Capitulo 38 " Atención"

El entrenamiento fue incluso más incómodo que la vez pasada. No entendía el porqué de la tensión entre Félix y yo. El me buscaba ofreciéndome ayuda para usar algunos aparatos de la sala de entrenamiento y para no parecer resentida aceptaba, pero se sentía muy incómodo.

El me miraba como si esperara que dijese algo, pero no tenía la menor idea de que. Incluso me hacía pensar que había malinterpretado todo y que de nuevo me había equivocado respecto a él, pero recordar lo que había hecho en la mañana me traía a la realidad de que eso era no tenía sentido.

• Escúcheme muy bien – entro alterado el entrenador a la sala – y les advierto que no tolerare quejas.
• ¿ahora que sucede? – le pregunto Dante desentendido.
• Acaban de regresar 9 cuadrillas como ustedes de una misión conjunta – ahora entendía su preocupación – sufrieron pérdidas al frente a causa de un enfrentamiento con la resistencia.

Mi sangre se helo al escuchar eso. Un daño así solo lo podía hacer Gabriel.

(En verdad me quiere de regreso)

• La mayoría de las pérdidas fueron mujeres – hizo una mueca – todos están muy sensibles y a nada de perder los estribos.
• No me gusta como huele esto – le reprocho Raquel molesta.
• No pueden regresar todos juntos o se desatara un revuelta – el entrenador parecía muy preocupado – el escuadrón con la chica regreso hace una media hora y se hizo un caos por como sus compañeros la ocultaron de los demás.
• Estas diciendo que somos el menú – dijo ofendida Eva.
• No – le contesto molesto – tengo un plan para que eso no suceda.
• Pues dilo – le gruño Ezequiel bastante molesto.
• Las chicas regresaran solas al edificio – todos demostramos nuestro descontento – y los chicos regresaran sin que nadie se dé cuenta.
• No podemos dejarlas solas por un carajo – le grito Samuel muy alterado – no estarán seguras de esos tipejos.
• Es todo lo contrario – le regaño – al estar solas estarán a salvo – lo mire incrédula.
• Si que estas mal de la cabeza – le rezongo Ezequiel.
• No lo entienden si llegan juntos a ustedes los harán trizas y a ellas por defenderlos les ira peor, pero si ellas llegan solas ustedes estarán a salvo y ellas también.
• Creo que aun te das cuenta de que se aprovecharan de nosotros – le grito Raquel a nada de perder los estribos.
• Lo que buscan es una compañera – nos gritó arto del entrenador – crees que tratarían mal a alguien que podría serlo. Por supuesto que no. Están desesperados y saben que si intentar sobrepasarse no conseguirán nada más que un castigo y menos mujeres en el área.
• ¿Estás diciendo que no nos harán daño? – le pregunte aun confundida.
• Si – exclamo aliviado – puede que se acerquen y sean algo molestos, pero bastara con que los mantengan a raya mandándolos al carajo por su actitud .
• ¿Y ellos estarán bien? – le pregunto Aria temerosa.
• Si – le contesto más amable – es la única forma de que esto resulte bien y yo limpio de regaños y reproches.

No me podía imaginar a quien le temía tanto el entrenador, pero debía de ser unas 10 veces peor que él.

• Bien entonces hay que hacerlo – le dije un poco nerviosa.
• Perfecto – se dirigió a la pared.
• ¿Qué carajos piensas Victoria? – me regaño Félix de inmediato – les pueden hacer daño.
• Y nosotros a ellos – le dije molesta – no es la primera vez que me cruzo un cretino de mierda que se cree un adonis.
• Félix cálmate – se interpuso Eva – estaré bien.
• Claro que tu estarás bien – le gruño Félix molesto – estas acostumbrada a estar rodeada de basura de tipos así, pero ellas no.
• No tienes porque desquitare con ella – intervino molesto Dante poniéndole un alto – porque te hayan mandado a la mierda.
• ¿Qué dijiste? – Félix estaba a nada de abalanzarse sobre Dante cuando el entrenador lo atrapo entre su sombra inmovilizándolo.

Aquella aura diabólica sin piedad se hizo presente en el aire.

• Estoy harto de dramas – nos alzó la voz molesto – porque no pueden ser como antes.
• No volverá a suceder – trato de calmarlo Ezequiel – nos encargaremos de ello verdad Samuel.
• Por supuesto – le apoyo Samuel temeroso.

El entrenador hizo una mueca y les dedico una mirada de desprecio con lastima. Soltó a Félix que no paraba de forcejear y me miro molesto.

• O lo camas – le señalo – o despídanse de el porque me lo llevare a un tubo y a ti al frente.
• Puta madre – maldijo Raquel impactada.

Félix de inmediato se abalanzó sobre el entrenador, pero lo abrace con mi raíces. Este de inmediato repelo, pero me puse frente a él y le fulminé con la mirada.

• Te vas a comportar y le harás caso al entrenador hasta que nos volvamos a ver.