta y corre hacia Johanna, se cubren entre los autos mientras que los oficiales avanzan rápidamente.
—Sabía que algo no estaba bien, además que Nicky estaba en el hospital... ¿qué pasó? ¿Y por qué estás semi desnuda?—pregunta Johanna con gran inquietud.
—Ese estúpido me quería violar... decía que por venganza, seguramente Ángel lo envío. Nos quería eliminar a las dos solo que me extraña que me pidiera que te llamara, el sabía que traerías a alguien...—se sienta Nataly en la banqueta y Johanna extiende su brazo en sus hombros.
Ambas ven cuando se llevan arrestados a los hombres y son llevados a la comisaría.
Suspira. —En fin, otro día más escapando de la muerte... creo que en cualquier realidad atraemos problemas—se levanta y ayuda a Nataly a levantarse.
Recuerda a Nicky. —Tenemos que ir con Nicky, todo esto es mi culpa...—dice Nataly mientras intenta buscar la forma de llegar al hospital.
—¿Tu culpa? Es culpa de él por estar metido en el narco tráfico, de hecho es el quien debe sentirse culpable, no tú...—grita Johanna mientras ambas suben a una patrulla y esperan que su padre llegue.