De las Cenizas

Capitulo 20 "Explosiones"

Me gire de inmediato cuando escuche lo de la foto, pero ya no estaba ahí. Había desaparecido sin dejar rastro. Di varias vueltas por la habitación para saber en donde carajos estaba, pero parecía que se lo había tragado alguna pared. Aquella sensación no se volvió a hacer presente y después de un rato de tratar de encontrarle lógica a lo último que me había dicho subí de regreso a la habitación.

Cuando abrí la puerta esperaba encontrarme con Félix tirado en el suelo durmiendo no caminando de un lado a otro como un animal encerrado en una jaula.

  • ¿Qué carajo? – me abrazo y me miro rápidamente para asegurarse de que estaba bien – ¿en donde carajos te metiste?

Por su cara deduje que no era tan resistente al somnífero ya que al parecer debí de estar mucho tiempo haya abajo para que se le haya olvidado nuestra discusión y me reciba de esta forma.

  • Me sumergí en la alberca y perdí la noción del tiempo – era parte de la verdad – solo fue eso.
  • ¿Y esto? – me tomo la mano y me la mostro.

Tenía tatuado el contorno de un extraño dibujo de una flor de color blanco justamente en donde me había besado Cruz. No tenía ni la más mínima idea de lo que significaba, pero estaba muy molesta. Era un tipo sumamente raro además de que me conocía y no sabía de dónde, pero estaba aún más molesta conmigo porque debí de haberme ido en vez de quedarme ahí a tratar de conseguir información.

  • Me las vas a pagar la próxima vez que te vea – susurre molesta.
  • ¿con quién estabas? – me pregunto Félix, pero no conteste.

Ignoré todas sus preguntas y me encerré en el baño para tomar una ducha. No tenía la cabeza para tener una discusión con Félix en estos momentos. Lo que me había dicho acerca de Eva aun rondaba en mi cabeza además de que no sabía que significaba en sí. Era un aviso de que me a dejar en algún punto o que quiera o no siempre va a estar cerca de nosotros. No lo sabía, pero la posibilidades eran infinitas y provocaban un dolor de cabeza insoportable. Así como el no sabia que no recordaba nada.

  • Es la última vez que te pregunto Victoria – fue lo primero que escuché cuando salí del baño – ¿Qué fue lo que paso?
  • Que te importa – la ceniza salió de mis manos mientras me dirigía al armario por ropa – diga lo diga no va a hacer ninguna diferencia. Es más, los muertos tienen más importancia que los vivos para ti así que no preocupes que no hable con ningún fantasma.
  • Victoria – vi cómo se acercaba a mí y alcé mi mano. Las cenizas lo detuvieron impidiendo que se acercase más como un anillo gigante rodeándome.
  • No Félix escúchame bien – se quedó inmóvil mirándome molesto – estoy cansada de esto. No importa lo que no diga o haga no es suficiente para ti y estoy empezando a creer que lo único bueno en común que tenemos entre nosotros es querer salir de aquí.
  • Eso no es cierto – trato de avanzar, pero lo seguí bloqueando – sabes que te quiero y tenemos muchísimas más cosas
  • Basta – lo interrumpí – enserio basta de todo esto. Tenemos suficiente con estar aquí encerrados y con todo lo que está pasando. Estoy cansada de escucharte decir que me quieres cuando hace una hora me dijiste que seguías queriendo a Eva. No necesito más problemas de los que apenas puedo manejar.
  • No la quiero como a ti – suspiro agobiado – ella es como mi familia. Fue un error tratar de verla de otra manera de mi parte.  Lo comprendí tarde, pero podemos seguir tu y yo.
  • No quiero que parezca que estoy compitiendo con ella cada vez que haga uno de sus comentarios acerca de que estarán juntos de nuevo – deshice en anillo que me protegía – creo que deberíamos terminar con esto.
  • Yo compito con alguien que está muerto – me contesto con ironía – no sabes lo doloroso que es escuchar su nombre salir de tus labios. El no poder hacer nada para cambiar las cosas.
  • Entonces ya sabes cómo me siento – me vestí y calce – cada uno tiene algo en contra.
  • ¿Lo de anoche no significo nada para ti? – por difícil que parezca de creer lo había olvidado por completo en ese momento.
  • No recuerdo nada – suspire mientras los recuerdos me invadían – sabía que estábamos drogados y no me aleje de ti.
  • ¿Que acabas de decir? – me miro estupefacto.
  • Lo último que recuerdo es que nos estábamos besando – me dio la espalda – cuando desperté estaba confundida y me di cuenta de lo que paso.
  • ¿Así que no recuerdas nada? – le negué con la cabeza – lo lamento victoria.

Se acerco a mí me abrazo susurrándome una y otra vez que lo perdonara. Las lágrimas brotaron de mis ojos por pensar mal de el y por lo jodidos que estábamos en este momento. Sabia en el fondo que Félix jamás me haría daño pero la idea de que no estaba segura ni siquiera a su lado me consumía.

  • Ninguno de los dos estaba bien – Trate de minimizar su culpa – No me arrepiento pero…
  • No te tienes que arrepentirte de algo que no recuerdas que hiciste – me interrumpió y me beso la mejilla – Prometo que jamás volverá a pasar.

La luz de la habitación se tornó roja y aun entraba luz por la ventana.




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