De las Cenizas

Capítulo 65 “Contra parte"

 

  • Te pasaste de la raya y lo sabes – le reproche viendo cómo iba tras de ella.
  • Tenía curiosidad – me contesto divertido Alpha.

Su estúpida sonrisa en su rostro me estaba dando nauseas. De verdad estaba enfermo.

  • Bueno ahora sabes que ya no importas – le intrigue mientras veía llorar a reina.
  • ¿Qué carajos estas diciendo? – me honesto mientras le hacía señas al feo camaleón para pasar a la pesadilla.

Me encogí de hombros viendo el espectáculo mientras fingia no prestarle atención que se estaba volviendo muy sencillo con la práctica.

  • Bueno para ser su gran primer amor no se vio así – hice una mueca – esperaba tan siquiera un beso o abrazo, pero una caricia a la mejilla.
  • No lo comprendes – me gruño
  • Si tú lo dices – me burle – ey en sus lugares – les grite para que no se movieran – solo digo que le diste el paso a la competencia.
  • Habla claro de una vez – me gruño ahora si enfadado.

Lo mire y me le acerque.

  • Mientras tu estas aquí él está aprovechando, metiéndose más en… – me gustaba ver su cara de jodido.
  • Victoria no es de esas – rio divertido – no sabes cómo me costó tan solo un beso.
  • Los tiempos cambian – le dije sonriendo – no es la misma de antes y si fuera poco estuvo conviviendo con Gabriel. Debió de ver varias cosas.
  • No digas tonterías – hice una mueca al escuchar los llantos de terror de Reina.
  • Te apuesto todo mi botín que se están cariñositos – le solté divertido esperando a que cayera en mi trampa.

Escuche su risa burlona y acepto. Amenace con la mirada al feo camaleón y nos fuimos a la cámara de agua.

Me era imposible ocultar mi sonrisa. Esto iba a ser glorioso. No podía esperar a ver su cara cuando se diera cuenta.

Entramos y solo se escuchaban las risas de Victoria.

  • Vez – le conteste – creo que me debes un pase de acceso.

Puso los ojos como platos por mi petición.

  • Solo está riendo – se bufo – no cuenta como algo cariñoso, pero dime ¿tu para que quieres un pase?

Tenía razón y para el colmo dejo de reír.

  • Bueno – esa pregunta si no me la esperaba – veras…

Rio divertido de mí y eso me hizo molestar. Era insoportable cuando se ponía de esa forma que daban ganas de largarme.

  • Ya enserio – se quitó el casco para limpiarse sus lágrimas por sus carcajadas – no me digas que vas a intentar escapar de nuevo.
  • Jajajaja – le dije con sarcasmo – ¿cómo lo adivinaste?
  • Bueno… – al ver mi cara de pocos amigos entendió que no era enserio – ¿entonces para qué?

Tenía que ser cuidadoso con mis palabras. No debía decir de más y tampoco muy poco para así poderlo conseguir.

  • Digamos que necesito algo muy importante – hice una mueca – que voy a regalarle a cierta persona especial para – me detuve al ver su cara a punto de estallar en carcajadas de nuevo.

Me calle y lo mire serio mientras se burlaba.

(todo tiene un costo y este es el que tengo que pagar)

Si que le divertía porque no paraba de reír el desgraciado y cada vez que pensaba que se callaría por fin volvía a reventar de risa nuevamente.

  • Uyy – sonrió eufórico – de verdad que estas babeando por Camile, pero eso no es suficiente justificación.
  • Si me hubieras dejado terminar de hablar entenderías – le reproche fastidiado.

Bueno aquí vamos. Creo que ya hice suficiente tiempo para esos dos.

  • Lo lamento – carraspeo fingiendo seriedad – continua.
  • Necesito el pase para ir por él. No serán más de 3 horas – le dije para darle seguridad – es más hasta me puedo llevar un rastreador, pero lo necesitó justo para un día antes de la boda y para el siguiente quiero que liberen a Camile para pasar un rato juntos en el edificio sigma.

Me miro serio analizando mis palabras. Se estaba tomando su tiempo para analizar mis palabras. Como siempre estaba buscando la falla, pero no la había. Lo pensé todo muy bien y arreglé todo para que no hubiera imprevistos.

  • Está bien pero como perdiste creo que te vas a joder – se burló.

(Pensé que jamás dirías eso)

Sonreí y negué divertido. Ahora yo era el qué se reía y el me miraba como estúpido sin entender el chiste. Su cara me dio aún más risa y continue riendo. Enserio que iba a disfrutar de esto al punto que segundo a segundo seria como un maldito orgasmo visual.

  • De verdad que eres estúpido – trato de silenciarme.
  • El estúpido eres tú – de nuevo me gano la risa – no te has dado cuenta de que… jaja … ya dejo de reír.




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