De las Cenizas

Capitulo 17 "Confusión"

Paso un rato y seguían sin bajar. Me debí de levantar muy temprano por mi mal sueño. Subí de nuevo y encontré todo igual de como lo había dejado. No lo desperté porque supuse estaba cansado además de que se veía tener un buen sueño por la sonrisa en sus labios.

(Supongo que no estuvo mal, aunque no recuerdo nada)

Tome una toalla y baje. Se me ocurrió que sería un buen momento para volver a probar sumergirme debajo del agua y ver si puedo seguir respirando.

Dejé mi ropa en el suelo cerca de la alberca junto a mi toalla y me sumergí hasta el fondo.  No tengo una idea exacta de cómo lo hice, pero seguía respirando. Era fascinante el simple hecho de respirar y mirar hacia la superficie. Era como ver atreves de un velo de cristal el mundo. No me podría cansar de esto.

En el fondo comencé a pensar acerca de lo que había pasado anoche y el hecho de que no podía recordar nada. No sabia si decírselo a Félix y si se lo decía me atormentaba pensar en su reacción. Que se alteraría o me culparía, le tomaría importancia o no, terminaría nuestra relación o no, me odiaría...

(Que carajos voy a hacer…)

Después de un rato vi varias sombras distorsionadas en la superficie y esto me altero. Pensé de inmediato en guardias por el color negro.  De mis manos salió aquel tipo de ceniza en consecuencia.

Ahora sabía que se asociaba a mis emociones. Estire mis brazos y deje que saliera de mi a placer. Las cenizas se fusionaron con el agua viéndose como un aceite de color negro sumergido en el agua que me rodeaba. Aquello me brindo cierta seguridad hasta que sentí el rechazo del agua. Es algo difícil de explicar, pero sentía como el agua me rechazaba como queriéndome escupir. Sentía como me empujaba y a la vez jalaba para que saliera a la superficie. No importo cuanto intentara aferrarme al fondo tiro de mi con fuerza y me arrastro a la superficie con cierta sutileza como si alguien me sujetara.

  • ¿Con que aquí estabas? – escuche la voz de Raquel divertida.

Vi a mis compañeros a mi alrededor cuando salí a la superficie. Félix estaba entre ellos mirándome con cierta desaprobación y alegría bien disimulada. Estaban todos en la orilla

  • Necesitaba un poco de aire – bromee mientras nadaba a la orilla.
  • Ahí abajo hay todo menos aire – se burló Dante.
  • Lose – Félix me tendió la mano para salir – pero de lo contrario no sería divertido.
  • Así que te llevas bien con el agua como Dante – se rio la pareja de Aria – vaya sorpresa al parecer tienes más de un poder.
  • Acaso tu no – escuche como otro chico le contesto en tono de burla mientras me secaba la cabeza – es una lástima. Ya que los demás si pero vale que no te pongas celoso.
  • ¿Ya saben lo que pueden hacer? – les pregunto Félix, pero lo ignoraron mientras discutían entre ellos.
  • Yo soy bueno con la electricidad

Al parecer todos éramos muy temperamentales. A nadie le gusta que le hagan menos o que se burlen de el. Todas las personas reaccionan diferente a cada situación que se le presenta y en esta ocasión se demostró que ninguno de los que estamos aquí le gusta ignorar los hechos y dejar que las cosas pasen. Somos todo lo contrario. Nos tomamos las cosas a pecho y se eso le agregas que estamos drogados las cosas no van bien y nos causan amnesia.

  • Esto va a acabar mal y nos castigaran – rio divertido Félix por el show que estaba frente a nosotros.
  • No puedo creer que incluso Aria está en la bola – me reí al verla frente de Dante gritándole quien sabe que – hay que detenerlos.
  • Ya fue suficiente – se sonrió para si. Alzo su mano y como si fueran una caja de metal con las que practica en el entrenamiento los alzo y los dejo hacer en el agua.

Los ánimos bajaron y terminamos chacoteando como críos. Entre unas cuantas bromas y risas el ambiente se relajó y por un instante me sentí como si estuviera en casa.

  • Así que nos puedes electrocutar ahora – soltó Lucas que era el compañero de Raquel y el chico con el que había conversado antes.
  • En teoría si pero no sé cómo hacerlo – se rio de si mismo – apenas ayer lo descubrí.
  • Nosotros tardamos días y ustedes en dos – soltó algo pensativo Félix – empiezo a creer que tal vez la comida tenga algo que ver.
  • Yo no aún no sé qué puedo hacer – escuchar aquello de Eva me sorprendió. Daba por hecho que al igual que nosotros ya había notado algún cambio.
  • Yo no lo tengo claro – dijo serio Lucas – en la madrugada tuve una pesadilla y tomé una ducha. Para cuando salí el piso parecía gelatina bajo mis pies.
  • Mierda – soltó Dante – yo en la ducha solo juego con el agua.

Todos rompimos en risa y seguimos bromeando al respecto. Hasta ahora solamente sabía que cinco de nosotros incluyéndome teníamos habilidades. Aria y Raquel no habían dicho aun que eran o no capaces de hacer. De hecho, guardaban silencio y evadían el tema. No sabía si era porque no tenían poder alguno por ahora o lo querían ocultar.

  • ¿Ya sabes que es lo que puedes hacer Aria? – mi pregunta le sorprendió. Había decidido tomar la iniciativa ya que participaba muy poco en la conversación.
  • Aria es especial – me contesto Ezequiel por ella – ve atreves de las personas con tan solo tocaras.
  • ¿Y a través de quien has visto – hablo Lucas con cierto toque de burla – o que has visto mas bien Ariadna?
  • Solo lo hecho con dos personas hasta ahora – contesto nerviosa – la primera vez con Ezequiel y la segunda contigo – me miro apenada.




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