De las Cenizas

Capitulo 21 "Escape y Recaptura"

Regresamos por el pasillo y los encontramos rezagados en el suelo. Dante estaba consciente. Eva había colapsado y él se quedó a su lado protegiéndola. Félix cargo a Eva inconsciente y yo deje que Dante se apoyara en mi para poder salir. Las explosiones se escuchaban cada vez más cerca y corrimos con suerte al poder salir sin que nos aplastara la estructura.

No perdimos tiempo y nos alejamos lo suficiente como para sentirnos seguros. Detrás de unos matorrales descansamos.

  • No pensé que nos salvarían – soltó Dante riendo con cierto aire de sarcasmo – y mucho menos que fueran ustedes quienes lo harían.
  • No me agradezcas – le solté tratando de recuperar el aire – Yo te habría abandonado ahí adentro como tú también estabas dispuesto a hacerlo.
  • Mi cabeza – susurro Eva despertando.

Félix estaba a su lado tomado su mano. No era algo con lo que me sintiera cómoda, pero lo ignore y trate de mirar hacia otro lado.

  • Ya que despertaste deberíamos movernos antes de que nos empiecen a buscar – dije tratando de que el aire no siguiera siendo tan incómodo.
  • Tienes razón – Dante se puso de pie a mi lado – no creo que les guste que sus ratas de laboratorio se hayan escapado.  
  • Félix… - escuche a Eva.

No sé si alguna vez han sentido aquel impulso de hacer algo, pero saben que aquello no traerá nada bueno, pero aun así lo hacen valiéndoles un carajo. Eso fue lo que sentí cuando los miré. Lo peor de todo es que yo ya sabía que no me iba a gustar lo que iba a mirar y aun así lo hice. Claro esto nos les importaba a Félix y Eva mientras se besaban. Los vi apenas durante unos instantes antes de desviar mi mirada de nuevo.

Es difícil describir cómo me sentí en ese momento. El enojo que sentía hacia a Félix incluso hacia a mi venia de unas ganas descomunales de llorar y de un horrendo nudo en la garganta. Me sentía como una idiota, pero obviamente no deje que ninguna de mis emociones se hiciera notoria. Yo sabía que muy en el fondo desde un principio que esto iba a pasar.

  • Bueno esta rata se va – dijo Dante caminando lejos de la incomodidad – no quiere que la capturen de nuevo sin antes terminar lo que dejo pendiente.

Parece que esto lo tenía sin cuidado y tenía cosas más importantes en que preocuparse. Me enojaba el hecho de que esto no le afectara en lo más mínimo, pero tenía razón. Estaba afuera y podía reencontrarme con mi familia. Era lo único que debía importarme en un momento como este.

  • Espero y no nos volvamos a ver – solté al aire y corrí en la dirección opuesta Dante.

Sabía que Dante no había sido el único que me había escuchado, pero aquello de cierta forma me ayudo a dejarlos atrás.

Corrí en compañía de la luna que me observaba desde el cielo nocturno. Trepe y avance lo más lejos posible de la que había sido mi prisión. Por mi mente regresaban los recuerdos que me asfixiaban mientras corría, pero no me detuve. Continúe y una vez más trate de enterrar todo lo que había pasado en el fondo de mi mente.

Para cuando pasaron unas horas me permití ver hacia atrás. A lo lejos podía ver como aquel lugar que había sido mi prisión ardía en llamas mientras unos cuantos camiones estaban cerca de el. supongo que tratando de apagar el incendio.

No se sabía a quien le tenía que agradecer y de esa forma esta mejor. Bien dicen que para matar un monstruo necesitas otro. Lo que me preocupa es si aniquilaron a todos o a ese hombre que mató al hombre de blanco. Supongo que nunca sabre la verdad.

Estaba a punto de irme cuando vi como del fuego salió una nave. Esta flotaba con cuatro hélices en cada lado. Tenía pedazos gigantes de cemento en la parte del superior aún. Surgió desde el fondo de los escombros. Había salido de alguna especie de sótano que estaba debajo de los cimientos. No venia sola ya que otras dos naves más pequeñas la acompañaban. Comprendí en un instante que esto no se había acabado.

Comencé a correr a una pequeña meseta en la cual se veía una mancha a lo lejos que esperaba fuera una cueva o un agujero. Estaba a unos dos o tres kilómetros. Mientras corría escuche como se acercaba aquella nave. Aprete el paso y seguí corriendo.

Para mi suerte aquella mancha era un pequeño agujero en la piedra. Me hice caber como pude y me tapé con algunos matorrales.

(Ahora solo me queda esperar)

 

Escuche un disparo. Vi como de la boca del hombre salía sangre y su agarre perdía fuerza. Saque fuerzas de no sé dónde y me lo quite de encima para poder tomar aire. Una vez que me pude poner te pie tome el rifle y mire a mi alrededor para saber que carajo estaba pasando.  

Los otros dos sujetos tenían en el suelo a mi madre. Ella había sido la que había disparado y ahora la estaban golpeando en el suelo.  La ira se apodero de mí y jale el gatillo sin pensarlo. A uno le ti el torso y al otro en el hombro izquierdo. Cayeron al suelo de inmediato.

 

  • Debe estar por aquí – escuché la voz de Lucas a lo lejos – la vi corriendo hace un rato.
  • Debo de hablar con ella para aclarar las cosas – escuchar la voz de Eva me detuvo de salir de mi escondite.
  • Ya casi amanece – era la voz de Dante – tal vez se ocultó. Eso es lo que hacen los nómadas.
  • Recuerda que no es una nómada cualquiera – le rezongo Eva – su familia era militar.
  • No me des otra razón para mandar esto a la mierda y largarme sin ella – reprocho Lucas.
  • ¿Creen que haya regresado y se entregó? – pregunto Eva nerviosa – llevamos un buen rato buscando y no aparece.
  • Quien iba a querer salir de su escondite cuando vio que su novio besaba a su ex – se burló Dante – yo por algo me largue.
  • Creí que ya habíamos aclarado eso – escuche como sus voces se alejaban – No significo nada para él ni para mí, pero recuerda que la necesitamos.
  • Mas vale que salga porque ya está amaneciendo – reprocho molesto Lucas.




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