Johanna y su hermana caminan hacia el salón, el regreso a clases es extraño, Nataly sabe que Johanna no durará mucho en clases, la noticia sobre su enfermedad se esparció mas rápido de lo que creyeron y negarlo es imposible cuando sus cambios físicos son evidentes.
-Este inició de clases no será como antes...-agrega Damián con tristeza en sus palabras.
-Uno inolvidable-Johanna ríe. -Hay que fingir que estoy bien...-observa como algunos de sus compañeros la miran de pies a cabeza. -Bueno, creo que eso sí será difícil...-ríe.
-De igual forma solo vendrás por unas semanas, no te debes debilitar mucho... es más... no se que hacemos aquí... deberíamos estar pasando tiempo juntas... fuera... haciendo estupideces como si no hubiese un mañana-agrega Nataly.
-Quise hacer esto para que todo pareciera normal, ya habrá tiempo para salidas...-responde mientras ve entrar a la maestra.
Detrás de la maestra ingresa a un alumno que se integra de último momento, un chico de tez morena, delgado, ojos café oscuro, cabello ondulado y alto. Sebastián Peimbart.
-Vaya... por fin, un alumno nuevo...-agrega Nataly mientras ve como el chico sonríe y se acerca a ella para sentarse al frente de su mesa bancó.
Johanna toca el hombro se su hermana, ella voltea y sonríe mientras apunta hacia el chico nuevo.
-No molestes...-le responde a Johanna en voz baja.
Damián, Isabel y Karen ríen en voz baja.
La maestra esta enterada de la situación de Johanna, sin embargo no hace ningún comentario.
Durante la clase Sebastián voltea hacia atrás, con la única compañera a la que planea pedirle apoyo, Nataly con gusto asiente y comienza a apoyarlo respecto a los temas que reforzarán este último año de clases. Entablan unas palabras y a la hora de receso acuerdan seguir repásanos los temas en la jardinera de la escuela.
-¿Gustas?, son galletas oreo...-le ofrece galletas.
-Gracias Nat, pero ahorita no tengo hambre...-agradece. -¿Te puedo decir Nat?
Nataly asiente con una sonrisa.
Sebastián sonríe. -¿Estudias aquí desde el primer año?-pregunta el mientras aparta un poco sus libros.
-Si... mi hermana y yo entramos desde el primer día juntas...-Nataly ríe. -¿Tu vienes de fuera de la cuidad? ¿O solo te cambiaste de escuela?...-Nataly interroga con la esperanza de saber más del chico.
El ríe. -Vengo de otra escuela, tuve problemas y me cambié... ya sabes, los problemas con chicos y así... mejor me aleje antes que me hicieran daño-responde y regresa a sus libros.
A lo lejos está Johanna junto a Damián, Isabel y algunos amigos que hacen preguntas.
Minutos después suena el timbre y todos ingresan de nuevo a su salones.
...
Johanna y Nataly están en su habitación, sentadas en su cama charlando sobre el regreso a clases.
-¿Seguirás yendo a clases?-inquiere Nataly mientras cierra su laptop.
-Seguiré yendo por unas semanas, quiero que todo parezca normal, aunque no lo sea... llegar a casa me recuerda todo por lo que estoy pasando...-responde ella mientras revisa unas notificaciones en su teléfono.
-Pasando nuestro cumpleaños debes salirte de la escuela, creo que yo haré lo mismo... para que podamos disfrutar juntas...-agrega Nat.
-¡No! tu no dejarás la escuela, ni arruinarás tus planes a futuro por mí... yo sí me saldré, porque sí te soy sincera, no creo llegar al 3 de octubre, aún falta un mes, pero si me siento muy mal, todas esas miradas y comentarios en la escuela me lo confirmaron... lo único que me queda es seguir viviendo mi vida hasta que llegue el fin. No me puedo arrepentir, después de todo, si hice cosas que no debí... de hecho tengo planes de irme con Reik-Johanna responde con un tono de voz suave.
Nataly niega con la cabeza y de retiene las ganas de llorar. -No es justo...
-Si lo es, Nat. Y tú sabes porqué...-sentencia su hermana.
-Si, ¿pero por qué después que encontraste la felicidad? Tal vez sí volvemos todo cambie...-Nataly toma un poco de papel y se limpia su nariz.
-Por eso mismo, o quizás así lo veo... es como si la vida me hubiese visto llegar a mi momento de clímax en mi vida, cuando más era feliz y cuando por completo me había adaptado a esta vida... y fue cuando poco a poco me dio señales de lo que venía y lo que pagaría...-ríe. -Quejarme sería muy hipócrita de mi parte, tomando en cuenta todo lo que hice, ¿me duele? Sí, por ti... Reik, papá y mamá, mis padres... y el regresar no cambiara nada, será el mismo resultado aquí y allá...-se levanta de la cama y toma uno de sus frascos con pastillas.
-No debería ser así, pero tienes razón... y me duele... tal vez mi destino sea el mismo-responde Nat mientras se sienta a un costado de la cama.
Johanna re el frasco de pastillas, toma una con su mano. -Ojalá que yo esté pagando por las dos, porqué yo fui él que cometió más actos negativos-toma su pastilla con un sorbo de agua.
Cierra el frasco de pastillas y vuelve a la cama. -En fin, cambiemos de tema... el chico nuevo que llegó hoy, ¿que tal? Es medio extraño, ¿no? ¿Ya es tu novio?-le da un leve codazo.
-Es un chico extraño... viene de otra escuela porque tuvo problemas, ¿cuáles? No lo sé... solo me dijo eso mientras le ayudaba...-responde Nat.
-¿Y le ayudaste por que debías hacerlo? ¿O hay algo mas?-Johana le mira con una sonrisa.
-¿A que te refieres? Sabes que ya no quiero ninguna relación... no lo sé, me quedó una muy mala experiencia con la última-responde mientras observa el pecho de Johanna, recordando que culpa Nicky ella esta así.
-Al menos ve el lado bueno... esta vez no tendrás que preocuparte por mi...¿pero entonces el chico no te llama la atención?-Johanna ríe.