De las Cenizas

Capitulo 12 “Muerte”

 

Como me era costumbre solo salí en ropa interior de la ducha así que los ignore a ambos y trate de esconder mi sorpresa mientras caminaba al armario. Estaban Dante y Eva en la habitación con la puerta cerrada. Solo éramos los tres ya que Félix no estaba por ningún lado.

Tome un pants negro holgado y una sudadera blanca. Ambos solo me observaban desde su lugar. No sabía lo que se tramaban, pero algo no me daba buena espina. Busque mis tenis y me hinque para colocármelos, en ese momento se empezaron a acercar a mí.

  • ¿dónde están los demás? – rompí el silencio y dejaron de avanzar.
  • Están abajo con el hombre de la bienvenida y Félix – me contesto Eva algo inquieta.

Al escuchar eso me tranquilizo un poco pero que el hombre de blanco estuviera aquí no era muy buena señal. Ahora entendía por qué estaban ellos aquí. Al parecer lo de la regla de no estar sola si iba a ser un problema después de todo.

  • Ya veo gracias por la información – me puse de pie y empecé a caminar a la puerta.
  • Victoria deberíamos de hablar – escuche a Dante detrás de mí – ¿estás bien? – se escuchaba preocupado.
  • Si – pare de caminar, pero no me di la vuelta – ¿Por qué no lo estaría?
  • Todos escuchamos los gritos entre tú y Félix – de inmediato recordé como habíamos discutido – tiene un mal carácter y al parecer pierde muy rápido el control. Después de un rato todo quedo en silencio y no supimos de ti.

Tenía algo de razón. La relación entre Félix y yo no era lo común si es que lo había en estos tiempos. Peleábamos por estupideces y después apenas y nos podíamos separar. No solo era solo culpa de Félix sino no mía también. Había una fuerza entre nosotros que, aunque ambos no quisiéramos de cierta forma nos juntaba. Éramos como imanes además de que las cosas estaban pasando tan rápido que nunca me pare a pensar si esto estaba bien.

  • No tienen por qué preocuparse Dante – me gire y los mire a ambos – soy perfectamente capaz de defenderme además de que Félix no puede hacerme daño.
  • No seas ilusa – me arrebato Eva molesta por mis palabras – no lo conoces. Es una bestia que solo le importa su bienestar cuando no te necesite te hará a un lado.

(Mira quien habla)

Eva no era la misma chica que me había encontrado en la noche. Era completamente distinta. Parecía que de verdad le importaba, pero mentía. No por lo que me dijo Félix de ella o por lo que paso en la noche simplemente lo sentía en mi interior. Dante la tomo de la mano como señal de que la apoyaba y se empezaron a caminar hacia mí. Alce las manos en señal de que pararan e involuntariamente se hizo notoria esa extraña ceniza entre mis manos.

  • No finjas que te intereso Eva es patético – baje las manos y camine a la cómoda en busca de los guantes – esperaba más de ti por nuestra conversación de anoche en la cocina después de que peleara con Félix – Dante abrió los ojos de sorpresa. Al parecer no lo sabía.
  • Te lo advierto – está realmente molesta. Me puse los guantes y caminé hacia ella desafiándola – no quieres tener problemas conmigo.
  • Eva cálmate – Dante se puso entre nosotras apenas yo había dado unos cuantos pasos – recuerda que la necesitamos para escapar.

El escuchar eso me hizo recordar lo que había escuchado a través de la pared. Camine hacia ellos molesta. Me necesitan para que sea quien les dé tiempo mientras escapan y me quede aquí estancada. No tienen ni el más mínimo descaro en ocultarlo. Piensan que podrían engañarme para hacer eso.

  • Escapar – me reí por lo patético que se escuchaban esas palabras – estamos en una maldita fortaleza en la que están experimentando con nosotros como ratones y tu hablas de que escapé con ustedes. Saben lo estúpido que se escucha.
  • Victoria – Dante me contesto en tono de amenaza y se puso entre Eva y yo ya que no le cayeron bien mis palabras – recuerda que nos vigilan. No digas alguna estupidez por favor.
  • Váyanse a la mierda los dos – no quería discutir más. La ceniza estaba empezando a rodearnos – si llego a escapar de esta cárcel no será gracias a ustedes.

Sali de la habitación y escondí mis manos en mis bolsillos. Las palabras del hombre de blanco retumbaban en mi cabeza. No quería tener más problemas de los que apenas podía manejar. Ambos venían detrás mío supongo que sabían ya lo de las nuevas reglas y ya que nadie le convenia un castigo ahora.

Cuando llegamos al comedor todos hacían una media luna delante del hombre de blanco y sus dos guardias. Félix llevaba puesto solo un pants gris y el torso descubierto. Tenía unos papeles en la mano y estaba en una orilla de la media luna. Me miro algo preocupado mientras bajaba de las escaleras.

  • No es algo que puedan controlar y no tienen ninguna influencia en el lazo. Es química después de todo – me integre a la media luna, aunque no estaba cerca de Félix – Aun no se acostumbran y puede que noten ciertos cambios, pero volverán a lo que eran de una u otra forma. Solo tienen dos opciones aceptarlo o rechazarlo, les aconsejo que opten por la primera y no se resistan de lo contrario pueden hacerse daño.
  • ¿de qué está hablando? – le susurre al chico de pelo cobrizo con el que había apenas cambiado unas cuantas palabras en la llegada.
  • Habla acerca de las parejas el estúpido – dudo al principio en contestarme, pero aun así lo hizo. Le agradecí con una media sonrisa.
  • En horas notaran cambios como la pareja 1 – debía referirse a Félix y a mí – o si no ya los estén presentando. Traten de comprender su origen y no traten de usarlos al menos que no sea con su pareja ya que el lazo es lo único que los protege entre ustedes.




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