De las Cenizas

Capítulo 6 “Realidad”

Al salir al pasillo nos encontramos con un teléfono muy antiguo y lo digo por las teclas metálicas que tenía. Ahí había 5 números anotados aun lado en un pequeño pizarrón. Cada una de las habitaciones habían sido enumerada y el pasillo se había hecho un poco más ancho. Apenas había sido medio metro. Debió de ser por eso el origen del ruido

  • ¿Voy a bajo, vienes Vic? – pregunto mirando una de las puertas.
  • No voy a revisar los cuartos y lo del teléfono – dije tomando el mango de este.
  • Ok, creo que tienes que marcar cada uno y asignarle el número de la habitación o algo así – dijo mientras me veía de arriba hacia bajo – No sé, pero creo es lo más posible.
  • Está bien yo me encargo de ello. Tu ve abajo y encárgate de lo que se tenga que hacer – dije señalando el pasillo.
  • Ok, señorita seriedad – dijo riendo mientras bajaba los escalones.

Marque el primer número y empezó a sonar el teléfono, aunque no contestaron así que pase al segundo. Este sonó al igual que el otro un buen rato, pero nadie contesto. Creo que lo estaba usando mal. Volví a marcar el primero con mucho cuidado de no haberme pasado algún número y empezó a sonar de igual manera que lo había hecho anteriormente. Creo que no funciona bien el teléfono.

  • Hola quien habla – escuche la voz de Dante por el teléfono cuando estaba a punto de colgar.
  • Dante soy yo Victoria – conteste de inmediato.
  • Victoria, ¿Cómo estás? ¿te han hecho daño? – dijo de inmediato.
  • No estoy bien – dije sonriendo – ¿Y tú?
  • Igual, aunque nos tienen encerrados separados de los demás – dijo algo nervioso.
  • Nosotros estamos igual. Creo que todos estamos así – le trate de consolar.
  • ¿Oye, ya encontraste una salida? – al escuchar eso recordé lo que habíamos hablado.
  • No aun no, pero estoy averiguando cómo abrir las puertas.
  • Mi pareja y yo encontramos túneles de ventilación. Hemos estado haciendo mapas por la noche – me sorprendió saber aquello ya que aquí no hay nada de eso.
  • ¿De verdad? – podía escapar, después de todo tenía una esperanza.
  • Si puedes venir con nosotros si quieres. Planeamos escapar una noche antes de que nos cambien de lugar – eso era música para mis oídos.
  • Está bien le diré a Félix – le conteste de inmediato.
  • No le puedes decir – soltó de inmediato – solo se pueden tres personas ¿te apuntas o no?
  • Está bien me apunto – le conteste sin pensarlo – por cierto, tu habitación va a ser la uno ok.
  • OK. Aunque no creo que la vaya a ocupar – dijo riendo – sabes estaba pensando que si lográbamos salir podíamos ir a buscar a mi familia y a la tuya.
  • ¿De qué hablas? – pregunte desconcertada.
  • Ya sabes podemos ocultarnos en las montañas para crear una nueva familia entre tú y yo – guardo silencio por un rato – Sé que es algo rápido, pero me gustaría estar contigo ¿qué piensas?

No sabía que contestarle. Dante me transmitía confianza y Félix todo lo contrario. Un día podía jurar amarme y al otro tal vez odiarme. Con Dante estaría segura y lo más posible es que fuera feliz, aunque no lo conocía tanto como a Félix, pero era algo con lo que él no tenía seguro por sus sentimientos hacia Eva y que juraba eran falsos. El pensarlo de esa manera hace que duela algo en mí, aunque no estoy segura de lo que es.

Además, una vez libre de podría hablar con Dante para dejarlo y seguir con mi vida. No tengo por qué estar con él, aunque me ayude a escapar. Tengo que admitir que la vida de nómada por la soledad es difícil pero no me quedaría con el primer sujeto que se me atravesara.

El problema ahora era Félix se lo iba a tener que ocultar si tenía el valor para abandonarlo. No sabía si tenía el corazón para hacerlo, pero si no lo hacía no vería a mi familia de nuevo y no volvería a tener esta oportunidad que había estado esperado.

  • Está bien iré per…  –  me interrumpió una voz antes de que acabara.
  • Que pasa Dante no quieres que nos ejercitemos como anoche – conocía esa voz. Era Eva.
  • Victoria me tengo que ir gracias por llamar – me colgó de inmediato.

Dante era el que había estado con Eva anoche. No podía ser Dante el no haría eso. Él parecía diferente. No me mentiría y no me haría escapar con falsas ilusiones de una familia supuestamente si esta con Eva. Aunque para ser sincera no los conocía por completo, sabía que Dante me entendía porque al igual que yo tiene una familia y tiene que escapar. Tal vez está engañando a Eva o no era ella.

Entre a la habitación y pegue una oreja hacia la pared de la cama, no se escuchaba nada. Tal vez no había sido Dante el de anoche. A lo que decía Félix de Eva, ella tenía gustos variados por lo que me había dicho así que no podía ser él.

  • No seas tímido, anoche no lo fuiste – se escuchó la voz de Eva a lo lejos – por favor no seas así solo tenemos 20 minutos antes de que se enteren de que no estamos.




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